Mí Abogado ¡mí tormento! ©️

Capítulo 32

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De forma automática Leire se sienta en una silla que le brinda el señor Rice.
-Leire, toma-le dice Giselle alcanzándole un vaso con agua. Leire oye la voz que le pide que beba  y la transporta a la habitación, al presente, a la angustia.
-Gracias-dice Leire con un enorme nudo en la garganta.
Está desconcertada, pero trata de recomponerse, se da cuenta de que así no puede ayudar a nadie, ni a ella misma.
-¿Qué sucedió?-logra preguntar Leire.
-Hablamos con la policía y el coche debió de resbalar y se salió de la carretera, diò varias vueltas de campana, el coche está despedazado, los bomberos tardaron algunas horas en sacarlos-Alice no pudo acabar la frase sin derrumbarse. Los sollozos la sacudían.
Fred se apresura a abrazarla para consolarla.
A Leire le da vueltas la cabeza. Pero se mantiene  firme.
-¿David?-fue lo único que salió de sus labios.
-Oh, cariño pensabas que le había ocurrido algo a David-dice el señor Rice.
-¿Está bien? ¿Dónde está?
-Salió temprano para  ayudar a Darek, hoy llegan los nuevos empleados y luego irían a reparar una cerca que rompió el ganado durante la noche-le explica el señor Rice.
-¿Entonces quién tuvo un accidente?-pregunta Leire aún sin entender pero mucho más calmada.
-Leire…mi hermana y su esposo fallecieron en el accidente, es un milagro que mi sobrino lograra sobrevivir- Alice le dice llorando.
-Que trágico suceso, lo lamento mucho-les dice con toda sinceridad.
-Mi sobrino tiene fracturada la clavícula y varias costillas, contusiones y laceraciones en el rostro y extremidades, podría decirse que está bien-dice Alice un tanto sosegada.
-Ya nos comunicamos con David, debe estar al llegar, inmediatamente de recibir las cenizas de sus padres volará hacia aquí nuestro sobrino- dice Fred ayudando a Alice a incorporarse de la silla en la que permanecía.
-Somos la única familia que le queda-agrega Alice y suspira.
-Deberías descansar un poco, así estarás más serena para su llegada-sugiere Leire.
-Yo le prepararé un té, no se preocupe, se lo llevaré a su habitación -dice Giselle poniéndose manos a la obra.
-Vamos a descansar-le dice Fred a su mujer, la toma de la mano  y se dirigen a su habitación.
Leire continua en la cocina, trata de tomar algo de desayuno pero ha perdido el apetito, por lo tanto decide solo acompañar a Giselle mientras esta prepara el té.
Minutos más tarde Giselle sube a la habitación de los señores Rice, llevando consigo el té caliente. Leire por otra parte se queda absorta en sus pensamientos, las puertas de la cocina se abren de par en par, llamando su atención, voltea para ver quién ha llegado, su mirada se detiene en el hombre que camina hacia ella.
Leire suspira aliviada al tener frente a ella a David, las lágrimas que durante horas había conseguido impedir comenzaron a aventarse de sus ojos en picada. David no entendía lo que  le sucedía, sin embargo la envolvió en sus brazos, la apretó contra su pecho, acunándola y protegiéndola como a una niña pequeña.
-Tranquila ¿Qué te ocurre?-le pregunta David turbado.
-Es que yo…..- solloza.
-¿Dulzura, tú qué?- indaga con tono tranquilo y suave.
-Pensé que te había perdido-dice bajando la cabeza e hipando.
-Mírame bien, ni en tu mejor sueño me vas a perder, no te desharás de mi tan fácilmente-le dice tomando el rostro de ella entre las manos y besándola en la  sien.
-Tengo que decirte algo-le dice limpiándose las lágrimas cuando se separan.
-¿Es muy importante? Tengo que ducharme y salir para el aeropuerto, debo recibir a mi primo-le explica.
-Eh… no, después hablamos-suspira y continua-David siento muchísimo lo de tus tíos.
-Gracias, fue algo inesperado, cuando regrese platicamos, voy a ducharme-le da un beso en la mejilla y se marcha.
Varios minutos más tarde todos se encuentran en el salón, la señora Alice está más calmada, su esposo en todo momento la abraza, Giselle y Darek han ayudado a preparar una de las  habitaciones de invitados para el joven. David se despide de todos, pero a  su madre le cuesta dejar de abrazarlo.
-Hijo, ten cuidado, yo no sé qué haría sin ti-le dice una y otra vez.
-Mamá yo estoy bien, se cuidarme solo, tranquilízate, no quieres que tu sobrino se sienta aún más desdichado ¿verdad?-le dice el cariñoso para darle fuerzas.
-Ok, mi niño-termina por decirle Alice.
David camina hacia Leire y le da un beso en la mejilla y le dice: -Volveré pronto.
-Cuídate, ok-le indica ella.
Tras la partida de David, Leire camina hacia el porche seguida por Black, el cariñoso animal coloca su cabeza sobre las piernas de ella, para recibir afecto, una vez que esta se sienta en una de las sillas de mimbre, el viento y el silencio los envuelven mientras disfrutan de su mutua compañía. En pocos segundos Leire se encuentra en el mundo paralelo de sus pensamientos:
-Estoy feliz, David esté sano y salvo, sin embargo, me invade la tristeza, el corazón se me aprieta al pensar en el destino que le reparó la vida a los recientemente fallecidos, sé por David que su primo no es un niño, aunque creo que nunca terminamos de necesitar el amor y los cuidados de nuestros padres por muy mayores que estemos. Yo no tuve la suerte de conocer a mi padre, solo me quedan los recuerdos implantados en mi mente por conversaciones con mi madre-suspira-Mi madre, la que se ha  distanciado de mí, lo sé pero sigue muy cerca, en mis valores y en mi corazón. Pienso que a veces no nos merecemos los padres que tenemos o que tal vez ellos no nos merecen, no obstante la familia no la podemos escoger-acaricia la cabeza del perro para volver a mirar el horizonte y continúa reflexionando:
La vida, es el único juego del que no salimos vivos, por lo que en definitiva es mejor vivir cada día como si fuese el último, no esperar las oportunidades, sino buscarlas, ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, que cada desierto sea la ocasión de encontrar un oasis, que cada día sea el camino a una  nueva oportunidad de tratar de ser feliz, estar consciente de que  el mejor triunfo es tener el derecho de llamar a alguien “amigo”, que el amor hay que vivirlo probando sus lágrimas y sus risas, oliendo sus rosas y  sintiendo sus espinas. En fin que  los sueños son solamente para hacerse realidad y lo más importante es que nadie alcanza la meta con un solo intento, ni alcanza altura con un solo vuelo