- Sick -

650 59 5
                                    

Capítulo 009

_____ Leone.

Flashback

-¡Levántate ya!-

Escuché la irritante voz de la mujer que se encargaba de cuidarnos de día y de noche; se encargaba de peinar a las menores y golpear a las mayores.

-Me siento mal- respondí sonándome la nariz descaradamente con la misma ropa que llevaba puesta

-Siempre es lo mismo contigo, ¿qué día dejarás de fingir que te sientes mal?- quitó las sábanas que no cumplían su trabajo, pues por las noches se pasaba mucho frío  -Siempre que te toca limpiar el patio te enfermas-

-Soy alérgica al polvo y a todo-

-Di la verdad- la encargada me dio un jalón para sentarme en la cama -Ayer estuvieron jugando con la lluvia, pero eso no te da derecho a fingir que te sientes mal-

-¡No estoy fingiendo!- grité con desesperación al sentir un apretón en mi cabello, mientras obligaba a mis pies entrar al baño

-Tienes quince años y sigues comportándote como una maldita niña pequeña; tus padres marcaron la vergüenza y mira donde acabaron sus hijos-

La imagen fue borrosa al notar como ella me lanzaba hasta el lavamanos y aventaba los primeros zapatos que encontró con la intención de lastimarme.

Lo supe cuando sentí un impacto en mi espalda con impotencia, gracias al cinturón que siempre llevaba consigo.

-Agradece que te estoy dejando lavar tus dientes-

Fin del Flashback

8:00 a.m.

Pegué un sobre la cama al sentir una vibración en el mueble donde dejaba las cosas básicas para pasar la noche; como un vaso de agua, un poco de panes prohibidos por el señor Ki y demasiadas pastillas para el dolor de rodilla con un poco de pomada para el tobillo.

Mis piernas temblaron a pesar de que aún seguía en cama y mis dientes se encargaban de hacer un ruido al chocar entre sí por los escalofríos recurrentes gracias a las temperaturas altas que presentaba por la terrible lluvia.

Tal vez mentí.

Pero era la única forma de pagarle al señor Sim después de intentar defenderme.

Soy la persona más enfermiza y delicada del mundo; debió sospecharlo por mi rodilla y tobillo.

Pero ahora que menos quería era fingir que me encantaba asistir a clases sintiéndome mal; lo más recomendable es dormir.

¡Pero es que con el maldito celular sonando no podría!

Di un golpe débil a la mesa, hasta encontrar el teléfono.

Los ensayos una noche antes me habían dejado aún más mal de lo que pasaba ya comenzaba a sentirme conforme pasaba la tarde.

Luché con mis ojos y el dolor de cabeza para poder responder la llamada de aparentemente "SEÑOR SIN"

O Sim.

NAVILLERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora