El reencuentro

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- ¿Qué tal estaba? - preguntó Polly mirando a Michael.

- Tenía hambre, me habría comido lo que fuera - contestó el chico con una pequeña sonrisa. Pero estaba espléndido.

- Espléndido - repitió Polly con una sonrisa, mientras miraba a Evelyn.

- Y.. ¿eres cocinera? - preguntó Michael mirando a la mujer.

- No soy cocinera, no - contestó Polly dejando la tetera encima de la mesa.

- El hombre que llegó a nuestra casa en un automóvil parecía rico - dijo Michael - ¿a qué se dedica?

- A los caballos - contestó Polly poniéndose té en una taza.

De repente los ojos de Michael y Evelyn brillaron, ya que a los dos hermanos les encantaban los caballos.

- ¿Enserio? - preguntó Evelyn con una pequeña sonrisa - nos encantan los caballos. Tengo una yegua blanca y Michael una castaña.

- No... - dijo Polly con una gran sonrisa.

- Me encanta montarla - dijo Michael.

- Y también te encanta robarme la mía - añadió Evelyn, a lo que Polly rió levemente.

- Lo lleváis en la sangre - dijo Polly dándole un largo trago a su té.

- Tengo muchas preguntas - dijo Michael mirando a la mujer - bueno, tenemos.

- Yo también - dijo Polly clavando la mirada en los ojos azules de su hijo.

- Y nos hemos imaginado muchas cosas - añadió Evelyn jugando con sus manos.

- Pues aquí me tenéis - dijo Polly mirando esta vez a su hija.

De repente hubo un silencio un poco incómodo. Polly encendió un cigarro y se echó el pelo hacia atrás, dudando si hablar o no.

- Os parece bien cómo soy ¿no? - preguntó Polly expulsando el humo.

- No podemos elegir - contestó Michael riendo levemente - en fin, somos quienes somos ¿no? nadie elige, es así.

- Poético - susurró Evelyn, a lo que su hermano rodó los ojos y su madre sonrió.

- Sí, así es - contestó Polly mirando otra vez a Michael y poniéndose un poco más seria - Dios os entregó a mí y otros se os llevaron. Y si que os parece bien que sea cómo soy ¿no? en un lugar así.

- Creí que sería peor - contestó Evelyn, a lo que Polly rió aliviada.

De repente entraron por la puerta dos hombres gritando y haciendo lo que parecía un teatro, mientras se apuntaban con pistolas.

Detrás de ellos apareció el hombre que había ido a la casa de los Johnson el día anterior.

Michael se levantó de la silla, mientras que Polly y Evelyn se quedaron sentadas.

Evelyn miraba a los recién llegados con una sonrisa y tratando de no reír. Mientras que Polly sonreía mientras miraba a su hija, con las manos entrelazadas con las de esta.

Los dos hombres notaron la presencia de los dos hermanos y dejaron de gritar.

Evelyn se levantó y se puso al lado de Michael, mientras que Polly se puso al otro lado de su hijo.

- Vamos a ver Polly ¿quienes son estos? - preguntó el hombre que tenía bigote.

- Señores, son vuestros primos - contestó el de ojos azules - los hijos de Polly, Michael y Evelyn.

𝐒𝐎𝐘 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐓𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora