02. Lindo idiota

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–Deberías fijarte tú, eres quién está patinando, no es así, preciosa?– Me dijo cómo respuesta a mi amable oración hacia su persona.

–No me digas preciosa, imbécil– Rodé los ojos por su apelativo, aunque la verdad me agradaba viniendo de su voz, era algo dulce, pero muy ronca y con un tono de gravedad a la vez.

–Cómo sea, adiós, preciosa– Dijo con un tono de indiferencia, pero una sonrisa en sus rosáceos labios.

·Hasta nunca imbécil– Contesté hastiada, mientras rodaba los ojos.
No lo soportaba, era cómo el sol del mediodía, insoportable, pero capaz de causar mucho calor.

Realmente era un lindo idiota, pero jamás lo diría en voz alta, era demasiado orgullosa para admitirlo.

2 días después:

El instituto era muy aburrido para mi gusto, pero debía permanecer allí si quería un futuro.

La primera clase del día fue español, el profesor Muller pasaba la asistencia cómo de costumbre.

–Davina Bowie– Llamó en la lista para saber si estaba presente en su clase.

–Presente, profesor Muller– Dije con un tono dulce.

–Es usted solicitada en la dirección– Cuándo dijo eso me asusté, a pesar de no haber hecho nada, me asusté,¿Estúpido, no?

Al llegar a la dirección, toqué dos veces antes de escuchar un adelante.

–Directora Cherry?– Al llamarla por su nombre de pila, me dí cuenta que había cometido un error, no estábamos en casa para llamarla así, pero claro que se me había olvidado, cómo siempre.

–Te he seleccionado para ser la tutora del nuevo estudiante de intercambio, él es André Rousseau– Y procedió a dejarme ver a quién menos pensé encontrarme de nuevo en mi vida.

Cómo es costumbre él no pudo mantener la boca cerrada, y comentó:

–Ah eres tú– Dijo con hastío.

–Ya se conocían?– Intervino mi madre.

–S.. sí, nos conocimos el sábado en la pista de patinaje– Ni sé porque titubeé, pero al parecer mi madre no le dió importancia, a diferencia de el lindo idiota.

–Te pongo nerviosa, preciosa?– Preguntó con un poco de diversión en su voz, lo odio.

–¡Sr. Rousseau!– Lo reprendió mi madre, por su pequeño comentario.

–Srta. Cómo le decía, usted será la guía de André Rousseau, por este año escolar, debido a que debe integrarse y quién mejor que usted para ese trabajo, es un estudiante promedio, tiene actividades extracurriculares, en las cuales podría incorporarse para que así, él pueda tener mejor desenvolvimiento en el área, entiendo, srta?– Ni siquiera me lo estaba consultando, fue una orden directa, que me dejó plasmada allí, sin saber qué hacer.

Mi Divino Tropiezo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora