NAVILLERA

- Eagle -

Capítulo 007

_____ Leone.

10:00 a.m.

Los dolores de cabeza para mí son comunes a la hora de no comer e incluso por no dormir tantas horas, pero había algo en especial que podía provocar un dolor de cabeza más grande que mis ganas de estar en un escenario y esto era... cualquier tipo de luz.

Ya sea la del celular, hasta el propio sol podría provocarlo si es lo primero que veo al abrir mis ojos.

Por ello, tuve que trabajar hasta que mis manos no dieran más por el hecho de servir café. Solo para conseguir unas cortinas contra la luz solar y así mi cuarto estaba completamente oscuro a cualquier hora del día.

Y justamente el día que planeaba despertar más tarde de lo normal, la luz del celular impactó en mi pálido rostro dándome un dolor de cabeza por la llamada del señor Sim a las siete de la mañana.

No había solicitado su llamada y mucho menos a esa hora por ello estaba tan molesta que lo demostraba a cada momento desde que llegó.

-Ninfa le pedí que me llamara para despertar-

-Ví en la televisión cómo lo hacían los representantes de famosos-

-Yo no soy famosa señor Sim- me miré en el gran y hermoso espejo

-¿No es agradable despertarse temprano?- se colocó alado de mí, tocando su panza que sobre pasaba un poco

-Señor Sim, no me apetece levantarme tan temprano algunos días y mucho menos si no dormí bien horas antes-

A pesar de que mi comentario no fue agradable, nunca dejó de sonreírle al espejo frente a nosotros.

-Solo... comencemos- fui hasta el tubo, esperando a que él hiciera lo mismo - Usted debe estirar las piernas- le pedí cuando ya estaba junto conmigo

La indicación que di, fue llevada acabo de manera incorrecta -Un poco más-

-De acuerdo- intentó estirarlas inútil mente, haciendo que tuviese que bajar yo misma

-Apoyen los pies por completo- subí lentamente -Apriete los muslos internos y apriete sus nalgas- evité dar nalgadas, como estaba acostumbrada a ver y experimentar-El estómago adentro. Enderece la espalda y baje los hombros- me coloqué detrás de él -Estiré el cuello- así lo hizo -Más-

Trataba de mantener la cordura y no gritar por lo malo que era acatando mis indicaciones; debía recordar que es principiante, sin embargo, eso me hacía sentir ansiedad -Baje los brazos- coloqué mi mano entre sus axilas -De espacio en las axilas para que quepa un huevo. Y por favor, no me haga traer uno- rodé los ojos -Más espacio, por favor. Ahora sí, apoye las manos, coloqué los brazos para que una gota de agua pudiera deslizarse. Levante los codos- me alejé de él con la intención de mirar la postura final -Ahora, brazos en alto-

-¿Así está bien?-

-Debe mejorar, descanse por ahora-

-Pero yo puedo seguir intentándolo- quitó la postura en la que estaba y siguió mis pasos hasta los vestidores

-Le estoy dando clases desde las nueve, no puedo excederme, no ahora-