Take me to church

♡ 30 ♡

Espero no estar pidiendo demasiado, solo quiero que me ames. Estoy muy cansado para ser rudo, solo quiero que me ames.
Louis Tomlinson.

En esos 6 días, Louis solamente intercambió  mensajes  con Harry una vez, un día antes de irse a Italia, mientras empacaba su ropa.

¿Sabías que en una provincia al norte en Italia está el "muro de Monet"? Es un lugar tranquilo donde Monet solía ir a pintar. Un escondite, un rincón protegido por árboles y arbustos de un verde tan vivo y precioso como el de tus ojos.

Desearía que tú y yo nos quedamos ahí para siempre, juntos.
*Visto 7:29 p.m.*

Se sintió culpable al instante, sabiendo que estaba rompiendo su promesa, pero no podía evitarlo después de tantos días sin verlo ni estar con él.

Lo sé, nada de mensajes, perdón, solo quería que supieras que no he dejado de pensar en ti un solo minuto desde el sábado pasado (y, en realidad, desde que te conocí). No voy a pedir disculpas por ser sincero aún si no querías escucharlo (o leerlo). Es lo que soy, lo que siento y ya no quiero ocultarlo nunca más, excepto si me pides que me aleje y te deje en paz.

Uno de los dos tiene que ser valiente.
*Visto 7:32 p.m.*

Dos horas después, su teléfono vibró.

Creo que mañana no podré permanecer ajeno a ti si cada que mire por la ventana veré el color de tus ojos en el cielo mientras volamos hacia el otro lado del mundo.
*Visto 9:22 p.m.*

Louis sintió las mariposas en su estómago con felicidad, poco acostumbrado a sentirlas con un algo más de libertad.

No te alejes, Hazza.
*Visto 9:23 p.m.*

Después de pensarlo unos minutos, agregó.

Quédate a mi lado en el avión mañana.
*Visto 9:25 p.m.*

¿Por favor?
*Visto 9:26 p.m.*

Harry respondió después de unos minutos.

No puedo, Lou. No estoy... Listo.
*Visto 9:37 p.m.*

De verdad lo siento
*Visto 9:38 p.m.*

Louis se apresuró a calmarlo, a decirle que todo estaba bien, que esperaría incluso hasta el fin del mundo con tan de que él estuviera seguro de lo que sentía para dejarlo entrar a su corazón y a su vida con total libertad. Incluso si tenía que esperar hasta otra de sus vidas.

Harry ya no contestó esa noche. Louis durmió con un nudo en la garganta y en sus sueños, Harry se alejaba de él caminando por un amplio pasillo para no volver a verlo nunca más.

.

.

.

.

.

.

Era una mañana soleada cuando todos se encontraron en el aeropuerto. Estaban las monjas, los sacerdotes de las parroquias aledañas, así como los civiles invitados, todos en pequeños grupos hablando entre ellos, emocionados.

Louis miraba todo desde un rincón junto a su maleta, conversando casualmente con algunas personas que se acercaban a él preguntando amablemente sobre su preciosa esposa y su familia.

Louis era respetuosamente cortante, pues estaba demasiado distraído buscando a cierto sacerdote de rizos oscuros con la mirada, hasta que finalmente lo vio llegar junto a Amelia y dos maletas enormes, su corazón se aceleró de manera alarmante al poder mirarlo después de 6 largos días.