Capítulo 26: Escuchando a Alex Parte VIII

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Cuando llegó la fecha en que Jocker se marcharía fuera de la ciudad para visitar a su familia, estaba emocionada por él, aunque muy en el fondo no quería que se fuese tan lejos de mí.

Quería quedarme en la cama el resto del día, ya que hasta el momento mis padres no me habían escrito ni llamado para confirmarme que viajarían para visitarme y pasar juntos los días de muerto en familia.

—¿Qué podrán estar haciendo ahora?—Digo en voz alta y abro nuevamente los ojos para evitar seguirme atormentando con teorías sin lógica.

Vuelvo mi mirada hacia el techo pensando en que quizás Lucas me llame para avisarme que saldrá de Yucatan para visitarme. Sabía que tenía muy poco tiempo libre para viajar hasta aquí, pero tenía la esperanza de que vendría.

Tengo que salir de mis pensamientos, ya que mi móvil se ilumina debajo de mis sábanas al recibir un mensaje. Es Jock.

MENSAJE DE TEXTO PARA: ALEX FORBES (5:16 am)

—Buenos días hermosa, por favor descansa lo más que puedas. Echaré mucho de menos no hablar contigo estos días, ¡te quiero nena!—No puedo evitar sonrojarme al terminar de leer su mensaje.

Bloqueo la pantalla de mi móvil, volviendo a acurrucarme entre mis sábanas para ayudarme a dormir.

Una vez que el sol se asoma a través de las cortinas de mi ventana, decido que es hora de despertarme para hacer mi día más productivo. He pensado en cocinar algo delicioso para estos días. 

Camino con la pijama puesta hacia el baño, arrastrando mis pantuflas de unicornio por todo mi recorrido, me observo al espejo para determinar mi nivel de cansancio esta mañana. 

Me lavo las manos y la cara con el jabón de aroma a almendras que compré la semana pasada en el super. Mojo mi rostro con agua fría para poder despertarme por completo, tomo mi cepillo y pasta dental y comienzo a cepillarme los dientes mientras camino por toda la casa.

Enciendo la cafetera y coloco unos granos de café, me dirijo hacia la tostadora y dejo en ella 2 rebanadas de pan.

Camino de vuelta al baño para enjuagarme la boca. Me cepillo el cabello frente al espejo y al final decido recogérmelo en un chongo alto, colocándome un brillante moño azul para decorarlo.

Enciendo el sonido estéreo de la casa y enseguida pongo mi playlist de spotify, cuando se escucha a lo lejos que el pan ha quedado tostado, desactivo la tostadora y cojo rápidamente mi pan colocándolos en un plato para evitar quemarme y les unto un poco de Danonino que tenía guardado en el refrigerador.

—Ummm ¡Delicioso!—Digo en voz alta mientras mastico y degusto el postre que me he inventado.

Cuando termino, me quito la pijama y tomo mi bata y sandalias de baño. Subo el volumen de la música un poco más y entro en la ducha. Se puede escuchar el eco que emite en toda la casa cuando suena la canción de Estoy aquí de Shakira.

Me quedo varios minutos bajo la regadera aferrándome a la idea de relajarme, tomo el shampoo y lo uso como micrófono mientras canto esa hermosa canción y meneo mis caderas de lado a lado cuando comienzo a disfrutarla.

No puedo evitar bailar cuando me coloco la bata para salir de la ducha y se escucha que la canción cambia a Hips dont lie. Me bastó escucharla para que mi cuerpo dejase de sentirse tenso y comenzara a moverse por completo al ritmo de la canción.

Me coloco unos jeans ajustados, una blusa de tirantes gris y mis vans blancos para salir de compras al mercado que está cerca de mi casa. Cojo mis llaves y una pequeña canasta para cargar los ingredientes que compre para la cena, camino hacia la puerta y después varias cuadras hacia abajo para llegar a mi destino. 

BYLUR (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora