𝕬𝖗𝖑𝖊𝖖𝖚í𝖓 || Hyunmin

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Fue una total sorpresa, no pudo reaccionar después de eso, recuerda vagamente haberle dado un asentimiento al Rey y luego acomodarse de nuevo en su sitio para terminar de comer. No pudo evitar mirar curioso a Kai, el niño sin embargo luego de terminar de comer saltó del regazo de Hyunjin y corrió hasta donde estaba sentado Soobin jalando levemente de la manga de su camisa pidiéndole jugar, la víctima de sus plegarias asintió y le dijo que primero terminaría de comer y luego jugarían cerca de la ventana del comedor mientras esperaban a Taehyun y Beomgyu.

Cuando todos terminaron las mucamas empezaron a recoger los platos y bandejas y se dirigieron en conjunto hasta una puerta detrás del Rey que suponía llevaba a la cocina. Mientras tanto este mismo se levantaba y con una despedida a todos comenzó a caminar hasta la salida sin embargo paró algunos pasos más adelante y giró su mirada hacia él.

— Seungmin — llamó, el mencionado quitó su vista de los niños y la volvió hacia él esperando por sus siguientes palabras aunque curioso por su llamado. —, acompáñame. 

Nervioso por pasar un rato a solas con el Rey asintió rendido sabiendo que no podría hacer nada para negar su pedido, se levantó de su sitio y avanzó hasta el azabache escuchando a su lado las risas de los niños antes de que estos salieran corriendo por la gran puerta. Pronto el Rey siguió su paso con él a su lado caminando entonces fuera del comedor y dirección a un pasillo por el que no había pasado antes, pudo ver más adelante de ellos a los niños quienes parecían tener una carrera.

— Debo decir que me sorprendió verte en el comedor — su mirada fue por inercia al más alto al saber que sus palabras estaban dirigidas a él con una pregunta que pronto sería soltada. —, ¿puedo saber porque decidiste acompañarnos tan repentinamente? 

Volvió su vista al frente y tarareo levemente, él no pensaba hacerlo a decir verdad, tal vez en dos o tres días más pero no tan pronto, sin embargo y escuchando de nuevo las voces de los niños en su cabeza sonrió sin poder evitarlo y supo que de no haber sido por ellos él se hubiera considerado un ermitaño topo que solo saldría por las noches para complacer al Rey. El solo pensamiento pintó de rojo sus mejillas sin poder evitarlo.

— Se lo prometí a los niños — contestó entonces antes de agregar con una sonrisa divertida por el recuerdo fugaz. —, por la garrita. — agregó entonces más animado puesto que esa había sido sin duda una de las promesas más tiernas que había hecho alguna vez...

Al percibir el silencio del Rey giró su mirada en dirección a este descubriendo que el Rey lo estaba mirando de forma interesada antes de asentir levemente, iba a decir algo más sin embargo en ese momento apareció Chan frente a ellos enfocando su vista solo en el Rey.

— Majestad, el secretario Seo lo está esperando en su oficina — informó él, frunció el ceño en cuanto vió como el rostro de Hwang cambiaba por completo a uno que no supo como interpretar. —, necesita hablar con usted de un tema importante.

Hwang bufó — Dudo que así sea — su vista pronto cayó en el pelirrojo y suspiró pesado. —, te veré esta noche. — dijo entonces y sabiendo lo que pasaría asintió desviando la mirada. El Rey pronto abandonó el lugar junto a Chan dejándolo en el medio del pasillo.

No estaba seguro de que hacer o a dónde ir ahora, podría volver a su habitación y leer otro libro pero la sola idea ya no era tan convincente como antes, él quería descubrir otro espacio, algo más interesante que ver.

Pronto alguien apareció a su lado haciendo que sorpresa lo cubriera por unos momentos antes de caer en cuenta de quién era su nueva compañía. Miró a su acompañante con una ceja alzada por la expresión nada contenta que este mantenía ganando entonces un bufido de su parte, cruzó sus brazos esperando que este hablara y lo hizo entre dientes.

— Odio ser niñera. — siseó.

Rodó los ojos no siendo muy difícil para él saber que sería su niñera.

— Y yo odio tener una — contestó, aunque el hecho de que hayan puesto al chico de aspecto de zorrito para que lo cuide no tenía mucho sentido. —, dudo que el Rey te haya puesto como mi niñera así que, ¿quién te mandó? 

El chico resopló haciendo que algunos mechones de sus cabellos volaran levemente, se veía bien con el cabello largo a decir verdad, lo hacía lucir como un muñequito de porcelana.

— Chan, ¿quién más si no es él? no te tiene mucha confianza. 

— No lo dudo aunque se me hace raro, creo que se toma muy enserio su papel de guardia del Rey ¿verdad? — Jeongin negó — ¿ah no?

— No — contestó —, es más protección de buenos amigos — bostezo sin muchas ganas antes de empezar a caminar algunos pasos siendo seguido rápidamente por el pelirrojo —, se apoyan mutuamente prácticamente desde que eran niños. 

Tarareo asintiendo con la mirada al frente. — Entonces, ¿quién es ese secretario Seo? jamás lo había escuchado.

— ¿Qué podrías escuchar? pasas todo el día en tu cuarto, maldito vago. 

— ¡Oye! 

— Y además — lo cortó —, eso no es de tu incumbencia, dedícate a hacer tu trabajo.

— Pues mi trabajo se ha vuelto extraño — susurró antes de que una pregunta se interpusiera entre sus pensamientos. —, oye, uhm... Jeongin — llamó.

— ¿Qué?

— ¿El Rey ha tenido alguna pareja antes? — el contrario volteó a verlo con una ceja alzada. — pregunto por curiosidad.

— Claaro — contestó él no creyéndole ni un poco, pero mucho no le interesaba lo que él quería tener era una respuesta. —, no, el Rey jamás ha tenido una pareja, según él sus gustos y demandas para elegir una pareja son complicados pero si ha tenido algunos amantes. — ya lo creía. — Chan una vez me dijo que el Rey tenía... deseos oscuros que no cualquier podría cumplir. 

Ambos se quedaron callados tratando de procesar eso o siquiera intentando comprenderlo.

— Jamás lo entendí así que no se que más decirte, eso es todo. — asintió perdido. — ¡Entonces! — exclamó haciendo que saltara levemente por el susto del leve grito. — ¿a dónde quieres ir? 

Dudó unos segundos aunque pronto tuvo una idea que le gustó, supuso que era mucho mejor que encerrarse de nuevo en su cuarto.

— Quiero ir a jugar con los niños.