best of me. [𝑘𝑖𝑚 𝑠𝑒𝑜𝑘𝑗𝑖𝑛]

4 0; p t 1.

writer's narrative.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

"...

No sé tú
Pero yo, te he comenzado a extrañar
En mi almohada no te dejo de pensar
Con la gente, mis amigos, en las calles sin testigos

No sé tú
Pero yo te busco en cada amanecer
Mis deseos no los puedo contener
En las noches cuando duermo
Sin insomnio, yo me enfermo
Me haces falta, mucha falta
No sé tú

... "
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

- ¡Aghh! ¡estúpida canción! ¡estúpido Luis Miguel, cállate! - Díone tomó el celular que llacía en su escritorio y sin mucho cuidado cambió la canción, para después arrojarlo con frustración a su cama

Aquella canción le atormentaba y no entendía la razón de por qué el algoritmo había decidido comenzar a sugerirla tan constantemente desde hacía algunos días.

Contrastante al estado de ánimo que poseía aquella mañana, One Kiss de Dua Lipa era lo que sonaba ahora. Suspiró totalmente frustrada y decidió dejar de pelear con cualquier mínimo aspecto que se presentara en su día.

No importaba qué sucediera, siempre terminaba pensando nuevamente en él; Seokjin es quien atormentaba su mente e irónicamente, al mismo tiempo, solucionaba su estrés. Se sentía así desde hace una semana, la que de hecho había transcurrido como un largo y tortuoso mes.

Después de maquillarse buscando que sus inexistentes horas de sueño se notaran, perfumó su cuerpo y tomó los tacones que usaría para verse más "formal"; hoy presentaba su segunda y última exposición además de un examen.
El estrés era emanado por el pequeño cuerpo de la morena y podías notarlo a una distancia considerable gracias a lo tensa que se encontraba y la manera en que inconscientemente fruncía el ceño.

Además, los 7 chicos estaban aterrizando esa mañana y tendrían una amena cena dado que pronto la banda cumpliría 6 años desde su debut; como buenas fans, pero sobre todo amigas, las hermanas habían decidido encargar un bello arreglo de flores en una floristería de Gangnam para entregarlo como un pequeño detalle por el aniversario, además de invitar la cena para todos por primera vez.

Y aunque Annette podía sentirse más que nerviosa por reencontrarse con el chico que se le había declarado en la puerta de su habitación del hotel Hillton, en Wembley, Díone también
sentía esa inquietud de reencontrarse con el chico de hombros anchos.

Desde aquella noche en Londres, la cabeza de la extranjera adoptó un tormento más, además de la universidad, las evaluaciones y sus alumnos adolescentes; se había convencido de que la peor decisión que pudo haber tomado fue comenzar a sentir cosas por una persona que jamás correspondería sus sentimientos.
Se sentía patética y ridícula, sin más.

Como si tener sentimientos por alguien fuera algo posible de decidir; ojalá existiera esa habilidad.

¿Que si había llorado por ello?, sí.
Buscaba adjudicarlo también a los demás factores - comenzaban sus síntomas hormonales, estaba estresada y sumamente agotada - , pero hacía tanto tiempo que su corazón no se aceleraba solo de pensar en una persona, que volver a pasar por eso y no poder controlarlo le causaba demasiada ansiedad. De verdad, habían pasado años desde la última vez y esta, sólo por tratarse de él, ya era más complicada.