Cross your mind

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I want you, there's no line.
I'll love you or die trying.

I'll love you or die trying

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Octubre del 2017

Había una tensión entre ambos, una tensión que se intensificaba aún más cuando estábamos demasiado cerca.

Aún tengo fresco el recuerdo de mi cuerpo aprisionando el suyo contra un arbusto, recuerdo como estaba a punto de besarla y ella lo quería. Y después de aquel día, cuando más intentábamos evitarlo más sucedía.

El día que fuimos al museo, cuando la deje en su casa ella se despidió y en un mal movimiento sus labios quedaron contra la comisura de los míos.

Otro día volvimos a estar peligrosamente cerca, pude sentir su respiración mezclarse con la mía y le fue inevitable cerrar sus ojos por un segundo y tomar mi camisa con fuerza.

Pero a pesar de eso, nadie tocaba aquel tema, hacíamos como si nada hubiera pasado, aunque parecíamos adolescentes buscando estar más cerca el uno del otro, yo no perdía cualquier oportunidad para tomarla por los hombros, para tomar su mano, abrazarla o cualquier tipo de contacto físico y ella no se quedaba atrás, pero siendo más sutil y en reacción a mis acciones.

—No se jugar golf —mordió su labio debido a los nervios mientras bajábamos del auto.

—Voy a enseñarte —me acerque a ella mientras nos encaminamos a la entrada del club.

—Que guapo se ve hoy, señor Horan —le di una sonrisa a la mujer que pasó a mi lado.

—Gracias, usted se ve hermosa —ni siquiera nos detuvimos a saludar y cuando cruzamos la entrada fruncí el ceño al verla alejada de mí.

—Que guapo se ve hoy, señor Horan —hizo un ademán, componiéndose el cabello de manera exagerada mientras decía aquello con una voz chillona.

—Se ve maravillosa el día de hoy, señorita Toscano —la vi entrecerrar los ojos para después ponerlos en blanco—. ¿Celosa?

—Claro que no, no seas idiota —reí mientras pasaba mi brazo alrededor de sus hombros—. Voy a hacer el oso de mi vida, así que mejor apresurémonos.

Cuando tomamos todo lo necesario nos encaminamos al punto de inicio y me miró con atención.

No mentía cuando le decía que se veía maravillosa, con una falda azul y una blusa blanca mientras tomaba su cabello en una coleta para después acomodar la gorra.

—¿Sabes algo de golf? —miro los palos, las pelotas y después a mí.

—Mi papá intentó enseñarme un par de veces... —dudó—. Se un poco de lo teórico y en lo practico —negó.

—Muéstrame lo que sabes —sonreí, este se volvería uno de mis momentos favoritos.

[...]

Before we fall; n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora