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¿Qué atuendo debería usar para esta cita?

Steve estaba en un dilema grave frente a su closet. Quería algo que fuera formal pero a la vez casual y algo casual que a la vez fuera forma. Un atuendo que dijera...
"Hey, estoy emocionado por esta cita pero no quiero que sepas que me lo estoy tomando en serio".

Sabía que si llegaba formal, Hargrove iba a bombardearle toda la tarde con bromas y temía que si no lo hacía, el rubio pensaría que a él le importaba una mierda pasar la tarde en su morada.

Digamos que una breve terapia con Robin por el teléfono le ayudó bastante. La chica le aconsejó que escogiera algo que lo identificara a él, algo que lo hiciera sentir cómodo.
La pecosa tenía razón, no quería que todo se viera muy forzado y no es como que si fueran a salir tomados de la mano paseándose por todo Hawkins. Solo pasarían en la habitación del ojiazul, probablemente su ropa terminaría echa bola en el suelo de la habitación del californiano.

En fin, decidió colocarse unos jeans, una camisa con rayas verde y azul, su cinturón y unos converse blancos. Era algo que usaría cualquier día. No era muy forzado ni tan informal y se sentía cómodo, que era lo más importante.

Eran las dos de la tarde en punto cuando el chico se terminaba de dar los últimos retoques frente a su gran espejo.

Harrington se había levantando desde temprano, es algo que el no podía evitar. Cada vez que estaba ansioso por algo, se le hacía imposible dormir hasta tarde, aquella emoción no salía de su mente. Digamos que tener una cita con Hargrove era algo que le entusiasmaba mas que nada en el mundo.

Desde temprano ordenó, limpió y compró lo que hacía falta en su casa. Llamó a Dustin y le dijo que estaría afuera de Hawkins haciendo unos recados para sus padres, para evitar que los niños le anduvieran buscando por todo el pueblo y terminaran dando con él en la casa de Hargrove.
Billy iba a matarlos o los niños al rubio, como fuera, sería un caos y él lo único que quería era un día de calma y paz.

¿Era tan jodido pedir aquello?

Se colocó su chaqueta de lona y salió de su casa con sus llaves y billetera en su mano. Se subió a su auto y empezó a conducir camino a la casa de Hargrove.
El ojiazul le había dicho que llegara a la dos de la tarde, pero vamos, ¿quién llega temprano a su "cita"?

Las chicas siempre solían hacerle eso, hacerle esperar durante unos minutos o una hora hasta el final aparecerse poniendo cualquier excusa cuando él sabía internamente que la razón era por arreglarse bien.

En este caso Steve no lo hacía por eso, lo hacía porque no quería verse como un intenso. Alguien desesperado, alguien que ansioso. Dios, él quería parecer la persona más cool ante los ojos de Billy. Quería impresionar al ojiazul sin que se diera cuenta que lo estaba intentando.
Quería que todo fuera tan sutil y natural.

Tomó tres largos respiros antes de salir del auto el cual había dejado estacionado tres casas antes para no levantar sospecha. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, sus piernas temblaban y sus manos estaban sudorosas. Parecía un chica y odiaba mucho aquel sentimiento, sentirse así de vulnerable.

Tocó con sus nudillos la puerta blanca dos veces. Esperaba que el señor Hargrove no estuviera en casa, Dios, iba a ser el fin de Billy y probablemente el suyo también. Tendría que encontrar una gran excusa si el señor colérico abría la puerta.

Tal vez Billy se había equivocado y sus padres había vuelto temprano o tal vez no era hoy el día en el que saldrían del pueblo. Habían tantas cosas que pasaban por su cabeza que no se dio cuenta cuando la puerta se abrió.

-¿Estás bien?

Parpadeó y salió de su trance, colocando su vista en la persona que había tendido la puesta. Aquellos rulos rubios hasta los hombros, aquellos ojos azules como el mar, aquel rostro perfectamente esculpido, aquella piel más bronceada que la suya y aquellos labios que le habían hecho el amor a su boca estaban frente a él.

RIBS [Harringrove]Where stories live. Discover now