André.
Después de separarme sentimentalmente de Alice, fui tras Davina, pero no se encontraba en su departamento ni en casa de su madre. Así que cómo último recurso, fui a la pista en la cual tropezamos y allí estaba, patinando con mucha calma y dedicación, creo que ni siquiera se había percatado de mi presencia, hasta el momento en el que como resultado de un giro, quedó frente a mí.
–Pensé que ya no patinabas, preciosa– Dije usando el seudónimo que le otorgue al encontrarnos en esta pista.
–No me digas preciosa, André– Espetó molesta
–Es qué eso eres, eres preciosa– Respondí tratando de aliviar la tensión acumulada entre nosotros.
–Solo patino cuando intento despejarme y quitarme el estrés, André– Dijo esquivando mi halago hacia ella
–Necesitamos hablar, Davina, no podemos quedar así, déjame explicarte, por favor– Rogué
–No quiero hablar ahora, pero te daré el beneficio de la duda.
–Está bien, haré todo lo posible por explicarte todo a detalle, todo lo que quieras saber
–Ese es el problema, dices lo que harás, pero no lo cumples, tú eres tan a veces y yo tan por siempre.
No había sido consciente de que eso era cierto, pensé que daba todo de mí, que hacía lo de decía que cumpliría, pero no, no era así.
–Te daré espacio, el que necesites, pero una vez hayas decidido hablar, avísame, por favor.
Al decir eso, salí de la pista, necesitaba despejarme, pensar en qué hacer. Así que fui hasta otra pista, hacía esto muy pocas veces, pero patinar me relajaba. Cuando llegué a la pista; vi a un grupo de niños aprendiendo hockey y me acerqué, con la intención de recordar los viejos tiempos. Los niños se giraron hacia mí y me miraron con confusión.
–¿Quién eres?– Me preguntaron con mucha curiosidad
–Soy André, antes jugaba hockey, pero ahora no
–Enserio, Sr?– Preguntaron muy entusiasmados y no podía quitarles eso
–Sí, ¿Lo quieren ver?– Ellos solo asintieron
Comencé a patinar con un stick para proceder a buscar el disco, pero antes de siquiera poder anotar, me lo quitaron llevándolo lejos de mí. Estaba tan desahuciado por todo lo ocurrido con Davina, que simplemente seguí patinando sin importarme que sucediera con el disco.
Al regresar al departamento que había comprado, pues no pensaba regresar a Francia, estaba exhausto y me dispuse a dormir.
Davina
Al día siguiente:
El patinar el día de ayer, me había relajado y quitado un poco el estrés, pero eso no recompensaba que me hubiera sentido muy mal con toda la situación de André. Me encontraba frustrada porque a pesar de todo lo sucedido, seguía gustándome como si no hubiera un mañana, me calentaba tanto que yo sola no podía saciar mis necesidades, pero tenía que ser fuerte y esperar que pasara.
Probé de todo, pero mi calentura no bajada ni con el pasar de los días, así que decidí que cerraría ciclos dejando que me hiciera suya y luego me olvidaría de él. Le envíe un mensaje diciéndole que nos viéramos en mi departamento para hablar, pues realmente no esperaría hasta llegar a donde sea que él se estuviera quedan do.
Cuando André estuvo en la puerta tocó el timbre y fui a abrir para permitirle el paso. Sin siquiera darle tiempo de decir una palabra, al cerrar la puerta me impulsé hacia él y comencé a besarlo con avidez.
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Mi Divino Tropiezo (En Proceso)
RomanceLa típica historia de amor, se amaban, lo demostraban, o eso aparentaban. Davina, mujer fuerte que fue víctima de un amor. Él, era atento y la amaba o eso demostró al principio, porque, luego todo se puso en duda. Podrán pensar que es una historia d...