Capitulo 11

125 4 0
                                    


- Trisha ¿por qué eres así? -le grité.

- Oye, yo soy normal cariño -dijo acercándose a mí- tú eres la rara con gorrito. Al decir esas últimas palabras sonó la campana de salida, tomé mis cosas rápido y salí ya no quería verla más. Estaba esperando a Erick debajo de un árbol cuando apareció detrás de mí y me asustó.

- ¡Erick! -le grité enojada.

- Hey, estaba jugando ¿te enojaste?

Estaba tan enojada y tan feliz de verlo, no sabía qué sentimiento lo tenía más marcado, pero comencé a llorar y me lancé a sus brazos. Desesperada busqué su consuelo y él me abrazó a sí rápidamente.

- ¿Qué te pasó? -preguntó preocupado-. ¿Qué te hicieron?

- Me dijeron cosas horribles -me acurruqué en su hombro.

- ¿Las mato? -ese comentario me hizo reír y él levanto mi cara y limpió mis lágrimas con su suéter.

- Dijeron que...me acosté contigo...y que sólo fui un experimento para ti.

- ¿Qué? ¡Yo nunca haría eso contigo _______! -levantó un poco la voz.

- Lo sé, bueno... no lo sé exactamente pero...

- No _______ -dijo realmente molesto-. ¿Quién te dijo todo eso? - no quería ser una chismosa, pero él insistía demasiado-. ¡¿Quién te lo dijo?!

- T... Trisha -pronuncié bajito y él se separó de mí y comenzó a caminar hacia adentro, traía una cara tremenda de furia.

- ¡No Erick! -lo jalé del brazo pero él no se detuvo, hasta encontrarse con ella.

- ¿Qué sucede cariño? -dijo Trisha con su voz hueca.

- En primera no me llames cariño ¿sí? -decía muy molesto, yo solo me escondía detrás de él.- Y segunda ______ y yo no somos nada ¡no pasó nada entre nosotros! Y sabes? Me enoja saber que la tratas mal, es una chica muy especial y no dejaré que la dañen de esa forma.

- Vamos... Erick, ahora resulta que defiendes a tu noviecita -dijo ella mirando a sus amigas plásticas.

- ¿Sabes qué? ¡Estoy harto! -gruñó-. ¿Qué te importa si es mi novia o no? ¡No tengo que darte explicaciones ni ella tampoco! -rugí- Si es mi novia que te valga, total yo no te cuento con cuantos sales tú, así que deja de meterte con ella y conmigo- Erick me tomó de la mano y salimos directo al campo donde ellos entrenaban-

- Erick para, me lastimas -dije mientras soltaba su mano.

- Perdón, es que ¿me enoja, sabes? No sé cómo no notan lo increíble que eres.

- Son unas bobas, déjalas, existe el karma -él dio un último respiro-

- ¿Estás bien? -preguntó el.

- ¡Mejor que nunca! Nunca nadie me había defendido así de una persona -sonreí.

- Pues vete acostumbrado, porque conmigo, no dejaré que alguien te haga daño.

Sonreí y de agradecimiento besé sus labios nuevamente-. Para cerrar la promesa -dije al ver la forma en que él me veía. Me abrazó y caminamos lejos de allí.

*Narra Erick*

Estoy tan enojado ¡Cómo pueden existir personas así! Pero ya dije, no dejaré que le toquen ni un pelo a ________, me agradeció de una muy buena forma, creo que empezaré a defenderla más seguido. La llevé a sentarnos hasta el fondo de las gradas, donde casi no nos viéramos, el entrenador aún no llegaba y aprovechamos ese tiempo para hacernos preguntas tontas.

- ¡Jaja, sigues! -dijo ella, como amo su sonrisa.

- Hem ¿eres un unicornio? -pregunté.

- Jajaja, ¿qué clase de pregunta es esa? -exclamó.

- ¿Una de unicornios? -reí.

- Vaya Hem... -dijo ella.

- Sí, yo soy uno -dije riendo y ella también rió.

- ¿Si fueras un perro... cuál serías? -pregunté.

- Un terranova, grande y peludo... aterrador mordería a todos -amenazó y yo reí.

- ¿Me morderías a mí? -ella asintió-. ¿Dónde? -pregunté levantando una ceja.

- ¡Colon! -me golpeó un poco el brazo.

- ¿Qué? sólo fue una pregunta -reí al saber que sí lo entendió.

- ¿Cómo se te ocurre? Obviamente te mordería en el brazo -ella empezó a reír.

- ¡Mentirosa! -empecé a hacerle cosquillas y no parábamos de reír, hasta que una voz nos interrumpió.

- Hem, Erick ¿podemos hablar? -era Emma.

- Si seguro -dije y le susurré al oído a _____- No te escaparas de ésta, pequeña -ella empezó a reír y bajé al campo junto con Emma, quien traía puesto un ajustado traje de porrista.- ¿Qué sucede?

A PESAR DE TODO ERES MI PRINCESA ERICK COLON Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora