- Should I stay or should I go -

321 40 0
                                    

021

_____Leone.

10:10 p.m.

Dejaba que el frio me inundara, que me hiciera sufrir cuando respirara tan solo el aire tan fuerte por el cambio de estación.

Aunque estuviese tan cerca de la señorita Eun, parecía no darme calor.

-¿Y qué haces aquí?-

-Llegué por casualidad- rasqué mi cachete con dificultad al sostener dos bebidas en mi mano, antes de extender uno para ella

-¿Y casualmente traes dos bebidas?-

Asentí restándole importancia, a lo que ella aceptó con un ligero "Gracias".

-Señorita Eun- hablé cuando me sentí segura -¿Qué se siente cuando ya no puede seguir bailando?- miré el cartel que mostraba la despedida de una gran bailarina -No puedo imaginar lo duro que es-

-Siento que hablo con Seung Joo-

-Se que no debo preguntar- giré poco a poco -Pero, ¿Qué se siente retirarse?- dejé mi boca en forma de "o", antes de proseguir -Mas bien, ¿qué sintió cuando se retiró?-

-¿Yo?- no sonó indignada, como creí -Me sentí eufórica, esa noche me comí una pizza entera-

Reí un poco ante tal confesión -¿Era por la dieta?-

-Exacto, estaba demasiado feliz. Casi lloraba- suspiró profundamente -Esa noche también dejé mi complejo de inferioridad-

-¿Complejo de inferioridad?-

-Ya sabes, los celos y la envidia- suspiró -También la impotencia, pero todo lo dejé para siempre. Hacía mucho que no tenía esas emociones al lado de cada alumno que pasa en mi estudio-

-Usted...- llamé su atención -¿Usted sintió esas emociones cuando fui su alumna?-

-No lo sé, creo que contigo sentí felicidad. Eres como mi hija, ¿correcto?- asentí con la cabeza -Para mí, verte dando miles y miles de vueltas sin marearte fue como verte caminar por primera vez, cuando hiciste el relevé sin caerte... wow- 

Me hizo sonreír.

-Pero me molesté cuando dejaste todo, trabajaste tan duro y simplemente te saliste- mordí mi uña, cómplice de culpabilidad 

-Dijo que no bastaba con trabajar duro- le recordé una de sus clases donde había mencionado tal frase, mientras todas las bailarinas colapsábamos por hacer tanto estiramiento para principiantes -¿Cree que fue un error dejar todo?-

-Lo hiciste por Jun, ¿no es así?-las dos comenzamos a emprender un camino, por los vacíos pasillos de un teatro -Una de tus mejores amigas del ballet, su amistad era tan tóxica. Te hizo creer que no tienes talento-

-Es porque tenía razón, no tengo talento. ¿Se da cuenta de cuantos me odiaron por tener el papel principal en la obra navideña?- troné mis dedos, por la brusca manera de cerrar mi mano -No tenía el talento, Jun si se lo merecía.  Ahora, siento que debo mostrar que se equivocaron, por eso me cuesta dejar la competencia, sé que empecé muy tarde. Ni siquiera se cuantos años demoraré en hacer mi debut- suspiré frustrada, a comparación como suspiró la señorita Eun -Los bailarines se jubilan demasiado pronto -

-¿Sabes lo que dijo Seung Joo la primera vez que te vio bailar? -

-Yo... no lo sé-

-Dije- carraspeó un poco, preparando su garganta para imitar al señor Ki -Baila horrible, lo único que hace es imitar pasos que vio de alguna parte, apuesto a que no entiende a Basil, pero después de verla por un buen rato me di cuenta de que no era solo una imitación, sino que ella estaba siguiendo sus emociones. Es interpretación, la chica hace su propia interpretación- se comenzó a reír, seguramente por recordar aquellos gestos de su ex marido -Haces que todo se interprete de maravilla _____, tu cuerpo luce hermoso con cada movimiento, por eso todos estaban molestos contigo. Iniciaste tarde, pero todos te amaron cuando hiciste el casting. Tienes talento- me regaló una sonrisa -Y Seung Joo lo dice todo el tiempo-

-¿De verdad dijo eso?-

-Sí- tomó mi hombro -Así que quiero que levantes esa carita y los hombros, puedes tener confianza-

¿Puedo tener confianza en mi misma?

Si dejo la competencia, ¿será lo mejor para mí?

-¿Qué es lo que debo hacer?- le pregunté en un susurro

-¿Qué dice tu corazón?- 

Levanté los hombros en manera de decirle que no tenía idea.

¿Qué dice mi corazón?

Cerré los ojos, antes de dudar un poco de lo que yo misma estaba pensando.

-Debo irme- declaré, dejándole mi bebida en sus manos

11:02 p.m.

Correr en medio de la noche era mejor que en pleno sol, desventaja; justo ahora corría con millones de pensamientos.

Teniendo torpemente errores al correr por estar pensando, como caerme en varias avenidas. Raspando por completo las palmas de mis manos y levemente mis rodillas, casi ser atropellada por múltiples bicicletas y náuseas por tomar agua antes de todo.

Cuando llegué a su casa, no sentí alivió, al contario.

La duda volvió.

Pero lo hice.

Toqué el timbre una y otra vez, con la esperanza de que abriera pronto la puerta y poder irme del lugar donde un día habité.

Si no hubiese sido por los consejos del señor Sim al teléfono, probablemente... no lo sé.

-¿Qué pasa?- me preguntó al verme fijamente 

Dejé que mi respiración se regularizara -¿Cuando es la próxima competencia?-

-¿Qué?- frunció sus labios

-Iré a rehabilitación, el señor Sim me ayudará con eso. Y yo, me prepararé con mucha paciencia. También ganaré la competencia-descansé un poco del habla tan pesada -Y además, yo no soy como usted, ser espectadora no es para mí, estaré en el escenario mucho tiempo-

El señor Ki sonrió, pero no dio respuesta alguna.

NAVILLERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora