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La vibración de su teléfono lo despertó muy temprano por la mañana nuevamente. Mew lo agarró a ciegas.

–Sí –dijo, todavía medio dormido.

–No puedo encontrar a Gulf –dijo Somchai. Los ojos de Mew se abrieron de golpe.

–¿Qué?

–Ni Gulf ni el chico de los Metawin están respondiendo a sus teléfonos –dijo Somchai–. Normalmente no lo consideraría demasiado, pero...

–¿Pero? –dijo Mew.

–Metawin me llamó anoche, preguntando si he oído de Gulf. Me confió que su hijo ha estado desaparecido por una semana…

–¿Qué? –dijo Mew, sentándose–. ¿Quieres decir que Win está desaparecido?

–Sí –dijo Somchai–. Los empleados de Metawin en China no han visto a Win en una semana. Metawin sospecha que el niño ha sido secuestrado por uno de sus… rivales de negocios –La voz de Somchai sonaba extremadamente seca cuando lo dijo.

Todo lo que Mew podía oír era su corazón latiendo en sus oídos.

–¿Qué hay de Kana?

–Nadie sabe –Somchai dijo enérgicamente–. Los empleados de Metawin lo han visto en ocasiones con el muchacho de los Metawin, pero parece ser que Gulf raramente acompañaba a su amigo en sus reuniones de negocios. Nadie sabe dónde está quedándose Gulf. Usó su tarjeta de crédito en Beijín hace unas semanas, pero luego de eso, no hay nada. Por lo que sabemos, podría estar completamente seguro, pero...

–Pero podría no estarlo.

El silencio de Somchai lo decía todo: estaba preocupado de que su hijo quedara atrapado en cualquier negocio turbio en que estuviera involucrado el Sr. Metawin.

–Dijiste que no pudiste encontrar a Kana –dijo Mew. Somchai dejó escapar un suspiro.

–China es... un sitio muy diferente. Las personas con las que hablé por teléfono o fueron poco colaborativas a propósito, o no entendieron lo que quería de ellos, lo cual no es improbable, considerando que la mayoría de las personas parecen tener solo un conocimiento rudimentario del tailandés. Me temo que el único curso de acción es viajar allí, pero tengo reuniones de negocio que no puedo…

–Yo iré –dijo Mew de manera cortante, interrumpiéndolo–. Si puede conseguir los arreglos para obtenerme una visa rápidamente…

–Vas a tenerla para esta tarde –dijo Somchai–. Mi avión está listo para salir en cualquier momento. Ya hablé con tu empleador y estuvo de acuerdo en darte unas vacaciones.

Mew se habría reído si su estómago no estuviera apretado.

–Que bien de tu parte –dijo–. Aunque, algo presuntuoso, ¿no te parece?

–¿Lo es? –dijo Somchai–. No estoy ciego, Suppasit. Nunca pudiste decirle no a mi hijo cuando te necesitó. Eres tan patético con él cómo lo es él contigo. Eres la persona perfecta para mandar a China, porque sé que no vas a volver sin él.

Mew se preguntaba qué diría Somchai si supiera el alcance de su afecto por su hijo.

–Trae a mi hijo de regreso, Mew –dijo Somchai, sorprendiéndolo por el uso de su nombre de pila–. Dile que pare de actuar como una reina del drama –Y añadió lacónicamente–. Dile que su familia lo quiere de vuelta. Su punto ha quedado claro en casa.

Colgó, dejando a Mew preguntándose si había entendido a Somchai bien.

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