Billy se levantó de golpe cuando sintió como la luz del día chocaba contra su piel bronceada. Se sentó en la cama del castaño, frotando sus ojos intentando no quedarse dormido de nuevo. Miró a todos lados y por un momento, cuando recuperó el conocimiento recordó que hoy era la fiesta de Max.
¿Qué hora era?
Abrió los ojos como plato cuando vio la hora en el reloj que había en su muñeca.
1:10 pm.
¿Como carajos era posible que había dormido tanto? ¿Estaba tan cansado?
-Mierda, mierda, mierda.
Dijo para si mismo, mientras trataba de no tropezarse con las sábanas de Steve en su mejor intento de levantarse rápidamente de la cama.
Esto hizo que el castaño se despertara de igual manera, sentándose en su cama viendo cómo Billy era un caos, corriendo por toda su habitación en un intento de encontrar toda su ropa y sus cosas para miedo dirigirse al baño del chico.Steve se levantó de la cama y caminó hacia el baño, recostándose en el marco de la puerta mirando como el chico cepillaba sus dientes y lavaba su rostro. Sí, el rubio había optado por tener un segundo cepillo de dientes en casa de Steve ya que solo ahí se mantenía la mayoría del tiempo.
-¿Qué haces? -preguntó sonriendo el castaño.
-Tengo que ir a la fiesta -respondió mientras secaba su rostro con una toalla.
-Bueno, empezaré a vestirme también.
Billy lo vio por el espejo del baño y salió de ahí para entrar nuevamente a la habitación.
-No, no. Iré por mi cuenta, tú deberías de descansar, es bueno para ti.
Sintió como el castaño empotraba su espalda contra la pared.
-¿No quieres que yo vaya?
Billy lo empujó y lo empotró a él contra la pared que había detrás.
-Mejor si no lo haces chico rudo.
Se alejó de él y empezó a colocarse su ropa.
-Sí, para ti, tal vez.
El californiano rodó los ojos mientras se colocaba la camisa.
-¿Por qué me estás tocando las pelotas?
Steve se paró a su lado y lo observó.
-¿Qué estás viendo? -preguntó confuso el rubio.
-Solo preguntándome si somos una pareja o no -alzó una ceja haciendo aquella sentencia una pregunta.
Billy lo empujó contra la cama, acostándolo ahí. Él encima de Steve.
-Por supuesto que lo somos -sonrío.
-Una pareja que se esconde.
Se quitó de encima y siguió vistiéndose, colocándose sus zapatos y su cinturón.
-Mira, ha estado funcionando también durante todo este tiempo.
-Estoy un poco cansado de eso.
-Joder. Hablaremos de eso después, lo siento. Pero tengo que irme.
Tomó sus llaves y salió lo más rápido que pudo de la casa. Sabía que se le armaría un gran lío con Steve luego, pero primero debía permanecer vivo y eso significaba llevar a tiempo a la fiesta de Max sino Neil iba a matarlo.
Billy adoraba lo cálida que se sentían las mañanas en la casa de los Harrington's. Mientras se paraba desde la ventana de su auto mirando en dirección a la casa, era como un sueño hecho realidad.
Odiaba la parte donde tenía que abandonar aquel sueño y volver a su horrorosa realidad.