"Feels like every time i turn a corner you're standing right there"
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Agosto del 2017
El primer día volví a sentirme como un idiota, el café de sus ojos estaba grabado en mi mente y las palabras que no tuvo miedo de decirme se repetían a cada nada prendiendo algo dentro de mí que me hacía pensarla aún más.
El segundo día creí que me sentiría mejor, incluso estaba seguro de que contestaría mis mensajes y hablaríamos de lo que paso, pero no sucedió nada, no abrió mis mensajes, tampoco devolvió mis llamadas y aquello arremetía en mi orgullo.
El tercer día estaba decidido a olvidar aquella noche y me propuse no darle la importancia que le estaba dando y si, no había tenido señales de vida por parte de ella, como si nada hubiera pasado.
Sin duda el cuarto día fue el mejor, apenas y apareció un par de veces en mi cabeza con vagas imágenes, algunos ensayos, visita al golf y tarde con amigos parecieron ser el remedio.
Mis músculos se tensaron, los nervios se apoderaron de mi cuerpo al divisar a la chica que se movía entre la gente, apresure el paso y cuando estuve lo suficientemente cerca y a punto de tocar su hombro me percate de que no era ella. Deje salir un suspiro mientras pasaba con prisa a su lado y entraba a la primera tienda de ropa, sintiéndome un idiota.
¿Qué iba a hacer si era ella? estaba actuando como un tonto y se sentía como si cada que doblara en una esquina ella estaría ahí, mis ojos buscaban con desespero algo que me recordará a ella como si el universo fuera tan misericordioso conmigo como para ponerla en mi camino.
Tal vez me estaba volviendo loco o era el remordimiento que torturaba a mi conciencia, negándose a que olvide lo sucedido.
Y ahora había un debate moral en mi cabeza que volvía mis pensamientos un lío, que me decía a gritos que debía ir y pedir disculpas, no dejar que tenga una idea errónea de lo que soy pero que intento ocultar.
Por qué estoy consciente de que solo he estado jugando un papel de chico malo después de mi última relación.
He estado jugando al hombre que solo se acuesta con la chica que quiere cuando quiere y al parecer mis actos acababan de pasarme factura.
Me repetí que no debía volver a lo mismo, que aún no estaba listo para sacar a relucir lo que mejor me sienta y se me da y repetí un par de veces que mis últimas actitudes me dan mejores beneficios, me ahorran problemas y a pesar de todo, se me da con facilidad.
—Podemos salir a cenar y después ir por un trago ¿qué dices? —terminé de subir la pretina del pantalón y caminé hasta la mesa de noche donde había dejado mi celular.
—No —musité mientras guardaba el celular en un bolsillo y me preparaba para lo que venía.
Soltó un pesado suspiro y gateo hasta la orilla de la cama para poder sentarse, completamente cómoda ante el hecho de aun estar desnuda.