NAVILLERA

- Dance -

Capítulo 001

11:20 a.m.

______ Leone.

No hay nadie perfecto, y de eso estoy muy segura.

No hay pequeño perfecto que dejase ver a sus padres disfrutar de una película sin llorar en medio de la sala con muchas personas.

No hay bebé perfecto que dejara a sus padres dormir toda la noche.

No hay adolescente perfecto que no le mienta a sus papás con aspectos de su vida personal.

No  hay una familia perfecta que prefiriera evitar las peleas y convivir.

No hay un bailarín perfecto-

Nadie es perfecto en esta vida, todos estamos rodeados de basuras donde el carretón no pasa desde hace meses. 

Apestamos y eso hace que las personas que se creen "Perfectas" huyan de nosotros. 

Odio a la gente que se cree así, de hecho, odio a todas las personas que están a mi alrededor; incluso a mi profesor de ballet y el dolor que emanaba de mi rodilla cada día.

-¡¿Por qué no puedes concentrarte ______?!- una vez más, el grito de la persona que me entrenaba me hizo caer al suelo obligando a detener a la chica del piano que me acompañaba todos los días -¿Por qué no me respondes?-

-Es que hace un rato un anciano estaba vien...-

-¿Es broma?- su mirada furiosa se mezcló con mi mirada de cansancio

Hace unos años hubiese respondido "Estoy diciendo la verdad" o algo así, sin embargo, había aprendido a callarme si sabía que perdería una discusión.

-_____, tienes una audición dentro de unos días. Así que tranquilízate, por eso renunciamos a todas las competencias internacionales y elegiste esta audición-

-Tal vez la Bella Durmiente no es para ella y hace unos meses se lastimó la rod...-

-¡No te metas!- interrumpió sin un toque de caballerosidad a la chica del piano -Esto es entre mi querida ______ y yo-

-Yo estoy muy bien- me adentré después de varios minutos sin soltar una palabra -Solo deme unos minutos para des...-

-Se especifica, ¿Cuántos minutos quieres?-

-¿Diez?- me pregunté hasta a mi misma -Sí, diez minutos para descansar- levanté el rostro y todo mi cuerpo que aún se encontraba sobre el suelo café -Ahora vuelvo-

Tomé una gran cantidad de aire para dirigirme a los vestidores, esperando que no me gritaran o me impidieran aquel descanso que necesitaba para aclarar mis ideas.

Era cierto, un viejo había estado por minutos viéndome, pero eso no me mantenía cautiva e insegura entre mis pasos de baile... había algo trasfondo, lo cual, debo evitar si aún quiero bailar.

Buscaba mi toalla azul, el objeto acolchonado que se encargaba de limpiar el sudor en cada entrenamiento.

-Oye- escuché detrás de mí -¿Me dirás que pasa? ¿Por qué tienes tantas dudas o por  qué tus pasos son tan torpes?-

-Considero que mis pasos son inseguros, más no torpes- 

-Es lo mismo-

-No es lo mismo- me senté a su lado, con una distancia bastante alejada 

-Espero que no sea por tu tutor- sentí su mirada penetrante de reojo y pase saliva con dificultad -Si es por él-

-Estoy cansada señor, eso es lo único que me pasa-