¿Qué ha pasado?

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Durante el viaje desde la parroquia hasta la casa de apuestas de los Shelby, nadie habló.

Charles se la pasó abrazado a Evelyn, que le acariciaba el pelo y de vez en cuando le daba besos en este.

Michael en cambio, sabía que algo malo le había hecho Hughes a su hermana y la miraba a través del retrovisor.

Evelyn llevaba el pelo suelto, de forma que nadie podía ver las marcas que había dejado el padre en su cuello.

Al fin llegaron a la casa de apuestas. Evelyn cogió a Charles y bajó del coche.

Michael entró antes que los dos, para así poderles abrir la puerta.

Nada más entrar, Polly y Ada fueron corriendo hasta donde estaba el niño y Ada lo cogió.

Polly desvió la mirada hasta sus hijos y se quedó mirando a Evelyn, que tenía la mirada perdida.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó Polly preocupada mirando esta vez a Michael.

- No lo sé, no me lo quiere contar - contestó Michael también preocupado.

- ¿Estás bien? - preguntó Polly acariciando la mejilla de su hija, que solo asintió - Eve porfavor, no me mientas ¿qué ha pasado?

- He dicho que estoy bien - contestó Evelyn fríamente, mirando a su madre a los ojos.

Obviamente Polly sabía que su hija no estaba bien y que le había pasado o le habían hecho algo.

- ¿Dónde está Lily? - preguntó Michael cambiando de tema.

- Con Linda, en su casa - contestó Polly sin apartar la mirada de su hija - se va a quedar toda la semana.

Evelyn dio media vuelta y salió de allí, bajo la atenta mirada de su madre y hermano.

Sacó un cigarro y lo encendió. Enseguida se le vino a la cabeza cómo Hughes había abusado de ella y unas cuantas lágrimas cayeron desde sus hermosos ojos verdes.

Minutos después salieron Michael, seguido de Polly.

Evelyn se secó lo más rápido posible las lágrimas para que no viesen que había estado llorando, pero Polly se dio cuenta enseguida.

Los tres subieron al coche. Michael conducía, Polly iba de copiloto y Evelyn estaba detrás.

Cuando llegaron a casa, Michael y Polly estuvieron unos segundos mirándose. La mujer asintió con la cabeza y Michael bajó del coche, dejándolas solas.

- Evelyn porfavor, solo quiero ayudarte - rogó Polly girándose para mirar a su hija.

- ¿Cómo? - preguntó Evelyn mirando por la ventana - ¿cómo vas a ayudarme?

- ¿Porqué no empiezas contándome qué ha pasado? - preguntó la mujer.

Evelyn asintió. Pero antes de decir nada, se apartó hacia un lado el pelo, dejando ver las horribles marcas y moratones en su cuello.

- Jesús... no me jodas - susurró Polly llevándose la mano hasta su boca.

- Yo no dejaba de gritar e intentar soltarme de su agarre, pero él no me soltaba... y de repente estaba dentro... - explicó Evelyn con la voz quebrada.

- Ese puto cerdo - maldijo Polly en casi un susurro - cariño, deberías habérmelo contado.

- ¿Y qué hubieras hecho? no puedes matarlo, ya está muerto - preguntó Evelyn, para después suspirar - no me apetece hablar de esto, no ahora.

- Bien - suspiró Polly - vamos a casa.

Las dos salieron del coche. Polly cogió la mano de su hija esperando a que esta la soltase.

𝐒𝐎𝐘 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐓𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora