Sed de venganza.

Capítulo 4

(2 días después)

Augusto no lo he vuelto a ver gracias a Dios la verdad es que lo que me hizo no tiene perdón de Dios y todos los días me preguntó que va a suceder, que va a pasar, si podré tener una vida digna no se tal vez si tal vez no, con mi familia no he convivido mucho, se que ellos han de notar que estoy rara, la mayor parte del día me la pasó llorando, tengo muchas pesadillas, no duermo tranquila solo tengo a mi nana ella me apoya me escucha y a pesar de que no me he armado de valor para decirle que he sido violada, se que si se lo digo ella me apoyara.

-¡Hey Lili- siento que me mueven pego un salto asustada y miro quién es...Mack-

-Que paso Mack-

-Queria saber si puedes venir a mi casa en la tarde ya sabes para hablar y hacer el trabajo que nos dejó el profesor de ciencias-

-Claro ten por seguro que iré-

-Vale te espero- me abraza y siento que me apreta- Se que estás pasando por un momento difícil y quiero que sepas que tienes todo mi apoyo, que te quiero que tendras las puertas de mi casa siempre abiertas-

-Te lo agradezco mucho Mack de verdad tú apoyo en estos momentos vale mucho- digo sollozando.

Después de llorar un rato me voy a casa.

Paso por la cocina y veo a mi nana cocinando así que me acerco y la abrazo.

-Nana como estas-

-Bien mi niña la verdad estoy muy bien-

-Me da gusto que estés bien-

-Ahorita que la veo, el niño James me dijo que hoy iba a salir con el niño Augusto- cuando dice su nombre me tenso- y dijo que no lo esperarán despierto-

-ok nana no te preocupes oye debes descansar he, te la pasas metía aquí-

-Mi niña sabes que este es mi trabajo amo lo que hago-

-Si lo sé nana pero deberías de relajarte un día, es más cuando tenga mi casa tú te vendrás conmigo me harás compañía-

-¡Ay mi niña que linda!- dice ella mirándome con dulcura- mi niña tienes los ojitos triste que te paso, yo sé que te sucedió algo y no me lo quieres decir, ya casi no comes vives metida en tu cuarto, donde está la niña alegre que todos conocemos-

-Ay nana- digo con los ojos llenos de lágrimas.

-A ver dime qué paso-

-No te lo puedo decir por más que quiera no puedo te prometo que cuando me sienta preparada te lo diré-

Dicho esto salgo corriendo de la cocina.