Take me to church

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Edité una parte del capítulo anterior, por si quieren pasar a leer, pero nada altera la historia, solo le añade contexto.

"Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios"
1 Juan 4:7

Al día siguiente, Louis recibió un único mensaje de Harry.

"Ven a la iglesia, quiero que hablemos".

A lo que él había respondido:

"Tengo demasiado trabajo atrasado ¿te parece el siguiente lunes? Tenemos fiesta de campo el domingo".
*Enviado*

"No iremos a misa el domingo por la fiesta de campo, te veré el lunes en la noche :)"
*Enviado*

"Bien, no te llegan los mensajes, supongo que tu teléfono está muerto, pero mira, encontré una rana en el estanque"
*Louis envió una foto*
"Verde como tus ojos :)"
*Enviado*

No obtuvo ninguna respuesta y tuvo que esperar una eterna semana para poder ir a su encuentro secreto con Harry, con un nudo en el estómago al pensar en posibles explicaciones si Danielle lo descubría otra vez.

Fue un asunto bastante estúpido cuando se enteró de sus dos reuniones con Harry, fue una cadena de chismes que llegó a su esposa de forma sorprendentemente lenta, considerando la velocidad con la que viajaba ese tipo de información a menudo en la comunidad.

Alguien lo vio llegar a la iglesia en la tarde ese lunes, y ese alguien se lo dijo a alguien más, hasta que alguien se lo dijo a la empleada doméstica de Eleanor mientras hacía las compras. Y el sábado en la noche, cuando regresó del club de natación, Danielle le preguntó casualmente:

"¿Por qué no me dijiste que el sacerdote nos había llamado para la beneficencia?"

Louis se paralizó, le dijo que al ser un asunto de las finanzas de la empresa no quería molestarla con cosas del trabajo.

Lo extraño vino con la forma en la que lo dijo, pues Louis estaba sumamente nervioso por el tema, como si hubiera hecho algo malo al hablar con Harry, y comenzó a darle demasiadas explicaciones innecesarias, lo que extrañó a Danielle.

"Bien, no importa, es solo un asunto de la iglesia, no pasa nada" le había dicho Danielle, frunciendo el ceño ante la agitación de Louis por dar una explicación a algo tan simple que en realidad no importaba mucho, solo tenía curiosidad.

Louis no lo podía evitar. El solo escuchar a Danielle pronunciando el nombre de Harry lo hacía sentirse nervioso, como si todo lo que tuviera que ver con Harry fuera algo tan privado para él que no quería que nadie, y menos su esposa, le echara un vistazo. Sentía que la extraña relación amistosa que había formado con el sacerdote era algo que debía esconder y no sabía por qué.

Todo era un lío en la cabeza de Louis, había muchas preguntas que no estaba dispuesto a responder aunque pudiera, y solo sabía una cosa: Ahora tenía una especie de refugio y no quería que nadie se lo quitara, por muy estúpido que sonara eso.

Así que era lunes, y como había tenido trabajo todo el día, estaba afuera de la parroquia a las 6 de la tarde, cuando el sol comenzaba a meterse y el cielo se veía de un color naranja precioso.

Llevaba un par de gelatinas de durazno que eran sus favoritas, y había decidido que si Harry las rechazaba o no le gustaban, iba a irse de ese lugar para siempre y no volvería a dirigirle la palabra, aunque fuera el sacerdote.

Tocó la reja y en seguida salió una monja que ya empezaba a identificar como la Hermana Marta.

-Louis, hijo, bienvenido - le dijo mientras abría la puerta - pasa, por favor. ¿Qué te trae por aquí a ésta hora? Los extrañamos mucho el domingo.