The Mistery

Capítulo 11

En la mañana muy temprano, caminando en las afueras de la casa, me encontré con una vecina. A ella le pregunté si sabía algo de mi madre. Ella me dijo que mi madre llegó a ir a donde ella para conversar un rato y que una de las conversaciones tenía relación conmigo. Le pregunté sobre esa conversación y ella me dijo que mientras mi madre hablaba, se veía mal. Se estaba enfermando por la soledad y la preocupación de que no volvería. Me dijo que mi madre se pasaba horas sentada en la silla de afuera esperando a que yo volviera.
Cosa que no pasó hasta el momento.

Al oír estas cosas me sentí peor de lo que ya estaba. Sentía la culpa de la muerte de ella. Empecé a llorar nuevamente pero no por mucho.

Me despedí de ella y entre a la casa otra vez. Me di cuenta que tenía que seguir adelante. Me fui a mi cuarto y allí me cambié para salir. Entonces fue cuando me recordé de Christian y de aquel beso. Recordé de la amistad que tengo o tenía con él, de su rostro, de todo lo que hizo por mi, de los momentos compartidos, entre muchas cosas.

Salí de mi casa lista y decidí ver si él estaba en su casa todavía. Se llevaría una gran sorpresa al verme. Acercándome ya, escuché un ruido extraño. Miro a mi alrededor, pero no veo nada. Sigo caminando hasta que escucho el ruido otra vez y me pregunto que es. Debido a esto empiezo a sentir un dolor muy parecido al de aquel día con los tres hombres. Un dolor que todavía no sabía identificar. El dolor se hacía más fuerte y yo no sabía ni porqué.
De repente un hombre se me acerca por la parte de atrás y yo con todo el dolor, tomo un palo del suelo, me volteo y con el palo le doy un golpe fuerte. El hombre da un grito y yo me quedo nerviosa hasta que veo que era el JEFE!!

Al momento me detengo y pienso:

Lo habré matado? Que hace él aquí? No puedo creerlo, he golpeado a mi jefe y no a cualquier jefe sino al de tipo de jefe que te podría matar por eso...

En ese momento lo vi levantarse. El me miraba horrible y al momento trate de ver su rostro pero me fue imposible. Mientras se acercaba, me dijo:

- Kristen Star!
- Señor, lo lamento. Últimamente reacciono así al sentirme insegura. Provocando un dolor fuerte muy extraño.
- ja ja ja Kristen, yo sé sobre eso. Acaso piensas que yo no se lo que haces? Recuerda que yo estoy en todas partes.

Al oír eso, me puse nerviosa. Camino y el se queda ahí mirándome. De momento me pregunta:
- Para donde vas?

- Voy a ver a un amigo, por? (Le pregunto confundida...)

- Tu no vas a ninguna parte pues tu tienes un trabajo que hacer.

- No se de que trabajo usted me habla. Yo solo quiero tener la vida de antes.

Se ríe en mi cara, se acerca y empieza a tocarme el pelo hasta que me lo agarra con fuerza y me dice:
- Realmente crees que podrás tener la vida de antes? Porque yo no lo creo. Tu trabajas para mi y punto. Así que mejor recoge tus cosas, porque nos vamos.

En ese momento tuve unas ganas de matarlo pero no lo hice porque no era el momento. Así que fui a mi casa recogí todo y me fui con el. Llegamos a un barrio solitario donde sólo había una casita con la luz encendida y a esa fuimos. El me dio la pistola, el cuchillo, los paquetes de droga, entre otras cosas. Yo escondí todo en mi bulto y entré a la casa. Al entrar veo a una viejita sentada en la sala con un paño en la mano. Ella al verme se asusta y me dice que no le haga daño. Yo camino hacia ella y miro alrededor. De momento veo a un hombre que estaba en uno de los cuartos y digo:
- Señora donde está su hijo?

La viejita se pone nerviosa y me dice:
- Hay mi niña, el ya no está aquí. Se fui rápido que llegó luego de yo darle la bendición y no se donde está ahora. Dijo que llegaría temprano hoy pero...

Yo noto en su rostro la preocupación y el miedo. No puedo hacer lo que hago. Decido en secreto a ayudar a la viejita a esconderse para que no le hagan daño. Ella se esconde y en ese mismo momento se escuchan unos disparos afuera de la casa. Yo me bajo y le digo que se quede ahí, que yo volveré por ella. Al salir afuera veo a un muchacho en el suelo con tres disparos en el pecho. Yo no pude contenerlo y grito mientras corro hacia él. Me arrodillo y trato de ayudarlo pero ya era tarde.

Lo peor fue cuando decidí ver su rostro, pues no me lo esperaba. No podía creer lo que veía. No entiendo el porqué él. Me quedo muy nerviosa mientras todo pasa a mi alrededor. Muchos jóvenes muertos por estar en problemas de drogas y por deber dinero. Muchos inocentes, como para mi era ese tal compañero en mis brazos. Ese chico que algún día habló conmigo en la escuela y me sonrió al presentarse. Ese chico que por sorpresa se despide con un beso en el cachete, el que estaba en el equipo, ese tal SEBASTIAN.

En ese momento recuerdo que le prometí a la viejita volver por ella. Dejo a un lado a Sebastian y salgo hacia la casa. Al entrar veo todo regado y fuera de lugar. Yo me asusto al pensar que algo le pudo haber pasado a ella. Me muevo hacia donde la había dejado. Al llegar allí no la veo y me preocupo mucho. De repente una mano me sale por detrás y era ella. Se me acerca muy triste y asustada. Y me pregunta:
- Encontraste a mi hijo?

Al preguntarme eso yo pensé:
Como le diré que está muerto? Que hago ahora? Y si le hacen daño a ella también? Tengo que ayudarla.

Enseguida la tome por el brazo y me la llevé. Cuando iba saliendo el Jefe se me para de frente y me detiene. La viejita se pone mas nerviosa de lo que estaba al verlo. Yo enseguida dije:
- Por favor déjame sacarla de aquí. Ella está muy asustada y no tiene la culpa de nada. No tiene la culpa de que su hijo estuviera en problemas.

El Jefe se queda en silencio por un rato y luego dice:
- Acaso crees que eso a mi me importa? Yo solo busco que paguen por lo que hacen.

- señor yo lo sé pero déjeme sacarla de aquí. No cree que ya fue mucho lo que hizo con su hijo?

En ese mismo momento, recuerdo que no le había dicho nada a ella y al oírme decir esto ella empezó a gritar y a llorar muy fuerte. Yo no sabia ni que hacer. Yo estaba ahí porque no me quedaba mas remedio, no es porque quería.

El jefe la toma por el brazo y se la lleva hacia afuera. Yo no podía permitir que le hicieran algo. Salí corriendo detrás de él pero uno de sus hombres me detuvo. Yo le gritaba y le gritaba que no le hiciera nada pero el no me hacia caso. Trate de soltarme de aquel hombre pero no pude. Tuve una gran presión, que empezaba a causar el dolor fuerte que ya había sentido antes. El dolor se hizo cada vez mas fuerte debido a la gran preocupación que tenía por la viejita. De repente tomo la pistola que tenía el hombre en el pantalón y le doy un tiro en la cabeza.

Aquel tiro fue el que llamó la atención del jefe y yo me quedé observándolo. Empecé a caminar hacia el cuando, de una manera inesperada, escuché un disparo.