- First time -

943 75 36
                                    

Capítulo 006

____ Leone.

8:50 a.m.

Todos recordamos la primera vez de alguna cosa, pero las personas somos completamente diferentes por lo que tendremos recuerdos completamente distintos, por ejemplo; una chica puede recordar su primera vez ese viernes frío por la noche con su pareja en un motel cualquiera, mientras que otra chica puede recordar su primera vez ese mismo viernes debajo de sus mantas disfrutando de su primera lectura erótica sintiendo la adrenalina para no ser descubierta por sus familiares.

Y no es el único ejemplo.

También tenemos al chico que disfruta de un sábado por la tarde con una bebida alcohólica en su mano por primera vez, mientras que otro chico ese mismo sábado disfruta de su primera vez visitando una convención de superhéroes solo sin supervisión de un adulto.

Ahora que mencionamos adultos, muchos son tan diferentes.

Como los adultos que disfrutan de su primera vez viendo como su hijo camina por primera vez, mientras otros disfrutan su primera vez que no pelearon por una estupidez.

Ahora, es cuando entro yo con mis primeras veces completamente distintas a todos los niños y ahora adultos a mi alrededor, pero aquello no quiere decir que soy única en el mundo... solo me hace ordinaría, así como todos.

Mientras unas niñas disfrutaban de su primera vez en una pijamada, yo disfrutaba de mi primera vez escabulléndome por los pasillos oscuros del orfanato solo para llegar a la habitación de mi hermano y los demás niños para contar historias de terror antes de dormir.

Muchos de los que estudiaron conmigo en aquel estudio de ballet recuerdan su primera vez en un escenario y lo que yo recuerdo es la primera vez que el señor Ki me entrenó.

Para ser una bonita y excelente bailarina, necesitas de flexibilidad y así fue como llegué al suelo de la casa del señor Ki,  sufriendo por no conseguir que mis rodillas chocaran con mi frente e incluso llorando por como sus pies me obligaban a poder hacer una abertura de piernas perfecta.

Todo aquel dolor, se fue volviendo placer y así es como hoy en día soy flexible.

 Y gracias a este recuerdo de una de mis primeras veces, tengo el plan perfecto para que el señor Sim se vaya de una vez de mi vida.

-Que lindo uniforme-

-No es uniforme señor Sim- en vez de regalarle una sonrisa, mostré mi disgusto con una mueca  -Lo vi medio estirando-

-Estaba tratando de ser como usted-

-¿A caso quiere romperse los huesos? Vaya a buscar una colchoneta- señalé aquel lugar donde había más de siete colchonetas ordenadas de manera perfecta 

-De acuerdo-

Sus pasos fueron más rápidos, que incluso puedo llegara a decir que se caería en cualquier momento y me haría pasar un mal momento en el hospital.

-Haré algo que necesita hacer- troné mis dedos, antes de ayudarle a dejar la colchoneta sobre el suelo  -Enderece su espalda, pero...- apunté aquella esquina -en el suelo-

Esperé a que él quedara en el suelo primero, para después colocarme frente a él.

-Muy bien, abra un poco sus piernas- vi como su sonrisa fue desvaneciendo poco a poco, por lo que con más ganas puse un pie en cada muslo interno -Okey- fui empujado de manera lenta -¿Le duele?-

-No, para nada-

Me atreví a abrir cada vez más y seguía sin mostrar algún signo de dolor -¿En verdad no le duele?-

NAVILLERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora