|01|

2.4K 323 106
                                    

Luna llena de antaño con hojas secas sobre el asfalto, luces bajas en el cuarto y una voz que te tendrá encantado.

En cuanto aquel joven de tez pálida y ojos brillantes apareció frente a las puertas del Castillo el Rey cayó embelesado por tal figura llena de encanto, en cuanto sus labios dejaron libres las palabras él nada pudo hacer para negarle algo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En cuanto aquel joven de tez pálida y ojos brillantes apareció frente a las puertas del Castillo el Rey cayó embelesado por tal figura llena de encanto, en cuanto sus labios dejaron libres las palabras él nada pudo hacer para negarle algo.

Caminaron juntos por el extenso pasillo siendo las puertas del palacio cerradas a sus espaldas, el Rey estaba curioso por aquel chico de ojos azules y cabellos rojizos, aquel muchacho que caminaba con total naturalidad pero dando una distancia de un paso entre ambos.

— Y dime... — dijo entonces, ansioso por romper el silencio entre ambos, curioso, bastante intrigado quizás era la manera correcta de decirlo. — ¿que te trae por aquí?

El chico forastero lo miró de reojo antes de sonreír mostrando su perlada dentadura y paró en seco frente a las grandes escaleras.

— Perdone mi atrevimiento majestad, no he podido presentarme como se debe — contestó el joven, dio un paso para quedar frente a él y se inclinó levemente en una reverencia con la cabeza gacha y las piernas cruzadas e inclinadas de manera elegante, como todo en él. —, mi nombre es Seungmin, Kim Seungmin, y he venido aquí para ser su Arlequín.

El muchacho de cabellos rojizos levantó la mirada con sus ojos brillando con emoción mientras una sonrisa ladeada decoraba su rostro, en cuanto a su posición el no abandonó su labor de estar inclinado para el Rey.

— Levántate — susurró el hombre y fue lo que el menor necesitó para dejar su posición —, ¿mi arlequín dices? — el muchacho dió un asentimiento — entonces tú-

— Así es, Rey, esta noche le concederé el placer de un show, usted decidirá de que tipo, cualquiera de sus órdenes yo las cumpliré, hasta la media noche...

El Rey ignoró sus últimas palabras como era previsto.

— ¿Cualquier cosa?

— Cualquier cosa, mi Rey.

Aquella noche el dió uno de sus más grandes shows en la sala del trono, siendo el Rey y sus guardias sus únicos espectadores.

Con su cuerpo cubierto por una camisa blanca y delgada y un par de pantalones de lana negros junto a un chaleco de colores rojos y azules, y joyas en el rostro, bailó por el gran espacio con torpeza y diversión por el gran salón. Respondía cada pregunta o afirmación del Rey con algo tonto y sin sentido que lograba sacarle a todos una carcajada.

Ese era su trabajo. Servir, entretener, actuar.

Un arlequín servía a su amo, un arlequín cumplía cualquier orden, un arlequín... solo era un bufón para los reyes, un bufón de sonrisa hipnotizante y ojos atrayentes.

En una de las órdenes del Rey el muchacho tuvo que actuar.

Seungmin estuvo contento con esto y en su rostro se pintó una mueca de confusión y desconcierto, miro a los lados interpretando un acto mudo y elevó una pierna haciendo el amago de caminar un paso, apoyó la punta en el piso y luego sonrió antes de bajar todo su pie e imitó la acción con el contrario, suspiró feliz pero luego cayó al suelo, al encontrarse sentado sobre el frío piso cruzó sus brazos con un puchero en labios ocasionando la risa del Rey y sus guardias.

𝕬𝖗𝖑𝖊𝖖𝖚í𝖓 || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora