♡ 31 ♡

211 35 54
                                    

"Tan solo calla, no digas nada. Y si no puedes decir "sí" tampoco digas "no", di "luego".
André Aciman.

El viaje a Italia fueron mil pasos hacia atrás en la situación que compartían Harry y Louis.

O al menos, eso fue lo que Louis creyó los primeros días.

Cada quien iba por su lado. Louis asistía solamente a algunos rezos y peregrinaciones, y de los eventos a los que no tenía nada de ganas de asistir alegaba que también tenía juntas y negocios que le habían mandado a atender ya que estaría en el país. Nadie lo cuestionaba por eso, pero cuando una de las monjas lo vio en una heladería junto a Amelia y comenzaron a mostrarse menos amables.

Oops.

La verdad no era como si a Louis le importara mucho, y a Amelia le importaba aún menos, pues todos en la parroquia, a excepción de Harry, la trataban peor que a un fenómeno.

En los primeros 3 días, Harry y Louis solo intercambiaron un par de palabras.

-¿Llevarás a Amelia a ver la fuente de la plaza? No quiero que se pierda aquí sin saber hablar el idioma y tú hablas italiano, así que...

-¿No irá a la procesión del silencio? - preguntó Louis, con un tono irónico.

-Sabes que ya está aburrida y cansada, le prometí que iríamos a pasear pero no me siento... Bien. No puedo dejar al grupo, soy el representante de la parroquia.

Louis lo miró, tratando de encontrar algo en su mirada, ya fuera miedo, duda o amor. Pero no había nada. Era por completo una mirada neutral y vacía que no le dejaba ninguna esperanza viva en el corazón.

-Claro, la llevaré - respondió simplemente.

-Gracias - dijo Harry, para después darse vuelta y alejarse de él sin mirar atrás.

Era una situación de mierda. Sus manos ardían de necesidad por la piel de Harry, por sus mejillas, por su cintura, por sus labios.

Mal, mal, mal.

Esa tarde, junto a la fuente de la plaza principal, Louis se confesó con Amelia.

-No debí besarlo - murmura, incómodo - arruiné todo. Me apresuré. Debí darle su espacio, darle un tiempo para que supiera lo que sentía por mí, si es que siente algo aún, yo debí...

Amelia negó con la cabeza y lo miró a los ojos.

-Louis, escucha. Harry jamás habría salido de su habitación si no hubieras entrado ahí esa mañana a declararle tus sentimientos.

-¿Por qué dices eso?

-Porque si algo le daba más miedo que ser gay, era no ser correspondido por ti.

Louis se asombró al escuchar eso.

-¿Él te dijo eso? - preguntó en voz baja por la sorpresa.

-No. Pero lo conozco desde que nací y sé lo asustado que estaba por sentirse así respecto a ti.

-¿Sentirse cómo? - preguntó Louis, haciéndose el tonto solamente porque quería escucharlo de alguien.

-Enamorado, Louis. Harry se enamoró de ti, y él lo demostró a su manera esa mañana, lo hizo siendo lo suficientemente valiente como para dejarse besar por ti.

-Él me besó de vuelta - murmuró Louis.

Amelia lo contempló con sorpresa.

-Ahí lo tienes - respondió Amelia - solo debes darle tiempo.

Take me to churchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora