Grilletes y deseos

Capítulo 18: Acción

El concepto de departamento que tenía Nicholas parecía muy alejado al que yo tenía, esto parecía más bien una mansión, pero prefería no discutirle ante la posibilidad de su enojo.
Aquel lugar era cinco veces más grande que mi casa, y la decoración parecía seleccionada por los más exquisitos gustos, pero no eran los gustos de Nicholas.

-Es un lindo lugar— comenté al fin— ¿vives tu solo aquí?

-No, Frank debe estar en el jardín, instalando las nuevas cámaras de vigilancia

-¿Tu guarda espaldas?

-Frank ha pasado a ser algo más que mi guarda espaldas, también están otras personas en el apartamento, todos ellos son personas de servicio pero la verdad es que he aprendido a verlos más como familia

-¿Tus padres no viven aquí? — la pregunta hizo que se tensara—

-No, ellos no viven conmigo

Rápidamente esquivó la pregunta que era obvió haría, deslizando sus manos en mi cintura y atrayéndome hacia el

-He querido besarte desde que subiste al auto

-¿Eso significa que no me haz extrañado desde nuestro último jugueteo?— se rió por mi expresión—

- Claro que te he extrañado, como un loco

Fue lo último que escuché decirle antes de sumergir nuestros labios en un beso que expresaba deseo, lujuria y necesidad, necesidad por el otro.

Estaba tan aturdida en aquel beso, que no fue hasta que el chasquido de la persona parada enfrente de nosotros me sacó del momento y de las manos de Nicholas que ya empezaban a deshacerse de la ropa que llevaba puesta. Me alejé y me incorporé con las mejillas ardiendo.

-Hola señor Allen

-Hola Gloria, ¿Todo esta bien en casa?

-Todo perfecto, señor— la mujer de unos cuarenta años me miró— buenas tardes señorita Owen, ¿Puedo ofrecerle algo de tomar?

-No, muchas gracias— el hecho de que aquella mujer supiera mi apellido me parecía muy extraño—

-Si necesita algo solo hágamelo saber— hizo una pausa y miró a Nicholas— Frank esta fuera instalando las cámaras de seguridad nuevas, no ha vuelto

-Perfecto— su mirada se viró hacía mi y analizó mi expresión, después volvió a girarse hacía Gloria— ¿Podrías preparar una cubeta de palomitas?

-Claro que si señor, en seguida las traigo

Gloria se alejó hacía lo que creía era la cocina y de nuevo nos dejó a solas en aquella gran sala de estar.

-¿Palomitas? ¿Acaso veremos alguna película?

-Hace años no veo el televisor o visito un cine

-¿En verdad? Pues a mi me encanta ir al cine, hay muchas películas muy buenas que acaban de estrenarse

-Me parece bien que veamos alguna, ¿Tu estas de acuerdo?

-La verdad es que tenía una idea muy diferente de lo que haríamos llegando a tu apartamento— aclaré sorprendida por aquel repentino cambió en su actitud—

-Te he dicho que quiero pasar tiempo juntos, aunque si tu así lo quieres puedo mostrarte la mejor cama de esta casa

Mi entrepierna automáticamente comenzó a palpitar deseosa de aquel hombre que antes casi me había hecho suya.

-La peli es buena idea, por ahora— sonrió satisfecho con mi respuesta y se acercó lo suficiente para susurrarme al oído—

-No creas que he olvidado que casi te he hecho mía y me haz dejado con las ganas más inmensas de darte muy duro, pero he pensado que necesitas tiempo

-¿Tiempo? ¿Tiempo para qué?

-Para saber realmente en lo que te estas metiendo— sus ojos ya no tenían ese brillo cálido que había permanecido durante todo el trayecto a su casa, ahora una sobra de penumbra y miedo se había instalado en ellos— no quiero que te arrepientas

-No veo porque podría arrepentirme de estar contigo, si es por lo de ser mi maestro y jefe de mis padres, eso no tiene nada que ver con nosotros

-La verdad es que tiene todo que ver, pero no, no es el motivo por el cual podrías arrepentirte de ser mía

-No quiero que juegues a los acertijos conmigo, la verdad es que soy muy curiosa

-Y yo soy muy directo, pero antes de contarte lo que necesitas saber, me he quedado con la intriga de las buenas pelis de las que me hablas

-Esta bien, hablaremos mas tarde

La película transcurrió entre risas y comentarios absurdos por parte de Nicholas que por lo visto si había dejado de lado la televisión por mucho tiempo, a pesar de que la duda se había instalado en mi cabeza pude disfrutar de la película y las palomitas que eran por mucho, más deliciosas que las del cine.

-Ha estado increíble— dijo animado, sus ojos brillaban con un toque rebelde en ellos, como nunca los había visto— veamos otra

-¿Qué? Si vemos otra, querrás ver otra y no puedo quedarme tan tarde aquí

-¿Porqué no les dices a tus padres que te quedaras en casa de Camila hasta mañana?

-¿Estas sugiriendo que me quede a dormir aquí?— pregunté asombrada—

-Podría retenerte a la fuerza si no aceptas— se inclinó hacía mi y tomó mi muñeca con fuerza y poso sus labios en un suave beso en el inicio se mi escote—

-Esta bien, les mandaré un mensaje, a ver que dicen— con mi mano libre levante su rostro y bese la comisura de su labio, ambos estábamos ansiosos por devorar al otro— no he olvidado que debes contarme algo

-Lo sé, tampoco yo, aunque quiera posponerlo, ya es mejor que lo sepas

-A veces me asusta un poco que digas esas cosas, parece como si lo que fueras a decirme es algo muy delicado— suspire— algo malo

-Tal vez es algo malo, es una de las razones de porque nunca he tenido una relación

Mis oídos se mantuvieron atentos a cada palabra que emitía su dulce boca, parecía un tanto preocupado

-Cuéntame ahora

-Anna, contigo las cosas han sido un tanto diferentes, no he sabido controlarme, he roto mis principios e incluso muchas reglas al estar contigo— suspiro— desde el día que te vi en esa aula sabía que ibas a ser un problema para mí, todo en ti era como una droga para mí, una droga que cada día fui necesitando más

-Algo parecido me ocurrió contigo a mí— acepté por fin—

-La causa de porque todo es tan complicado, soy yo, no tiene nada que ver contigo— se mordió el labio un gesto que normalmente parecería provocador pero ahora, su rostro expresaba ansiedad— tengo que confesarte la verdad

-¿De que verdad hablas Nicholas?

-Déjame mostrarte