Capitulo 22

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- ¿Qué hiciste anoche? -escuché que me decían al lado- ¿Qué le dijiste a Erick?
Era Eleanor, no estaba de humor para lidiar con una amiga protectora ahora, definitivamente no lo estaba. Cerré los ojos y suspiré. - Ahora no Eleanor -susurré.
- Ahora si ________. Erick llegó a casa de Louis llorando y no le quiso decir el por qué, solo decía tu nombre una y otra vez.
- ¿Me debe de importar? -dije con la mirada fija al frente.
- Que cínica eres ______ -automáticamente volteé hacia ella y me miraba de una forma horrible.- Predicas que todos te tratan mal, que nadie te entiende y cuando la única -además de ella- persona que trata de quererte de amarte, de... hacer todo por ti, ¡No la dejas! -dijo realmente molesta.
- Estas empeorando las cosas Eleanor -dije un tanto seca.
- Perdón señorita, solo trataba de ayudar -dijo enojada.
- Pues a veces es mejor que no lo hagas y ahorres tus comentarios -¿acaso había sido yo la que dijo eso?
- Sabes ________ ¡no sé qué te sucede ahora!
- ¿Quieres saber que me pasa? ¡okey te diré! -la mire.- Erick me pidió ser su novia y le dije que no ¡¿ahora eres feliz?! -dije con una sonrisa falsa.
- ¿Por qué le dijiste que no? -preguntó incrédula- ¡Creí que eso era lo que más querías!
- ¡Pues ya vez que no! -dije realmente enojada.
- ¡¿Quién te entiende ______?! Sabes, no te conozco...pensé que eras diferente -dijo decepcionada. Claro que soy diferente, tengo cáncer tonta.
- ¿Ahora no soy diferente? Eleanor eres una de las pocas personas que saben que soy diferente -fruncí el ceño.
- ¡Pero yo creía que eras especial! -me gritó- esa clase de personas que aunque sabes que no son perfectas, para mí son perfectas, esa clase de personas que te hacen feliz aún con todo lo que les pasa, que no se rinden... no esto en lo que ahora te has convertido.-me quedé impresionada, Eleanor nunca me había gritado de esa manera.
- Pues si aquel día no hubiera ido a la casa de tu estúpido novio ¡no estaría así! -ella me miró más que enojada.- Sabes yo ya me voy, no quiero seguir aquí -dije mientras me alejaba de aquel lugar.
- ¡Llegaras tarde a la escuela! -gritó.
- Eso a ti no te debe de importar -se la regresé.
- Hey y Louis no es estúpido -dijo enojada, yo solo me mantuve callada. Hoy no era mi día... igual que ayer. Cerré los ojos y seguí caminando con la cabeza gacha, no me importaba hasta qué hora llegara a la escuela, solo quería alejarme de ella de una vez por todas. Ahogada en mis pensamientos, llegué a la escuela 30 minutos tarde, pasé por un pase de entrada a dirección y me dirigí a mi salón correspondiente. Le mostré a la maestra el pase y lo firmo, me senté en mi lugar mientras sacaba mi libreta y mi lápiz.
- Llegas un poco tarde ¿no crees gorritos? -dijo Trisha desde atrás. No ahora no aguantaría otra cosa más.
- No estoy de humor Trisha, mejor cierra la boca -dije apuntando las cosas del pizarrón.
- ¿o qué pasará? -preguntó y me empujó por la espalda, haciéndome rayar mi cuaderno.-ahora si no aguantaría, estaba a punto de reventar, no me importa si me mandan a detención.
- Eres una perra -dije sin importar que la maestra escuchara.
- _______ Caulhoun, favor de pasar a Detención -llamó el profesor- ahora!.
- Justicia Gorritos, eso se llama justicia -dijo ella y yo enojada, jalé de su rubio cabello hacia el frente haciéndola topar en su banco de pura cara.
