Capitulo 21

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Estaba llorando y lo único que quería era dormirme hasta el día siguiente. Cerré los ojos con fuerza y me enterré en las cobijas y mis almohadas para poder dejar todo mi mundo atrás. Cuando en eso sentí que mi celular vibraba. Lo tomé y leí un mensaje de Erick. - "No me importa qué clase de sentimientos son los que hayan pasado por tu corazón, lo único que quiero es que ahora estés bien, demuestres que puedes con todo, sabiendo que yo siempre estaré a tu lado, sin importar la demás gente, sin importar lo que pase, estaré siempre a tu lado, hasta el día en que tú me digas que me vaya. Con cariño... Erick". Al ver su mensaje, lo que cualquier típica chica haría sería, contestárselo y alegrarse pero no, eso fue otra carga más...''estaré siempre a tu lado'', no pude evitar arrojar el teléfono por donde callera. No pensaba contestarlo, es más ni siquiera tenía saldo, mejor aún, ahora solo dormiré sin ninguna interrupción, y ojala nunca despierte.
(...)

Estaba abrazada a mi almohada, cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Decidí no prestarle atención, tal vez era yo la que soñaba con ese tipo de caricia en mi rostro. Pero no, las sentí y abrí los ojos encontrándome con su mirada, un tanto fría, no como en la mañana.
- ¿Qué haces aquí? -pregunté.
- ¿Por qué quieres morirte? -preguntó de la nada- Lo repetías una y otra vez...
- ¿Qué? ¿Quién te dejo entrar?! Erick son las...-veo el reloj de escritorio.- 8:34 pm! -el seguía con su cara seria.
- ¿Te enojó que haya venido? -preguntó.
- No, pero ¿qué haces aquí? -me senté y acomodé mi gorro.
- No contestaste mis mensajes, ni mis llamadas. Pensé que te había pasado algo malo -me paré en busca de mi teléfono celular, lo tomé y vi 7 llamadas perdidas y 4 mensajes, efectivamente de él.
- No respondiste lo que te pregunté -respondió- llorabas y decías que preferías morirte que... -se quedó callado.
- Estaba soñando Erick -mentí.
- No... -dijo él acercándose a mí- ¿por qué?
- ¿Ya habíamos hablado de esto, que no? -dije seria. - _________, te entregue mi confianza, mi amistad, mi amor y mi corazón. Ahora no me iré sin que me digas porque te quieres morir -dijo un poco enojado.
- ¿Me vas a obligar? -fruncí el ceño. Por más que quisiera no puedo, perdóname Erick.
Se me quedó mirando, apretó los puños y me dio la espalda algo molesto. - Sigo sin entender por qué no quieres estar conmigo, a qué le tienes miedo, a pesar que yo doy todo de mí para ti... te juro que no lo hago -susurró y sentí que mi corazón se me quebraba-. Mi pregunta es... ¿por qué dices que nadie quiere estar contigo cuando tú nos obligas a irnos?
Me quedé callada por un momento, esas palabras fueron demasiado para mí, empecé a llorar, no sabía que decir. Él tenía razón estaba sola porque quería, por eso no tengo amigos. - Erick...-se dio la vuelta.
- ¡Mejor dime de una vez que no quieres estar conmigo y me voy! -dijo levantando un poco la voz
. - Erick, si quiero estar contigo...-dije con voz quebrada.
- ¿Entonces a que le temes ________? ¿A qué? ¿A qué te haga daño? ¿A lastimarte? -porque me haces esto, estaba demasiado triste.
- A lastimarte a ti... -no podía.
- ¿A mí? _______ Tú me haces feliz nunca podrías lastimarme -me tomó de los brazos. - Sí que puedo y mucho...-dije con la mirada baja.
- ________ ¿me quieres? -preguntó. Claro que lo quería sin duda alguna.
- Claro que si Erick yo..tu eres una de las personas más importantes para mí -dije mirándolo a los ojos.
- ¿Entonces por qué no quieres estar conmigo? -puso cara triste.
- Si quiero y mucho -mis ojos se aguaban de nuevo.
- ¿_______, quieres ser mi novia? -Exactamente esto no era lo que quería que pasara. Bueno en cierta parte si pero, ahh.
- Erick..yo..-su cara cambio automáticamente.- Necesito pensarlo -sí que necesitaba hacerlo.
- _________...el amor no se piensa, se siente -fue en ese momento cuando una lagrima salió de sus ojos y me soltó para salir por la puerta.
Me odiaba por dañarlo así, pero era mejor que se fuera así de mí, que cuando se enterara que ya había muerto y le desgarrara lo poco que yo le había dejado dentro. Apreté los puños y me tiré de nuevo en cama para poder Llorar hasta cansarme.
Si no me equivoco, pasé llorando toda la noche, mis ojos estaban hinchados, rojos, llenos de lagañas, todo se veía mal en mí. Mi despertador sonó y era otro estúpido día en ese estúpido colegio. Me metí al baño a darme una ducha, tomé lo primero que vi en mi armario, me lo puse, y salí. No quería hacer nada, no quería comer, no quería hablar, lo único que quería era morir.
Sin saludar a nadie, tomé mi mochila y salí directo de esa casa y caminé hacia la salida de los buses.
- ¿Qué hiciste anoche? -escuché que me decían al lado- ¿Qué le dijiste a Erick?-

A PESAR DE TODO ERES MI PRINCESA ERICK COLON Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora