One Shots - SpainRP / InfamesRP

🔞Volkacio - Llamada🔞

La tarde permanecía ajetreada, ya estaba anocheciendo y el comisario Volkov seguía de turno pues estaba recibiendo información esencial respecto a una organización a punto de ser desmantelada. Estaba en una llamada telefónica con los altos cargos de la ciudad, cuando la puerta de su despacho abriéndose interrumpió su concentración por completo.

—¿Qué ocurre? — murmuró algo molesto el ruso, tapando el móvil para no ser escuchado del otro lado de la llamada.

—Comisario, hemos detenido a este sujeto en una carrera ilegal, insiste en que necesita hablar con usted y que no le retirásemos el pasamontaña que cubre por completo su cara, ¿Le conoce? — Viktor eleva la mirada, encontrándose con esos ojos bicolores, no puede ver el resto de su rostro, pero no lo necesita para saber que bajo aquella tela negra había una socarrona sonrisa. ¿Y cómo no iba a conocerle, si se trataba del federal, con quien llevaba saliendo desde hacía meses?

—Si, si...déjamelo a mí— espetó seguro, observando que el agente procedería a quitarle las esposas que ataban sus manos a la espalda del moreno, —Déjalo así, para mayor seguridad— Sus ojos conectaron una vez más con los del arrestado, esta vez de una forma retadora y dominante por parte de ambos, podían sentir el calor en sus cuerpos brotar sin apartar sus miradas, formando del ambiente un incendio ya imposible de controlar.

Sin comprender qué ocurría, el oficial de policía se retiró, cerrando tras de sí la puerta del despacho y dejándoles a solas.

—¿Mayor seguridad? — alzó una ceja el menor, gruñendo bajo el pasamontaña. Volkov podía leer en el brillo de sus ojos las intenciones maliciosas que tenía.

—Horacio, estoy ocupado— sentenció el peligris, destapando el teléfono para continuar con la llamada. Escuchaba las palabras respecto al plan, intentando estar atento a los altos mandos, sin embargo, el inquieto cuerpo del de cresta revoloteando por su oficina lograba distraerle, sobretodo cuando le buscaba con la mirada, guiñándole un ojo atrevidamente.

Viktor sabía lo que quería, los minutos pasaban y el ambiente se tensaba, acalorados, sus cuerpos se buscaban a la distancia haciéndose imposible el esperar. El federal se acercó a paso lento hasta el escritorio, acelerando el corazón del comisario, quien seguía en llamada.

Aún con las manos atadas se las arregló para sentarse a horcajadas sobre su novio. —¿Qué haces? — susurró éste, nervioso al sentirle sobre su cuerpo.

Horacio buscó la mano del comisario, haciendo que éste levantara un poco aquella tela que cubría su rostro, dejando ahora a la vista sus gruesos labios. Se acercó al oído que tenía libre —Te extrañé hoy... juguemos— ronroneó, tentándole poco a poco, sintiendo su cuerpo tensarse al instante. La mano de Volkov viajó sin demora hasta su cintura, ahogando un jadeo al percibir la lengua y dientes del moreno trabajando sobre su cuello, explorando aquella sensible extensión de piel. Húmedos besos eran dejados bajo su mandíbula, nublando la mente del ruso, y dificultando su concentración de la llamada en la que estaba.

Con brusquedad los dedos de Volkov se enterraron en la piel del federal, mordiendo su labio en un pobre intento de acallar su desesperación al sentir la cadera de Horacio moverse sobre la suya, rozando peligrosamente sus miembros sobre la tela de sus pantalones.

—¿Se encuentra bien, comisario? — Se oyó del otro lado de la línea.

—Sí, es solo que me siento un poco...acalorado— titubeó, aclarando su garganta.

El FBI seguía balanceándose sobre él, sensualmente y con tortuosa lentitud, adorando verle sufrir así. Sus labios quedaron frente a los del peligris, mezclando sus cálidas respiraciones que ya eran básicamente jadeos, anhelando más del otro. Querían besarse, devorarse sin compasión, pero sabían que no podían hacer ruido, desesperándoles aún más.