- A eso le llamo yo justicia -me levanté y tomé el papelito rosa que me dio el profesor- Imbécil -dije una vez afuera dirigiéndome a mi lugar. Detención quedaba al final del pasillo, camine un poco y justamente pasaba la persona que más quería ver en estos momentos. Nótese mi sarcasmo, Erick iba saliendo del baño cuando yo pasé por ahí. Esperaba que me jalara del brazo, que me acorralara en los casilleros, que me llevara a hablar, pero no. Solamente me miró y siguió su camino. Entré a detención con el prefecto Jones, me firmó el papel y tomé asiento en el lugar de hasta atrás. Pude notar la clase de gente que venía acá, eran los chicos malos de la escuela, los darks, los que tienen adicciones, las chicas pesadas etc...Era raro para mi estar aquí, rodeada de esta gente, pero mejor. Así no veo la cara ni de Erick ni de Eleanor ni de Trisha.
Me dejaron de castigo todo el día de Detención, así que no vi a nadie por hoy. Solo escuchaba como las chicas se quejaban, los malos me miraban, los adictos volaban y los demás solo dormían. Yo me encargué de mirar mis manos en la butaca, aburrido, pero era lo único que había. Saben, quizás esto no era tan malo, quizás podría hacer amigos aquí. Al lado mío había un chico vestido de negro con cabello largo, con piercings y tatuajes, decidí hablarle.
- Ho..hola -dije un poco nerviosa.
- ¿Se te ofrece algo? -dijo un poco grosero.
- Hay perdón -regresé a mi lugar. Okey, esto en realidad si apesta. Tomé mi mochila y la abrí buscando algo interesante con que distraerme y lo único que encontré fue mi celular. Aún tenía los 4 mensajes de Erick sin leer, pensaba eliminarlos, pero la duda me ganó. Abrí el primer mensaje.
- "De acuerdo, esto de que no tengas Saldo me frustra demasiado, ¿te puedo recargar ya?" -reí. Cambié al siguiente mensaje.- ''Tengo la esperanza que hayas leído mi mensaje anterior y te hayas apiadado de mi para que fueras a ponerle saldo a tu teléfono o si no me veré obligado a hacerlo yo.'' -negué con la cabeza. Cambié al siguiente y mordí mis labios. "Bien, lo recargué, no aguantaba más... eres mala o no me quieres responder, o ambas): por favor, ya se la bonita niña y dime que me veo bien de morado, así te diré que te ves bien de negro, si?".- No pude evitar sonreír al recordar aquella noche donde nos mensajeamos que ropa usar. Para finalizar abrí el último mensaje.- ''Gracias, por marcarme o tan siquiera decirme gracias por el saldo. Aún así, eres la mejor y te quiero demasiado, te mando un beso donde tú quieras'' -me sonrojé un poco al leer lo último. No sabía qué hacer, tenía tantas ganas de contestarle y no sé cómo pude pero apenas pude teclear.
- "¿Ese beso que me mandaste ayer, sigue disponible?" -tenía el dedo pulsando enviar, si lo separaba se enviaría. Cerré los ojos frustrada. Conté hasta tres y solté la tecla, automáticamente apareció ''Mensaje Enviado''. Estaba muriendo por dentro, cuando escuche vibrar el teléfono y era de él, rápido lo abrí y mi cara cambió al instante.
- ''No.'' - Mis ojos se llenaron de lágrimas y temblorosa envié otra respuesta: "Lo siento, enserio que sí".
Esperaba otra respuesta de él, pero ya no llegó nada. Pasaron más horas y llego la de la salida, rápidamente tomé mis cosas y salí. No quería ver a nadie, ni siquiera a mi propia familia, a veces pensaba que era mejor mi vida en Minnesota que aquí. Sin ninguna señal de Eleanor o Erick, fui a casa y me encerré de nuevo. No tenía hambre, no había comido en todo el día, así que tomé un bote de helado y fui a mi habitación a ver películas y comérmelo sola hasta quedar dormida.

A PESAR DE TODO ERES MI PRINCESA ERICK COLON Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora