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Por la tarde paseo por todo el castillo junto a los niños y el Rey, mantuvo una charla amena con el mayor observando de tanto en tanto a los menores, cuidando de que estuvieran bien y no sufrieran algún accidente ya que su hiperactividad era a veces un peligro para ellos mismos. 

— Entonces ¿ya te sientes mejor? — rodó los ojos antes de golpear el brazo del mayor levemente provocando una risa en este que mejoró el silencio que los rodeaba a ambos. — ya, perdón, es solo que verte temblando es divertido.

— ¿Temblando? ¿quién tiembla? yo no estoy temblando.

Hyunjin puso una mano sobre su pierna derecha y él bufó desviando la mirada, a pesar del tiempo sus piernas aún temblaban levemente y si hacía presión en algunas zonas de esta dolían gradualmente, no era una buena situación por lo que gracias a esto tuvo que permanecer la mayoría de tiempo sentado.

— Deja de reírte. — advirtió.

— No me estoy riendo.

— Está bien, déjame corregir, deja de sonreír.

— ¿Por qué, no te gusta mi sonrisa? 

Lo miró con una ceja alzada y los brazos cruzados, no era que su sonrisa no fuera bonita, lo era sin duda, la forma en la que dejaba ver sus dientes y sus ojos se cerraban hasta formar medias lunas y su nariz se fruncía levemente mientras el lunar debajo de su ojo resaltaba con fuerza, era lindo, adorable incluso.

— Te estás burlando de mí. — fue lo único que pudo responder y el Rey carcajeó suavemente frente a esto antes de que fueran interrumpidos por Hyuka quien llegó a ellos con un bostezo y una de sus manos echa puño frotando uno de sus ojitos.

— Papá — jura que pudo morir de ternura ahí mismo, su corazón dió un vuelco enternecido y sus ojos brillaron al ver al niño caminando en dirección al Rey, nunca había convivido mucho con pequeños pero sin duda estos le encantaban. —, tengo sueño.

Observó encantado como Hyunjin estiró sus brazos en dirección al menor y este se lanzó a ellos de inmediato dejando que el mayor lo acomodara en su regazo para que pudiera descansar ahí. Su mirada se elevó hasta el horizonte del castillo en donde se dejaba ver la mitad del sol detrás del enorme muro, ya era tarde, y considerando lo mucho que los niños jugaron suponía que en cualquier momento los demás también vendrían con la misma oración que el menor dormido en brazos del Rey. 

Sonrió al sentir los últimos rayos del sol chocando contra la parte superior de su rostro antes de que este se ocultara por completo detrás del muro del gran castillo y se preguntó entonces ¿por qué? porque de ese gran muro que rodeaba todo el castillo en su totalidad, para él no tenía sentido que el Rey pusiera barreras entre él y su pueblo.

— ¿Te gusta la vista? — preguntaron a su costado, asintió sin voltear la mirada antes de bajar esta misma y acariciar sus nudillos. 

— ¿Puedo hacerte una pregunta? 

— Por supuesto, ¿que es?

Sus ojos encontraron los del mayor casi sin dudar, se preguntó si era una buena idea preguntar, no es como si fuera un tema demasiado preocupante o algo parecido, era simplemente curiosidad sobre un hecho casi insignificante, solo que no sabía si su curiosidad sería bien recibida.

El viento apartó algunos mechones rebeldes que caían sobre su frente dándole también a él una probadita de algo simple y refrescante que lo calmó de cierta manera, el Rey esperaba por sus palabras mientras él esperaba por encontrar que decir con exactitud, entonces diciendo que no podría ser tan malo preguntar por un simple muro lo soltó.

𝕬𝖗𝖑𝖊𝖖𝖚í𝖓 || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora