Capítulo 5

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Subí las escaleras para entrar a mi cuarto me quité la ropa y me metí a duchar, me pongo a llorar la verdad es que si es difícil por qué ser violada no es fácil, no quiero que la gente me vea con lástima o que me desprecien por el simple hecho de ser violada.

Cuando me terminó de bañar me cambio por una pijama cómoda, y empiezo a desenredar mi cabello.

Siento que la puerta se abre un poco y asustada volteo a ver quién es, veo que es Margarita.

Se que a ella no le puedo mentir pero no quiero ser juzgada.

Ella me quita el cepillo y me empieza a peinar mientras yo la observó a travez del espejo.

-Mi niña dígame qué le pasa por qué estás así-

-No se si puedas soportar lo que me sucede, se que me quieres como si fuera tu hija eso lo tengo claro- hago una pausa para no llorar.

-Pero para mí es tan difícil nana-

-Dimelo si es tan difícil dime qué te sucede, no es bueno que te guardes las cosas-

En esa parte tiene razón ella.

Me paro de la peinadora y agarro su mano para llevarla a la cama para que se siente.

-Lo que te voy a decir no se lo puedes decir a nadie nana, júrame que a nadie se lo contaras-

-Te lo juro mi niña-

-sabes el amigo de mi hermano, Augusto, bueno yo salí con el un día por qué el me invitó fuimos a un parque y nana en ese parque el me violo- digo soltando un fuerte sollozo- Y después lo volvió hacer te juro que yo no lo provoque, me tiene amenazada, nana no se que hacer.

Ella estaba sorprendida, después me miró tiernamente limpio mis lágrimas.

-Ahora puedo entenderte mi niña, y llora todo lo que tengas que llorar no es fácil lo que te paso-

-¡Ay nana por eso te amo tanto! Tu me amas, me comprendes-

-Y siempre que pueda te ayudaré mi niña- dice dándome un fuerte abrazo.

-Mi niña no tengo palabras para decirte- se le quiebra la voz- yo no sé qué hacer en este momento me siento muy imponente.

-Con el solo echo de que me escuches tengo mucho nana-

-Oye tienes que comer aunque sea un poco si-

-Ok pero voy a comer aquí en el cuarto no quiero salir-

Ella me da un tierno beso en la cabeza y se va.

(Rato después)

Entra Margarita con una charola de comida.

-Gracias nana de verdad te lo agradezco muchísimo- digo para tomar un poco de la sopa que me trajo.

-De nada mi niña anda come y cuando termines déjalo ahí que yo después lo busco, después de que comas lo mejor sería que durmieras y descansará si-

-Si nana-

Al rato termine de comerme todo, dejé la charola en un sillón que hay aquí en mi cuarto y me acosté a dormir.

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Narra Margarita

De verdad que lo que me dijo mi niña Liliana me dejo muy mal.

Siento la puerta abrirse por lo que salgo a ver quién es.

Cuando veo que es la señora de la casa apenas me ve, voltea los ojos.

-A ver Margarita que haces aquí, que yo sepa no te he llamado-

-Eso lo sé señora salí a ver si desea algo-

-No por los momentos-

-Ok señora con permiso-

Empiezo a caminar a la cocina pero la señora me detiene con una pregunta.

-Sabes algo de Liliana-

-Eh si ahorita está descansado lo que sucede es que está con la menstruación usted sabe-

-Mmm ok-

-Bueno ahora sí con su permiso-

Me fui a la cocina, a veces me pongo a pensar que a mis 34 años no tengo familia ni nada, no puedo tener hijos así que amo y adoro a los niños James y Liliana y me duele mucho lo que le pasó a mí niña.

Sed de venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora