I

489 30 40
                                    

I. Rosales

—Trata de no romper los pétalos, cielo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Trata de no romper los pétalos, cielo. —murmuro concentrandome en la Azalea que sostengo.

—Si arranco los pétalos, ¿A las flores les duele, mami? —asiento solo complaciendo la inocencia de mi pequeña quien saca la lengua, sostenida por sus labios y su ceño ligeramente fruncido demuestra la concentración que tiene al intentar quitar cuidadosamente el tallo.

—Así es. Es como si alguien quisiera quitarte un dedo, no es agradable, ¿Verdad? —niega con una divertida expresión llena de terror.

—¡Listo! —Alisson sonríe victoriosa tomando cuidadosamente la gerbera que ha deshojado de las plantas marchitas. Se inclina en el borde de la fuente y la deja caer delicadamente sobre el agua cristalina de ésta. —¿Puedo tomar otra? —extiendo mi mano hacia la el rosal casi vacío que tenemos enfrente y le doy una rosa. Ella entusiasmada, comienza a quitar los pedazos marchitos como en la anterior.

Me causaba mucha curiosidad saber que era lo que rondaba dentro de esa cabecita tan necia e inteligente que mi hija posee.

Cuando la observo frustrarse por no poder completar su tarea con éxito. —Ten cuidado con las espinas bebé. —ella asiente y me dedica una de sus más tiernas sonrisas.

El sonido de la fuente, el agua, los pájaros y el tenue viento me tranquilizan. Pasar el rato con mi princesa dándoles atención a las plantas de esta forma, me llena completamente.

No había favoritismo, pero, Alisson siempre está conmigo. Hace todo conmigo, habla sobre los sueños raros que tiene conmigo siendo la contraparte de sus hermanos. James y Elliot prefieren hacer esos deportes que Niall siempre les ha inculcado.

Hasta el sol de hoy, ha sido él quien les ha enseñado toda clase de cosas. Desde la postura que un príncipe requiere optar, hasta ser sobresalientes en el waterpolo, esgrima o equitación.

Me sentía más que orgullosa.

Se había convertido en un rey que siempre estuvo al pendiente de su reino. Uno que ha cuidado y amado a su familia con cada fibra de su ser.
Incluyendo a William, ha sido parte de desde el día uno.

Jamás lo excluyó ni marcó una barrera de diferencia entre James, Elliot y él.

"William Horan, primogénito de la princesa turca Aisha Handál y el rey Niall Horan."

Todavía recuerdo los encabezados cuando la prensa se enteró del hijo que mi esposo tendría con esa mujer. Tuvimos que explicar una serie de eventos que logró tranquilizar el hambre de polémica entre la prensa, al fin aceptaron a los nuevos integrantes y aunque Aisha no es santo de mi devoción, Will es un niño encantador.

𝐒𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑 #𝟑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora