Dress

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"I keep staring at that little white number, the one in the picture."

Diciembre del 2017

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Diciembre del 2017

Estaba distraída, tal vez molesta y a pesar de que seguía viéndose preciosa mientras mordía distraídamente su labio no me gusta el silencio que se perpetuaba en el auto desde que subimos.

—Amelia —la llamé y solo en aquel momento dejo de tener la mirada fija sobre el pavimento—. ¿Qué sucede?

—Nada —murmuró y de reojo pude verla presionando sus labios en una sonrisa.

Tal vez había hecho algo que la molestara, pero juro que ya había repasado cada minuto del día en mi cabeza y no encontraba algún indicio de haberla cagado.

Entramos al departamento, su mano entrelazada con la mía y la ansiedad comenzaba a darme dolor de cabeza.

—Ahora vuelvo —apenas entramos y camino en dirección a la habitación.

Le di un par de minutos antes de ir detrás de ella y cuando entre dio un respingo, chocó conmigo y su mano quedo en el aire a punto de abrir la puerta. Cerré detrás de mí y caminé hacia ella, se tensó y estuvo a punto de dar un paso hacia atrás.

—Necesito saber qué es lo que hice para que estés molesta —frunció el ceño.

—No estoy molesta —la vi relajarse y tomar una profunda respiración—. Tampoco hiciste algo, es cosa mía.

—¿Qué pasa? —dio media vuelta en dirección al sillón en la esquina y no dude en hincarme frente a ella cuando estuvo sentada.

—No soy una novia intensa ¿okay? —reí.

—Lo sé —no comprendía a donde iba a esto, pero después de saber que no hice algo mal me tranquilicé—. ¿Eso que tiene que ver?

—Me voy en menos de una semana y creo... —suspiró—. No, estoy segura de que voy a extrañarte —frunció los labios—. Me refiero a que ni siquiera me he ido y de solo pensarlo te extraño.

—Tú, Amelia, la misma chica que hace unos meses se negaba a contestarme los mensajes por días y me tenía detrás de ella ¿está admitiendo que va a extrañarme? —puso los ojos en blanco y asintió.

—Ush, cállate —estuvo a punto de levantarse y la detuve.

—También voy a extrañarte, incluso iría por ti y te llevaría a donde quisieras, pero no puedo ser tan egoísta y seguramente es lo mismo que piensas.

—¿Vas a extrañarme? —levantó una ceja.

—Si, y no tengo problema en admitirlo —se inclinó, tomé su rostro entre mis manos y tomé su boca, mordisqueé su labio inferior buscando que abriera su bonita boca y no perdí mi tiempo en tocar su lengua.

Before we fall; n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora