Capítulo 7

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(Still loving you ~ Scorpions)

Mierda.

Revise la hora en el celular y comencé a correr por los pasillos de la universidad. Se me había hecho tarde, como casi siempre.

¿Pero a quién demonios no se le ocurre poner alarma para levantarse?

Exacto, a mí.

Tenía solo cinco minutos para llegar a tiempo. Y los zapatos que llevaba esa mañana no ayudaban, porque mientras más corría sentía que más me alejaba.

Por suerte llegué unos segundos antes que el profesor.

No conocía a nadie así que tome asiento en uno de los bancos junto a la ventana.

—Buenos días, alumnos soy la profesora Moore e impartiré la materia de teorías de la comunicación.

Después de eso pasó lista, y comenzó a explicar cosas de la materia, trate de prestar atención, pero tenía la voz tan dulce, que sentía que en cualquier momento mis ojos se cerrarían.

Al menos fue una hora de clases, si hubiera sido más, no resistiría.

El resto de mi mañana fue más tranquilo, me tocaban dos clases más, el siguiente fue un profesor y es... muy pesado, no dejaba de hablar de sí mismo, cuando hablaba acerca de la comunicación lo relacionaba con su vida, no digo que sea malo, es bueno aprender y más de las experiencias personales, pero al grado de que solo hablen de ellos mismos, es demasiado molesto.

La última materia, fue mucho mejor... no la verdad es que no.

Era un profesor y realizamos varias dinámicas de las cuales no disfrute nada.

Al salir del salón, fui directo al baño antes de ir a la parada del autobús.

Pero claro, como siempre el baño estaba lleno, decidí irme de ahí.

Caminando hacía la parada, tropecé con una chica cuyas cosas se regaron en el piso.

Me incliné a ayudarla.

—Lo siento, no te había visto.

—Suele pasar, no te apures.

Cuando colocó todo en su lugar, levanté la mirada.

—¿Mía? ¿Qué haces aquí?

—Hola—me saludo sonriente—. Bueno...eh...te había dicho que apenas iba a ingresar a la universidad.

—Ah sí... lo siento—enrojecí un poco—. ¿Y qué hay de la tienda?

—Mi abuelo se hace cargo por el momento —se encogió de hombros

—¿Y qué carrera elegiste?

—Estoy en... —saco su celular del bolsillo —. Lo siento, problemas en la tienda, debo irme, luego hablamos.

—Hasta luego.

Camine de nuevo y me encontré con Matt y Adrian. Ambos habían venido en el auto del primero, así que decidí colarme para que me llevarán a casa, subimos los tres al auto y condujo.

—Esta noche iremos al departamento a cenar —comenta, Matt rompiendo el silencio.

—Ya no es una novedad —puse los ojos en blanco.

—Casi ni vamos —abrió la boca ofendido.

—Matty, querido, van casi siempre.

—Tú misma lo dijiste, casi.

Ignore su comentario.

—¿Y qué tal les fue hoy?

—Lo usual—respondió Matt encogiéndose de hombros—. Maestros pesados...

CARTAS, PROMESAS Y RECUERDOS (En edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora