Capítulo 9

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(Invisible things ~ Lauv)

Estábamos todos sentados en la sala, viendo una película de terror. 

La siguiente escena era: Matt y Lucy sentados en unos de los sofás, con una manta cubriéndoles hasta la barbilla. Adrian y Rose en otro, comiendo palomitas como si nada pasara, y Alex y yo en otro.

Y no sé si era bueno o malo, pero cada vez que pasaban una escena que me asustaba mucho, porque sí, me asusto con facilidad., le apretaba la pierna o el brazo, y parecía pasárselo en grande, no sé si por el hecho de que lo hiciera o por las caras que hacía y claro, se reía de mí.

Cuando terminó la película, Lucy y Matt bajaron la manta, se miraron unos segundos y pusieron la misma cara de desagrado.

—Ni siquiera dio miedo —menciona el último con una risita nerviosa.

—¿Seguro? ¿Entonces no era por eso que estabas tapado hasta la barbilla?—le comenga, Alex con una sonrisita.

—¿Y el que temblaras tampoco significo eso? —pregunta, Adrian divertido.

—Es que tenía frío —responde, Matt con el ceño fruncido.

—Si es que hace mucho frío —lo sigue Lucy frotándose los brazos.

—Pero si estamos en verano —chillo, Rose.

Lucy le dedico una mirada que helaría al polo norte.

Yo me mantenía al margen, mirándolos con aire divertido.

Me levanté del sofá, para dejar la bandeja de palomitas.

Alex me siguió, claro.

—¿Y qué quieres hacer mañana en la noche?

—Mhm—lo pensé un momento—. No lo sé...

—¿Cine? ¿Bolos? ¿Pista de hielo?

—Cine, no creo, bolos tal vez y patinaje, bueno... eh... no sé patinar—admití, avergonzada.

—¿Aún no sabes patinar? —preguntó, confundido.

—No, se supone que una personita muy pesada, iba a enseñarme.

—Bueno, esa personita muy pesada, aún puede hacerlo ¿Quieres intentar?

—Me encantaría — le dedique una sonrisa.

—¿Que tanto cuchichean? —pregunta, Matt acercándose.

—Eh... nada —respondió, Alex.

—Hablan de lo que harán sin nosotros —comenta Adrian acercándose, esta vez.

Lo mire sorprendida.

—Oh, no crean que no sabemos lo que hicieron la otra noche —menciona, Rose uniéndose a la pequeña reunión.

—¿Y qué hicimos? —pregunté con una ceja encarnada.

—Últimamente han salido sin nosotros—comenta, Matt como niño pequeño.

Me giré hacia Alex, quien puso los ojos en blanco.

—Sí, está bien, hemos estado saliendo.

—Pero pueden venir con nosotros, si quieren —les ofrecí enseguida.

Los tres se miraron entre sí.

—Ven, se los dije, ahora mi plata —Matt se gira hacia Adrian y Rose. Los miré con la boca abierta

—¡¿Apostaron?!

—Sí, y claramente perdimos—responde Rose, entregándole el dinero a Matt.

—¿Y qué apostaron exactamente? —pregunté con los brazos cruzados.

CARTAS, PROMESAS Y RECUERDOS (En edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora