Grilletes y deseos

Capítulo 2: Segundas oportunidades

Una vez hube estacionado el coche bajé mis cosas, no sabía cuanto tiempo tardaría Camila en llegar, pero fuera el tiempo que fuera no me caería mal adelantar algunas cosas pendientes que tenía de tarea.

Caminé unos metros y observé el paisaje que ya había contemplado múltiples veces anteriores, el agua cristalina del lago brillaba con los reflejos del sol, aún podía respirar ese aire fresco que me encantaba, la tranquilidad del lugar era envidiable, hacía años que nadie pasaba por ahí, Cam encontró el lugar cuando buscaba privacidad con su ahora exnovio y en una ocasión me trajo para hablar de problemas personales, me sentía cómoda estando ahí.

Me senté bajo el árbol como siempre hacíamos—suspiré profundamente—recordé que mi padre me había pedido mandarle un mensaje a mamá para que no se preocupara por mi ausencia en la comida, me dispuse a escribirle; en la pantalla se leía
Disculpa que no podré ir a comer mamá, necesito ir por algunos libros, me quedaré un poco mas en la universidad, tendré cuidado, no te preocupes. Te quiero.
Pulse enviar y una vez ella me respondió me dispuse a trabajar en mi tarea.

Me encontraba realizando algunas ecuaciones es mi cuaderno, eran ejercicios muy sencillos, me tomaría unos minutos terminarlos—levanté la mirada— había escuchado algo moverse, me parecía que el sonido había venido desde el agua, pero no había nada que pudiera ver desde donde estaba—dejé a un lado mi librera— me acerqué lentamente hacía el lago, no era muy profundo, ya había estado dentro antes, solo que en ese momento no me apetecía mojarme, miré justo por la orilla esperando encontrar algo que hubiese provocado el ruido, pero no había nada.

Regresé caminando lentamente al sitio en donde había estado sentada, mi libreta no estaba, busqué entre mis cosas, por detrás del árbol, pero no había absolutamente nada, me dispuse a recoger mis cosas, no quería que nada más se perdiera— sentí un pequeño golpe en la cabeza— automáticamente mi mano fue a tranquilizar el dolor que aquel golpe me había generado.

-¡Auch! —me quejé mirando hacía arriba—
Mis ojos se abrieron de sorpresa al observar al pequeño causante de mi dolor y al bandido que había tomado mi libreta

-¡Baja de ahí!—grité— ¡Esa es mi libreta! ¡Regrésamela!

Un pequeño mapache miraba la libreta y olfateaba para ver si era comida lo que tenía entre sus manos—recordé que tenía unas barras de granola en mi mochila— tomé una de ellas y la partí por la mitad

-Mira pequeño, aquí hay comida, ven por ella
El mapache soltó la libreta que tenía entre sus garras y bajó lentamente del árbol para recoger la barra que había lanzado apenas algunos metros lejos de mí—tomé la libreta y la guardé en mi mochila— volví mi mirada pero el mapache había desaparecido

Observé mi celular en busca de mensajes de Camila, ya habían pasado 20 minutos desde que su última clase había terminado, era extraño que aún no se apareciera, me dispuse a mandarle un mensaje.

Anna: ¿En dónde te metiste?

Cam: Ya voy en camino, me tope con Alex, ya sabes problemas de parejas, disculpa por la demora

Anna: ¿Problemas de parejas? ¿Qué no tu y Alex hace tiempo que lo dejaron?

Cam: Te explicaré apenas llegue, te veo pronto

Me recosté junto al árbol y dejé que el sueño se apoderara de mi en lo que esperaba a Camila. Sentí una sacudida—abrí mis ojos rápidamente y me incorporé—