Capitulo 10

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Nos quedamos abrazados por un momento y sonó la campana para ir a clases, traté de levantarme pero Erick no me dejó, me apretó más a él.

- Erick me toca matemáticas -reí.

- Quédate conmigo -dijo el subiendo una pierna sobre mí.

- Mi madre me matará si sabe que falte una clase -trate de zafarme pero era inútil.

- Estas conmigo, anda, no te vayas, a mí me toca química y faltaré solo por estar contigo -dijo mientras recargaba su cabeza en mi hombro.

- Está bien pero solo hoy ¿okey? -dije mientras me acomodaba de nuevo, en realidad no quería ir a esa clase, con ese viejo barrigón y calvo. Bien de calvos que puedo hablar yo, pero él me supera esta vez.

- Si -me dejo de apretar un poco y lo abracé.

- Hola Erick -saludó una rubia, al parecer era una chica llamada Emma- Hola -me saludó, aunque no sabía mi nombre- ¿irás al entrenamiento de hoy? -preguntó directamente a él y yo lo miré fijamente.

- Ahh, no lose, creo que si ¿a qué hora es? -le preguntó a esa rubia de ojos azules.

- Saliendo de la escuela -sonrió.

- Creo que si ¿________ harás algo hoy? -me preguntó.

- No lo creo ¿por qué?

- ¿Quieres venir a mi entrenamiento? -¿Enserio me invitaba? Frente a la rubia y todo, me sonrojé rápidamente y desvié la mirada algo temerosa, tenía que poner una excusa.

-No lo sé... hay prueba de química mañana y...

- Patrañas -dijo y miró a la rubia-. Claro... allí estaremos.

- Bien -sonrió- los veremos allí -dijo y se retiró la chica.

- ¿Estaremos? -pregunté dudosa.

- Si, no te dejaré ir -dijo tomándome de la mano y besando mi mejilla, de nuevo me sonroje.

- Te vez aun más linda con tus cachecitos rojos -dijo acariciándolos, no pude evitar sonrojarme más.

- Basta -dije tapándome la cara.

- ¿De qué? -preguntó- Solo digo lo que es... y es cierto... me gustan tus mejillas así.

- ¿Es que siempre eres tan coqueto? -pregunté- Seguro así eres con todas las mujeres... ya te vi, con un montón de chicas a diestra y siniestra -dije levantando las manos hacia el cielo.

- O sea que me observas eh -dijo levantando la ceja.

- No, es que es imposible no ver al montón de chicas corriendo hacia ti en los pasillos.

- No, no, sé que me espías -dijo riendo.

- ¡Hey! tu me debes 20 euros -exclamé.

- Pensé que me había salvado de esta -empezó a reír.

- No -dije levantando la mano, él se sentó y yo lo hice con él. Sacó su cartera y me entregó los billetes-. Gracias -dije con media sonrisa.

- ¿Tuviste miedo anoche? -preguntó y yo negué.

- Por lo visto... tú sí -dije con media sonrisa.

- En realidad solo quería saber si el número que me diste era el tuyo...

- Si claro y por eso preferiste perder 20 euros -dije con sarcasmo.

- Si aunque... ¿no habrá otra forma de pago? -dijo mientras se acercaba a mí, me ponía nerviosa cada vez.

- ¿Vender tu cuerpo en la calle? -pregunté y él rió, mientras aproveché para desviar la mirada.

- Ja-Ja -dijo mientras hacia un puchero.

- Erickcito ya habíamos hablado de esto -dije jugando con su cabello.

- Vamos ______ uno más ¿sí? y ya no te pediré -yo levanté la ceja- es más uno para cerrar nuestra promesa de mejores amigos ¿sí? -reí a su repuesta.

- Erick ¿desde cuándo los mejores amigos se besan? -reí.

- Desde... que yo implementé esa regla, solo uno... -dijo con ojos como de cachorrito-. Prometo que solo será este y ya no habrá más hasta que tú me lo pidas.

- Pues te quedarás esperando sentado eh... -dije y él sonrió-. Solo uno... -susurré y él asintió ilusionado-. Bien.

Lo tomé de las mejillas y me acerque más, el me tomo del cuello y sintiendo su respiración contra la mía, nuestros labios se unieron lentamente. Suspiré, de nuevo podía sentir como ese cosquilleo en mi estómago aparecía, ¿por qué lo besaba si no era nada mío? A decir verdad, ¿por qué me gustaba que me besara? Me separe lentamente y él se volvió a acercar para depositar uno tímido y rápido sobre mis labios, a lo que yo reí.

- ¿Qué pasa? -susurró aun estando a centímetros de mi.

- ¿Te das cuenta que no somos nada verdad? -lo noté alejarse un poco.

- Somos mejores amigos desde ahora -dijo sonriente.

- Lograste lo que querías Colon -dije aun impresionada por su actitud.

- Lo sé -respondió y acarició mi mejilla.

Erick se despidió de mí y yo admito que el resto del día me la pasé de un gran humor, no vi a Eleonor, pero si a Trisha y aunque me molestara, me importaba muy poco, pues sabía que a la salida me encontraría con Erick nuevamente para ir a su entrenamiento, me pregunto cómo eran, nunca había ido a uno. Estaba en la última clase, Tecnología. Vi entrar a Trisha y a sus clones de nuevo e hizo un comentario pesado.

- ¿Cuánto le pagaste a Colon para que se acostara contigo? -yo la miré extrañada.

- ¿De qué hablas?

- No van a matemáticas, el aparece sin camisa por los pasillos, traes puesta la del ¿que podría pensar la gente gorritos?

- Yo no me he acostado con él y ni pienso hacerlo, bien sabes tú me echaste a perder mi blusa de Ramones y él se ofreció a darme la de él.

- Oh vamos Gorritos, soy más experta que tú en esto, además... vimos cuando él te dio dinero en las yardas del jardín de atrás -mencionó y supuse que eran los 20 que me debía-. Solo quiere acostarse contigo Gorritos, aunque supongo que quiere hacer un experimento...

- ¡No sabes lo que dices! ese dinero fue parte de una apuesta ayer en casa de Louis -le dije bastante enojada.

- Si claro, te creeré. Ya todo el colegio sabe que ustedes se acostaron -abrí la boca dé la impresión.

- Trisha ¿porque eres así? -le grité.

A PESAR DE TODO ERES MI PRINCESA ERICK COLON Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora