Capitulo 30

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*Un Mes Después*

Viernes 24 de Diciembre del 2012, una navidad más gracias a Dios. Llevo un mes con Erick, todo ha ido de maravilla, sin problemas, sin peleas, sin discusiones, en fin, todo va perfecto. Mi madre invito a la familia de Erick a pasar navidad junto con nosotras ya que su papá ni el mío, la pasarían con nosotros. Iríamos casi puras chicas... y él. Dato curioso pero así sería, creo que Erick prometió traer a Ducky del lago para no sentirse el único hombre del lugar, dijo que eso le daba más seguridad. Pensé en invitar a Louis y a Eleanor para que Erick tuviera compañía, pero ellos la pasarían con su familia, así que estará sólo, bueno estaré yo pero no un hombre.

- ¿Cómo te sientes? -le pregunté mientras íbamos a la tienda, por unas especias para el pavo que haría mi mamá.
- ¿De qué? -preguntó él.
- Serás el único hombre ¿lo recuerdas? -reí.
- No es cierto... Ducky ya confirmó nuestra cita, aunque dijo que se sentiría medio caníbal al comerse a su amigo el pavo -mencionó y yo reí.
- ¿Y dónde lo tendrás? ¿En la taza del baño? -reí.
- No lose, quizás -me abrazó.
- Un mes -volteé a verlo.
- Un gran y hermoso mes -me miró y me dio un corto beso.
- Y pensar que ahora yo seguiría rogándote que salieras conmigo disimuladamente si tú no me aceptabas... -susurró- no importa cuánto tiempo pasara, yo seguiría buscando mi oportunidad.
- ¿Disimuladamente? -reí.
- Si ¿o era muy obvio? -preguntó.
- Pues que me besaras cada vez que quisieras me daba una ligera idea de lo que pensabas -dije mientras acomodaba mi gorrito.
- Si tu no los hubieras querido, te alejarías -me sonrojé.
- Bien, los deseaba y demasiado, pero en esos tiempos tenía muchas cosas en la cabeza como para darte una oportunidad.
- Al final fuiste tú quien me la pidió -me sonrió y me abrazó aún más.
(...)

Era hora de la cena, la mesa estaba lista, todos en casa y todo estaba preparado, sólo para sentarnos. Mi papá mando regalos desde Minnesota, ese fue un gran detalle de él.Erick por su parte se la pasaba halagando a cada uno de nosotros en la cena, me pareció extremadamente divertido que en una silla al lado de él, estuviera una olla grande con Ducky nadando en ella.
- Jamás pensé que lo harías.
- Te dije que él había confirmado su cita -dijo y yo solté una carcajada.
- Eres un tonto ¿sabías? -dije mientras me recargaba en su hombro.
- Ducky se pondrá celoso -susurró.
- Él sabe que eres mi novio... el que tú seas su amante eso no lo convierte en tu dueño -dije y tomé su mano por debajo de la mesa.
- Maldición, me descubriste -rió.
- ¿Zucky o Dayn? -pregunté.
- Dayn -dijo. Este chico me va a matar de risa.- ¿Pero sabes que suena mejor?
- ¿Qué?
- _______ (Tu bromanse con Erick)-me besó. Lo quería como jamás quise a nadie, ¿de dónde había sacado todo eso? No lo sé, lo admito.. Cuando me dijeron que conocería a un amigo de Louis, me imaginé a alguien loco, pero no sabía que en él encontraría a mi mejor amigo y al mejor novio -aunque fuera el primero- que alguna vez pude tener, hasta ahora.
- Eres el mejor -besé su mejilla y escondí mi rostro entre su cuello y su hombro.
- ¿Y cómo la vez con estos muchachos? -comentó, Trisha mientras miraba a mi mamá.
- Tengo que confesar que Erick es un chico muy atento y amable -contestó.
- Más le vale -dijo Trisha y yo sonreí- Tú hija también es adorable... me alegro que salga con ella.
- Yo también prefiero que salga con tu hijo que con cualquier otro -sonrió.
- Ya paren -dije sonrojada.

La cena estaba lista, hicimos lo típico que hacen en todas las cenas. Agradecimos por los alimentos, sirvieron un poco de vino y empezamos a tomar lo que comeríamos. Tengo que admitir que deseaba que fueran las 12:00 para poder abrir los regalos, como una niña pequeña, mi papá me había mandado bastantes. Llegó la hora y nos sentamos alrededor del árbol. Era raro ser de los niños pequeños aquí y tener la supervisión de su madre, la mía y mi tía.-
- Ahora pónganse del otro lado -indicó mi suegra mientras nos tomaba fotos.
- ¡Ya mama quiero abrir los regalos! -dijo Erick haciendo puchero.
- ¡Pareces un niño de 5 años Erick! -yo reí.
- ¿Compraste algún regalo para alguien de aquí ? -le pregunté a Erick.
- Hem... no en realidad, solo lo hice, pero no tiene importancia -mencionó.
- ¿Para quién?
- Para Ducky... es mi novio, ¿recuerdas? -dijo y yo reí.
- ¿Enserio? espero que le hayas comprado unos calcetines, le hacen falta unos -reí.
- Si, míralos -me pasó una pequeña caja, lo miré y él sonrió y empecé a quitarle el papel y al final saqué un gorrito, era especial, era diferente a todos los que tenía. Era color negro como a él le gustaban, y al costado tenía nuestras iniciales bordadas.
- No es la gran cosa pero... -lo interrumpí.
- ¿Bromeas? -pregunté- Es el mejor regalo que alguna vez me pudieran dar -susurré- Gracias Erick -susurré y tomé de su mentón para besar suavemente sus labios.
- No es todo...-susurró.
- ¿Falta más? -pregunté y el asintió. Tomó otra caja, y me la pasó, la abrí y había una camiseta blanca, la volteé y al frente decía... ''He's My Boyfriend'' lo miré extrañada y en ese momento el abrió su chaqueta y traía puesta una camiseta igual pero decía... ''She's My Girlfriend''. Reí, era lo más cursi pero más tierno que él había hecho por mí-. Diablos... ahora sabrán que ya no soy una soltera codiciada -dije moviendo mi cabello.
- No.. Ahora todos sabrán que eres totalmente mía -dijo y me abrazó. En eso sentí un flash, y si, era Trisha.- Oh no empieces ahora -dijo Erick poniendo su mano sobre el lente.

(...)

Era Enero, 10 de Enero, hacía frío, mucho. Era lo mejor Londres, caía nieve, amaba la nieve.

*Narra Erick*
Contra mi voluntad, era la temporada en que yo más odiaba estar con mi padre. Siempre teniendo que cumplir con sus expectativas y con las responsabilidades de un hijo digno de su herencia. Sentado frente a la mesa, junto con todos sus socios, estaba yo jugando aún con el mismo pedazo de filete que me habían servido. Desearía estar en casa... haciendo nada, solo jugando con ______, no aquí, con todos estos hombres a los que les interesa nada, respecto a nadie.

- Des ¿ya nos podemos ir? -pregunté en lo bajo.
- Erick compórtate -dijo él.
- Sabes que odio estar aquí -gruñí. Odiar era poco, lo único que pasaba por mis oídos era dinero, socios, empresas, dinero, herencias, dinero, jefes, dinero... ah sí y dinero.
- Invita a la hija de Greg a caminar por el jardín -dijo él. Ja, ¿invitarla a ella? sobre mi cadáver.
- Claro que no -dije firme.
- Hazlo, o te haré pasar el resto de las vacaciones de invierno conmigo -dijo y me levanté rápidamente.
- Muévete Baker.-

A PESAR DE TODO ERES MI PRINCESA ERICK COLON Y TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora