Médicos del Corazón |Winx Club|

Capítulo 7

Narra Bloom:
Todo el fin de semana lo había pasado haciendo guardias en urgencias, Nabú se tomó unos días libre junto con Layla, y me pidio que en su ausencia me encargará.

Por fin ya era lunes y podía volver a mi área, a mi oficina, estar en urgencias no es cosa que me agrade mucho.

Entro a hacer revisión de rutina a las habitaciones de mis pacientes, para mi mala suerte debía entrar a la de Sky.

- Buenos días - digo.

- Buenos días guapísima - responde este.

Pero prefiero ignorarlo, tomo la carpeta que está en la mesa de noche con su caso clínico.

- Me abandonaste este fin de semana - dice este.

- Pudiste descansar de las terapias - le respondo.

- ¿Que te hiciste? - pregunta.

- Estaba haciendo guardias en urgencias - le respondo.

- ¿Podemos hablar de lo que pasó? - pregunta.

- Sky no está bien - le digo.

- Pero princesa lo que los demás y Thorem digan no te importe - responde.

- Sky no - le contesto.

- Déjate llevar, se que te gusto, podemos hablar - dice.

- Hablaremos pero no aquí, la terapia será en mi oficina para que podamos hablar sin que nadie entre - le respondo.

Este asiente feliz, tomo su expediente, corrijo su terapia de hoy, la asignó en mi oficina, de 2 a 4:30 PM.

- Listo, Roxy vendrá por ti antes de las 2, debo seguir trabajando - digo para luego salir de ahí.

Por Dios Bloom en que te has metido.

No debí decirle que sí, atenderlo en mi consultorio no está bien. Thorem me mataría.

Toda la mañana seguí atendiendo a mis pacientes, algunos sus terapias las reciben de una enfermera y yo solo supervisó.

- Doctora Domino esta tarde no hay cupos en terapia - dice Roxy.

- Atenderé en mi consultorio - le respondo.

- De acuerdo, en ese caso iré a traer al siguiente paciente - responde.

Antes de llegar a mi consultorio pase por un vaso de agua, estaba bastante nerviosa, por Dios Bloom que te sucede.

Cuando ingresé a mi consultorio ahí ya estaba Sky esperándome, sin rastro de Roxy.

Tranco la puerta con los picaportes, estaba muy nerviosa, lo que menos quería es que alguien nos viera hablando de ese tema.

- Ven - me dice Sky.

Quitó mi bata blanca y la pongo en el respaldar de la silla de mi escritorio.

- Aquí estoy - le respondo.

- Estás nerviosa - afirma.

- No, dime lo que me ibas a decir - le digo.

- No pongas atención en las reglas, en lo que dice mi primo, por una vez déjate llevar - dice Sky.

Este toma mis caderas para acercarme a él.

- Sky - le digo.

- Ven pequeña siéntate en mis piernas - responde.

- Soy tu doctora - le respondo.

- Que seas mi doctora no significa que no me desees ni que yo no te desee - responde.