- Coffee -

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Capítulo 5

_____ Leone.

10:00 a.m.

Tal vez el destino me estaba haciendo una mala jugada, o trataba de matarme rápidamente.

Los días pasaban tan rápido que era yo quien no sabía en qué di estábamos exactamente, si era día de trabajar en el restaurante de cinco estrellas o entregando pedidos de comida China.

Había pasado la semana más difícil de mi vida, y este día debía asegurarme que fuese mejor que la pasada. Aunque tuviese miedo de que estos momentos tan rápidos me llevaran a casarme en una semana, en la otra tener hijos, en la siguiente ver a mis nietos corres y en la otra tal vez el funeral de mi esposo.

En fin...

En Italia estar tomando un café con una persona mayor a tu lado se considera algo sofisticado y yo nacida de aquel lindo lugar pienso todo lo contrario.

Ver su sonrisa cada que bajaba el café me generaba a mí una mueca, cada que yo bajaba mi café frío.

-¿Te gusta mucho el café frio?-

Asentí sin darle importancia a su pregunta.

-¿Eras atleta de joven?-

-Claro que no-

-Nunca pude hacerlo en casa, hoy fue la primera vez que lo logré-

Ah, sí, lo olvidaba...

Ahora debía darle clases a un anciano por lograr estar un minuto en la posición que quedamos, por ello, mi mal humor estaba presente.

Por ello preferí mencionar una boda e hijos, que cumplir mi sueño de bailar frente a millones de personas.

¡Porque el destino no tiene planeado nada bueno!

-Aún no puedo creer que lo hice, de todos modos, muchas gracias señorita por enseñarme-

Ante la reverencia que me hizo, muchas personas nos veían.

-No haga reverencias, es más, no me hable tan dulce-lo obligué a sentarse -No se que trata de hacer, pero deje de hacerlo-

-Se le llaman honoríficos, señorita _____-

-Pues deje los honoríficos-

-¿Cómo podría hacerlo si es mi profesora?- se cruzó de brazos -Bueno, ¿entonces como debería llamarla? ¿Señorita Leone? -

-No, no, no... solo dígame ______-

-De acuerdo. ______-

Me senté correctamente, mientras olvidaba ponerle atención a mi café -No entiendo por qué quiere aprender ballet a su edad- sacudí la cabeza negando los pensamientos horribles-No, sabe qué... nos vemos mañana a las nueve-

Mis ganas de salir corriendo para ahogar mis penas en baile, fueron arruinadas por su voz.

-Bueno...- jugó con el bote de su bebida -Sé que no se hará realidad, pero me gustaría actual en un escenario, al menos una ver-

-Créame, ni si quiera yo lo he logrado. Véame, soy muy joven y los escenarios que piso solo son para ensayar-

-Yo quiero bailar "El lago de los cisnes"-

Al ver que había evitado mi comentario anterior, comencé a reírme y el doble al escuchar su sueño -Sí, sí... está bien-  coloqué mis dos manos sobre la mesa, para tomar impulso y ponerme de pie

-Lo dejó en sus manos señorita Leone, señorita. Digo, ______- a pesar de que con cada paso que daba, él se equivocaba, no mire atrás, hasta después -¿Sabe donde puedo comprar ropa de ballet?-

-No lo sé- debía ser agradecido, no estaba hablándole con sarcasmo -Yo nunca compré la ropa que ahora tengo-

9:30 p.m.

"Compré la ropa gracias a ti.
Nos vemos mañana"

-Deja de ver ese celular, te van a regañar-

-Eso ahora no me importa, solo quiero saber cómo es que ese viejo sabe mi número- le mostré la pantalla de mi celular

-¿Qué? ¿Qué es eso?- lo quitó de mis manos, para ver mejor

-Sabes, pienso no forzarme más de lo debido. Solo haré que se rinda por su propia cuenta, solo estaré con actitud neutra- chasquee la lengua y después di un golpe en mi cabeza -Será máximo un mes- moví mis caderas en símbolo de victoria

-¿De qué hablas?- dejó mi celular dentro de mi mandil negro

-Ya nada, no importa- rodee los ojos ante la molestia porque mi pequeño compañero no sabía de quién rayos hablaba y nunca lo sabría si yo no lo explicaba -¿Sabes si hoy viene ese cliente odioso?-

-De hecho, está sentado en la mesa siete. Se suponía que solo venía los viernes-

-¿En serio?-

-¿Qué vas a saber tu ______? Siempre llegas tarde- abrió la puerta principal, para despedir a una pareja

-Eres muy chaparro y hablas demasiado- me burle ocultando carcajadas que le fuesen incómodas a los que cenaban

-Hey- me dio un codazo -Tu también eres demasiado bajita y te quejas demasiado-

-Pero soy más talentosa que tú-

-Nada- alargó la "a" -No tú, ni yo somos talentosos-

-Yo si soy talentosa-

Los dos nos encaminamos hacia la caja, para atender mi turno.

Así era nuestro compañerismo en el restaurante, los dos nos acompañábamos a nuestras actividades y nos iban bastante bien.

-Ese tal Chae Rok se mete en problemas a cada rato-

Mi mirada no podía estar fija en mi pequeño compañero, esta debía estar sobre los códigos correspondientes a una mesa que ya quería retirarse del restaurante.

-Que tengan un buen día- me despedí de ellos entregándoles cinco mentas para dejar de lado el sabor a carne y puré de papa

-Estaba pensando que deberíamos salir a dar un paseo, conocernos más- aquel murmullo surgió de la parte de atrás de nosotros

-Uh, párese que van a salir- me susurró para que la pareja de atrás no escuchase nada

-Los van a despedir, les doy una semana- le sonreí antes de volver al puesto de él y ayudar a una familia a salir del lugar

-¿Por qué lo dices?-

-No van a contener y se van a querer besar a cada rato-

-¿Tu y yo podemos salir?-

-No-

...

 Corto, pero hace sueño

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Corto, pero hace sueño.

Recuerden que cada capítulo es un día que transcurre.

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