Capítulo 2

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( High hopes ~ Kodaline)

Alex

Estaba intentando terminar unos informes, pero mi cabeza no logra concentrarse. Era como si algo me lo impidiera.

Por suerte el teléfono sonó.

—Alex —dice la mujer del otro lado de la línea, ni siquiera se molestó en saludar—. Tu padre quiere verte, ahora— su voz suena seria.

—Ya voy —respondí enseguida.

Cerré la laptop, me levanté de la silla y tome la chaqueta. Mientras me la ponía mire un momento los pequeños cuadros sobre el escritorio. Suspire y salí de la oficina caminando hacia el ascensor.

Presione el botón, por suerte no demoró mucho y las puertas se abrieron.

¿Qué demonios...?

—Hola, Alex —saluda con una sonrisa, que en este punto detesto.

—Jessica —susurro su nombre y aprieto los labios.

Mis músculos se tensaron un momento ante su presencia. Era a la última persona a la que quería ver el día de hoy. Iba vestida como de costumbre, ropa cara y peinado perfectamente acomodado.

—¿No vas a entrar al elevador? —pregunta, inocente.

—No... esperaré a otro —respondí en un tono seguro.

—Pero tu padre te está esperando ¿No es así? —pregunta con una pequeña sonrisita.

—¿Cómo lo sabes? —no dude en preguntar.

—Tengo mis contactos —dice encogiéndose de hombros.

Aunque no quería, no podía hacer esperar a mi padre, por el tono por el que me hablo Grace, era algo serio.

Suspiro, entrado al ascensor, las puertas no tardan en cerrarse.

—¿Qué haces aquí? —pregunte, molesto.

—Pensé que te alegrarías de verme cariño —dice tocándome el brazo.

—No me llames así —me suelto de su agarre.

—Qué raro, antes te gustaba que te lo dijera... Inclusive más cuando estábamos solos —dice en tono sensual.

—Tú lo has dicho, eso fue antes —le aseguré.

—Oh, vamos, ¿Acaso no me extrañas?

—No —respondí sin pensarlo.

—¿En serio? —Pregunta acercándose lentamente, hasta quedar lo más cerca posible de mí, sus labios casi hacen contacto con mi oído—. ¿No extrañas las horas que pasábamos en tu habitación? ¿Y la manera en la que nos tocábamos?

Di dos pasos hacia atrás.

—No, no lo extraño —admití.

Por suerte las puertas se abrieron. No espere respuesta y salí rápidamente.

No podía volver a caer otra vez en lo mismo. No esta vez.

Jessica y yo estuvimos juntos oficialmente 5 meses. Los primeros dos meses, podría decirse que fueron mejores. Ella era cariñosa, atenta e inclusive amable, pero llegando al tercer mes, fue donde todo comenzó.

Su comportamiento cambio radicalmente, paso de una manera cariñosa a una manera celosa y posesiva. Llegando al grado de sentirme como si me sintiera asfixiando.

Las personas que me conocen, me decían que no debía estar con ella, que no era una relación sana, pero no les hice caso, hasta que me di cuenta de ello... me di cuenta que realmente no era la persona que me mostró en un principio y termine con ella.

CARTAS, PROMESAS Y RECUERDOS (En edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora