Slow hands

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"I've been thinking 'bout it all day and I hope you feel the same way."

Marzo del 2018

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Marzo del 2018

Llegué a Londres un par de horas antes de lo esperado, pasé por un ramo de flores y agradecí que el tráfico aquella hora fuera casi nulo lo que apresuro mi llegada. Abrí con cuidado, dejé mis maletas a un lado de la puerta y entre con cuidado, frunci el ceño al no verla, pero mis ojos captaron los grandes ventanales abiertos.

Sonreí al verla en la terraza, sobre una de las tumbonas, bajo una gran sombrilla, en un top deportivo, una falda y con un libro en la mano. Mi corazón latió con fuerza.

—¿Disfrutando del clima? —el libro casi cae de sus manos cuando dio un pequeño salto y volteo en mi dirección.

—Niall —balbuceo, dejo el libro a un lado y se levantó de golpe—. Llegaste —aquello sonó con ilusión y corrió a mis brazos con una sonrisa formándose en su rostro.

La tome con gusto sujetándola por los muslos, sus manos tomaron mis mejillas y me beso sin pensarlo mientras la estrechaba con fuerza.

—Te he extrañado tanto —hablé sobre sus labios y nos dejé caer donde antes estuvo tumbada—. Tanto nena —se acomodó a horcajadas sobre mi mientras seguía besándome y sus dedos se enredaban en mi cabello.

—Pensé que llegarías más tarde —quiso alejarse y la senté sobre mí, hundiendo mis dedos en la piel expuesta de su cintura mientras la examinaba a detalle notando un ligero sonrojo que estaba formándose en sus mejillas.

—Cuando terminé mi último pendiente tomé el primer vuelo disponible —dejé de mirarla y mis ojos capturaron el libro—. ¿Qué lees?

—Es... —miro el libro sobre la mesa y frunció el ceño, como si buscará la manera de explicarlo—. Se llama "besar a un ángel" Julia se ha vuelto fan del romance contemporáneo y me aseguró que era hermoso.

—¿Y qué tal va? —enganché mi dedo en el borde de su falda para acercarla más a mí y llevé mi mano libre a su espalda deseando tocarla.

—Bien, Daisy, la protagonista, es muy fuerte, todo corazón y me agrada —levanté la mirada esperando a que siguiera—. Y Alex, a él le tengo amor con odio, me ha sacado bastantes corajes.

—¿Más que yo? —deje un beso sobre la comisura de sus labios y suspiró al tiempo en que se estremecía.

—No —cerro los ojos mientras pasaba mis manos por su espalda y presionaba un beso en su cuello—. Quisiera decir que me gustan más los hombres de los libros, pero nada se compara.

—Gracias por el cumplido —contoneo sus caderas cuando sintió mi erección y seguí con mis besos en su cuello bajando hasta el borde del sujetador—. Amelia —advertí.

—Vamos a la habitación —sus manos bajaron al borde de mi camisa y quemaron en mi piel, desatando las emociones que había estado conteniendo por semanas.

Before we fall; n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora