El control siempre ha sido una cualidad de Nicholas, en cuanto conoce a la inocente y dulce Anna Owen no puede sacarse una sola idea de su mente, poseerla y llevarla a los límites de la pasión.
Desde el momento en que Anna entró a esa aula, el arom...
Me froto los ojos intensamente y extiendo el brazo para apagar la insistente alarma, reviso la hora—seis en punto—es aún muy temprano para la hora en la que acostumbraba a levantarme.
Me levanto de la cama y comienzo eligiendo la ropa que usare en mi primer día de mi segundo año de carrera, me dirijo al baño y enciendo la regadera en una temperatura ambiente, pues el clima aún no es completamente de verano, me apresuro a desvestirme y tomo un baño rápido, pues es un largo camino de mi casa a la universidad.
Una vez me he arreglado bajo las escaleras y me dirijo al comedor en donde esta mi padre terminando de hacer su café como de costumbre antes de ir al trabajo
-Buenos días—me saluda—
-Buenos días—respondo de vuelta—padre saliendo de la escuela muy probablemente me pase a la librería a buscar algunos libros, ¿Esta bien si llego un poco más tarde de lo usual?
-Claro que si cariño, solo no olvides comentárselo a tu madre o de lo contrario se preocupará por ti
-Esta bien, le mandaré mensaje más tarde—me despido de el y salgo de mi casa—
Subo al coche y dejo mis cosas en el asiento del copiloto y me dispongo a dirigirme a la universidad. El día anterior no había descansado bien, pues tuve muchos pendientes con el trabajo de mi madre, estaba cansada y me había olvidado mi café al guardar algunas cosas en la mochila, resoplé y esperé a que la luz se tornara verde para continuar mi camino.
Una vez he llegado tomo mis cosas y bajo del coche, camino por los pasillos ya conocidos y me dirijo al aula en la que tomaría la clase de estática, había escuchado que era una materia complicada, y lo sería aun más un lunes por la mañana. Las caras conocidas en el salón de clases parecen tan cansadas como yo, tomo asiento hasta al frente de la clase y espero a que el profesor llegue para iniciar con la presentación.
El día había transcurrido normal, las clases de algebra, ética, psicología, economía me parecieron interesantes y los maestros parecían realmente saber sobre ello, solo faltaba una hora y podría regresar a casa, "cálculo" –dije en voz alta para mí—caminé al aula 208 que marcaba mi horario. Todos ya estaban dentro a excepción mío por lo que pude apreciar, tomé asiento en una de las primeras filas del auditorio y me dispuse a sacar un cuaderno en donde apuntar.
Escuché la puerta abrirse y cerrarse tras ello, aún seguía con mi mirada en la mochila, escuché los libros caer en el escritorio despacio, escuchaba los murmullos de la gente a mi alrededor como era costumbre, levante la mirada y el profesor me miraba directamente a los ojos—me incorpore de todo y acomodé el cabello que me había caído en el rostro—sostuve la mirada apenas unos minutos, enseguida el profesor pasó a escribir su nombre y teléfono como era de costumbre en la pizarra.
En letra cursiva se leía "Nicholas Allen- 8111598325" apunté rápidamente sus datos y la clase que tendríamos—volví mi mirada al frente— esta vez el profesor caminaba frente al escritorio.
-Mi nombre es Nicholas, les voy a estar impartiendo la materia de cálculo, es una materia sencilla si ustedes ponen de su parte, yo los estaré guiando y ahí está mi teléfono en caso de que se les presente alguna duda en casa, pueden llamarme o enviarme un mensaje, responderé lo mas pronto que me sea posible
Un aroma tan refrescante había inundado el aula desde que había entrado, no sabía identificar que era ¿lima tal vez? Me encantaba ese aroma. Miró a todos lentamente, caminando cerca de la primera fila, se detuvo en el último asiento y acto seguido se acercó de nuevo a su escritorio. -No les voy a pedir que se presenten—excelente— pues creo que lo han hecho todo el día, y esta es su última hora clase, así que los dejaré salir temprano, ¿Alguna duda que tengan sobre el curso? ¿Alguna curiosidad o inquietud?
-Yo—exclamo una chica en la segunda fila— ¿Su teléfono es solo para asuntos escolares? —me reí por lo bajo, el también rió ligeramente—
-Si, únicamente es para asuntos escolares, bueno si es que llegan a tener una urgencia y no saben a quién recurrir también estaré disponible para apoyarlos, pero, no vayan a querer marcarme para salir a una fiesta o algo similar, porque comúnmente si no estoy en la escuela, estoy trabajando.
La chica asintió, y el profesor nos dejó salir, durante mi camino de regreso al auto noté que alguien me seguía muy de cerca, me viré aún caminando y pude ver a mi mejor amiga
- ¡Camila! –exclamé abrazándola—
- ¡Hola! ¿Cómo ha ido tu día? —me incorporé rápidamente y le conté que todo había estado normal—
-Me alegro, creo que tendremos algunas clases juntas, los martes y jueves—me sonrió y yo le regresé esa sonrisa—¿No conociste a nadie nuevo hoy?
-La verdad es que no hable mucho con nadie hoy, ha sido un día cansado, ¿ya has salido? -Aún me queda una hora más, ¿iras a dónde siempre? —asentí—espérame, te veo ahí Subí a mi coche—respiré profundo y miré por la ventanilla antes de arrancar el coche— Ahí estaba él mirándome fijamente, le sonreí, pero no obtuve la misma respuesta—arranqué el coche aún con la mirada puesta en la suya—levantó la mano en señal de despedida y yo hice lo mismo, desapareció dentro de su coche y yo lo hice de ese lugar.
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