Bonnie

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Después de un largo trayecto, llegaron al campamento.

Michael fue el primero en bajar y Bonnie estiró su mano, para que Evelyn bajara.

- Su majestad - dijo Bonnie en tono de burla, mientras la chica bajaba.

- Que te den por culo - dijo Evelyn con una falsa sonrisa.

- Tan agradable - dijo el moreno rodando los ojos con una sonrisa.

- No olvides tomarte las medicinas - ordenó Evelyn extendiéndole uno de los botes a su hermano - o mamá te matará y luego a mí.

- Yo sé cuando me las tengo que tomar, no necesito una niñera - dijo Michael quitándole el bote de las manos y andando hacia la caravana - y menos que esa niñera seas tú.

- ¿Siempre es así de encantador? - preguntó Bonnie levantando una ceja.

- Es a días - contestó Evelyn suspirando - si estuviera mi madre, ella ya le habría pegado un guantazo por hablarme así.

- Creo que aún no he tenido el placer de conocerla, majestad - dijo Bonnie haciendo una reverencia - Bonnie Gold, a su servicio.

- Ya sabes mi nombre y apellidos. Evelyn Gray - dijo la chica rodando los ojos - y no me llames majestad, por Dios.

Bonnie y Evelyn estuvieron toda la tarde y noche hablando y conociéndose más.

La chica conoció a Esmeralda, Rosie y Cora, hermanas de Bonnie.

Esmeralda era la mayor, Rosie tenía la edad de Evelyn (y de Bonnie) y la pequeña Cora tenía cinco años.

02:47

- A dormir todo el mundo - ordenó Aberama levantándose del tronco, el cual usaba cómo banco - Cora vamos, a la cama.

- Papi, ¿Evelyn puede llevarme a la cama? - preguntó Cora frotándose los ojos y señalando a la chica.

Aberama miró a la Gray, que se había quedado de piedra.

Evelyn asintió con una sonrisa y cogió a la adormilada niña en brazos, llevándola a su cama.

La chica metió a la niña con cuidado en su cama y empezó a acariciarle el pelo.

- Evelyn - susurró la niña con su tono de voz dulce.

- Dime, pequeña - susurró Evelyn sin dejar de acariciar el pelo de la menor.

- ¿Estás saliendo con mi hermano? - preguntó Cora abriendo un poco los ojos - es que hacía tiempo que no veía a Bon tan contento.

Evelyn no pudo evitar sonreír. La verdad es que Bonnie le parecía muy atractivo y era bastante simpático y gracioso con ella.

- ¿Hacemos un trato? - preguntó Evelyn, a lo que la niña asintió - tú ahora te vas a dormir y cuando lo sepa te lo digo ¿hecho?

- Hecho. Buenas noches Eve - contestó Cora bostezando y cerrando los ojos poco a poco.

- Buenas noches - dijo la mayor con una sonrisa.

Evelyn le dio un beso en la frente y salió. Encontrándose a Bonnie sentado en un gran tronco.

- Veo que no se te dan mal los niños - dijo el chico con una sonrisa de lado.

- Me ha recordado a mi sobrina Lily, la hija de mi hermana - dijo Evelyn mientras se sentaba al lado del chico - tenía la misma edad.

- ¿Tenía? - preguntó Bonnie mirando a la morena con el ceño fruncido - no hace falta que me lo cuentes si no quieres.

- No, está bien. Su padre vino a por ella y se la llevó otra vez a Australia - contestó Evelyn mordiéndose el labio para no llorar y sin mirar al chico.

- Yo... lo siento mucho - dijo Bonnie poniendo su mano en el muslo de la chica.

Evelyn notó una sensación extraña en su estómago y cómo un calor subía hasta sus mejillas, pero sin sonrojarse.

Bonnie notó lo mismo que la chica y automáticamente sus ojos bajaron hasta los labios de la morena.

La chica no se pudo retener más y conectó sus labios con los del chico, que enseguida le siguió el beso.

Sin separarse del beso, Evelyn se sentó a horcajadas de Bonnie y este empezó a besar su cuello, dejando lo que pronto serían oscuras marcas.

- Bonnie - suspiró la chica - Bonnie, nos pueden ver.

- Ni que fuéramos los primeros que lo hacen aquí fuera - susurró el chico desabrochando la blusa de la chica, dejando ver su sujetador negro - amén.

Un mes después

Evelyn se despertó y se asustó al encontrarse en una habitación que no era suya, desnuda y con solo una fina sábana que cubría su hermoso cuerpo.

Pero enseguida recordó lo que había pasado la noche anterior y suspiró, aliviada.

Miró alrededor y no había rastro de Bonnie.

De repente la puerta del baño se abrió y apareció Bonnie sin camiseta, con solo unos bóxers.

Evelyn no pudo evitar morderse el labio al ver al chico así. Era demasiado atractivo.

- Buenos días princesa - dijo Bonnie con una sonrisa de lado - ¿te gusta lo que ves?

Evelyn asintió con la cabeza. A lo que Bonnie fue andando poco a poco hacia ella.

Se puso encima de la chica, entre sus piernas y empezó a besarla.

- ¡Evelyn! - gritó Michael desde fuera - ¡mamá ha llegado!

- Mierda - susurró Evelyn, mientras Bonnie le besaba el cuello - Bon, tengo que irme.

- ¿Un rapidín? - preguntó Bonnie bajando sus caricias hasta el muslo interno de la chica, haciendo que esta gimiera.

- Adelante - suspiró Evelyn, cerrando los ojos cuando el chico metió dos dedos en su clitoris - Bonnie.

10 minutos después

- Adiós princesa - dijo Bonnie besando a la chica mientras se abrochaba la camisa.

- ¡Evelyn Gray, cómo no salgas ahora mismo, tiraré la puerta abajo! - gritó Polly desde fuera.

- ¡Voy! - gritó Evelyn terminando de cepillarse el pelo, para luego acercarse al moreno y besarlo - adiós bon-bon.

- Te he dicho mil veces que no me llames así - dijo Bonnie rodando los ojos.

Evelyn no le hizo caso y salió de la caravana. Encontrándose a su madre junto a Michael.

- ¡Al fin! - bufó Polly, pero cuando vio a Bonnie salir detrás de su hija, su expresión se volvió seria - voy a imaginar que no habéis hecho lo que estoy pensando.

- Pues llevan así un mes - dijo Michael en un susurro, pero que claramente todos pudieron escuchar.

- ¡Eve! - gritó Cora desde los brazos de su padre - ¡el trato!

- ¿De qué trato hablas? - preguntó Aberama levantando una ceja.

Evelyn miró al moreno, le dio un beso en los labios y asintió con la cabeza.

La niña no pudo evitar sonreír y aplaudir.

Polly miró a su hija y luego al moreno con los brazos cruzados y una mirada profunda.

Si las miradas mataran, Bonnie estaría a treinta metros bajo tierra, cómo mínimo.

- Eres un sapo - susurró Evelyn en la oreja de su hermano.

- Gracias - agradeció Michael sarcásticamente mientras subía al coche junto a su hermana.

𝐒𝐎𝐘 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐓𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora