Lilian caminaba nerviosa.
No pudo conciliar el sueño en toda la noche. Se levanto desde muy temprano para hacer sus quehaceres.
Llevaba una lista de los víveres que tenían en el palacio. Tenía que hacer un recuento de las verduras y frutas que tenían en el almacén para saber que ordenar.
Jitomates, espárragos, brócolis, espinacas, hongos...
Señalaba con la pluma en mano todo lo que había.
Cuando...
[—Deseo un retrato de mamá]
Lilian cerró los ojos.
El recuerdo de su princesa no salía de su cabeza. Nunca podría olvidar aquella mirada perdida y llena de ansiedad y dolor. En todos estos años de dolor para su princesa nunca había demostrado ese grado de dolor, ni siquiera sabía que existiera tal grado.
Su corazón se encogió en su pecho.
Tampoco había preguntado por su madre, todo era tan repentino.
¿Un retrato de la... señorita Diana?
Si por ella fuera no dudaría en ir a pintarlo, pero...
Ella no era capaz de proyectar los recuerdos de su cabeza y tampoco podía describirlo, pues el hacerlo haría que el retrato quedara fatal. Y su princesa y tanto como su señorita Diana, no merecían eso.
La recordaba claramente, no había rasgo que no recordara. Sus largos cabellos rubios, su hermosa sonrisa, el color de sus ojos, lo blanca que era su piel; incluso aunque sonara absurdo recordaba con claridad el sonido de su voz.
Antes de ser la madre de Athanasia, la mujer del Emperador, era su amiga. La persona que más la apoyo cuando el imperio se caían en pedazos.
¿Cómo olvidarla? Si su princesa era una mini copia de ella.
Aunque le costará la vida tenía que cumplir el deseo de la princesa...
«Aunque el Emperador me mande a la horca, mi princesa obtendrá su regalo»
Alzo ambos puños ante su determinación, brillos salían de su rostro.
—¿Señorita Lilian?
La voz de Félix la sacó de su ensoñación.
El rostro de aquel guapo caballero estaba muy cerca del suyo. Su tez se volvió del color de un camarón. Intento dar un paso en reversa, pero se dobló su tacón haciendo que perdiera el equilibrio. Félix la sostuvo de la cintura al ver que iba a caer.
—¿Se encuentra bien?
Lilian miró aquellos ojos grises metálicos, su corazón latía como yegua desbocada, sentía el bochorno en todo su cuerpo. Iba alejarse, pero un pensamiento la detuvo.
Un momento...
«Sir Félix también conoció a la señorita Diana y es el segundo más cercano al emperador»
Félix la miraba extrañado.
«Quizás...»
Lilian sonrió ante su magnífica idea.
—¿Señorita Lilian?
.
.
.
Félix caminaba de un lado a otro mientras se mordía la una del dedo pulgar. Se encontraba frente a la oficina del Emperador.
[—Nuestra princesa, anhela con todo su corazón un retrato de la señorita Diana...]
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Lágrimas de Sangre ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~
FanficCuándo Athanasia abrió los ojos se mantenía en su cuarto, sobre su cama, pero algo en ella se sentía distinto. Caminaba por lo pasillos del Palacio con los hombros erguidos y la mirada al frente, contestaba ante los comentarios absurdos, groseros y...