Confrontación 😨🚑🏨

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Yuzu

El silencio que sigue a las palabras de Mei es abrumador.
Miro del uno al otro mientras seco mis lágrimas, y percibo que es sólo cuestión de tiempo para que alguno de los tres se ponga a gritar, a decir o hacer cosas innecesarias de las cuáles llegaremos a arrepentirnos en el futuro.
La mano de Mei me sostiene con fuerza y aunque se siente la tensión y la preocupación en el ambiente, estoy feliz y orgullosa de que ella se haya defendido, a mí también, y que haya dicho que me quiere en su vida con tanta naturalidad.
Es el incentivo que necesito para sentirme valiente y seguir con el plan de explicarle todo al líder de la familia Aihara.

-Ustedes dos... -Después de asimilar la confesión de Mei, el señor Aihara da un paso hacia nosotras con la rabia reflejada en su rostro. Jamás había visto una expresión así y de pronto temo que toda esta situación que en teoría debía ser tranquila pase a algo más.-¿Ustedes están manchando mi hogar con conductas anormales? ¡¡¿CÓMO SE ATREVEN?!! ¡¿DESDE CUÁNDO...?!

-No son conductas anormales, abuelo. -Mei no se deja intimidar. Aprieta mi mano más fuerte y yo hago lo mismo para darle ánimo ya que ha decidido hablar por las dos. Se nota que se siente nerviosa y asustada, pero no retrocede ni un centímetro. -Yo, escogí a Yuzu como mi pareja. Y sí, es una chica igual que yo, pero eso no nos importa ya. Sé que las dos somos muy jóvenes aún, pero sabemos perfectamente lo que significa querer a alguien sinceramente...
Estar juntas no es una fase ni una actitud rebelde... -Me mira fijamente para luego sonreír.-Nuestra relación viene desde hace mucho; es real, y no pensamos renunciar a lo que tenemos.
Esa es la razón por la que queríamos hablar con usted hoy. Yo... Yo quiero estar con Yuzu y por eso no puedo aceptar casarme con...

-¡¿CREES QUE ESTÁS EN POSICIÓN DE EXIGIR ALGO NIÑA?! ¡¿QUIÉN DEMONIOS SE PIENSAN QUE SON?! ¡NO SON MÁS QUE UN PAR DE INMORALES! ¡JAMÁS HABÍA SIDO TAN HUMILLADO EN MI VIDA!

El señor Aihara se acerca con rapidez hacia donde estamos. Las venas resaltadas en sus sienes junto con su mano levantada me indican que ha llegado el momento en que tristemente todo ya se ha salido de control y que no importa lo que digamos, él no va a escuchar razones.
Por suerte he sido más rápida y ágil, y la fuerte bofetada a mano abierta me da a mí en la mejilla en lugar de a Mei.
Aunque ha sido dada con mucha fuerza me mantengo en pie, y no emito ningún sonido de dolor; no por creerme la más fuerte, sino para evitar preocupar a Mei.

Definitivamente se me hará un moretón...

-¡Yuzu!

-Estoy bien -Le digo con tranquilidad. Froto mi mejilla, me acomodo un poco el cabello tras la oreja y luego dirijo mi mirada seria al señor Aihara, quién parece estar más enfadado con cada segundo que pasa. -No vuelva a levantarle la mano a Mei señor.

-¿Me está dando órdenes señorita Okogi? -Sonríe cínicamente. Su forma irregular de respirar y el rojo intenso en su cara me dice que existe la posibilidad de que en cualquier momento se vuelva a repetir otra escena de ése tipo y por eso me mantengo alerta.

-Señor Aihara...sabe, por lo general soy muy amable y respetuosa con las personas. Mi madre me crió muy bien, pero no pienso tolerar que le levante su mano a Mei así como así y dejarlo pasar.
Yo... no le estoy ordenando nada... Sólo le advierto que no permitiré que le falte el respeto a ella ni a mí, y si para detenerlo debo ser descortés y olvidar mis modales por un instante definitivamente lo haré.
Así que... sabiendo eso, ¿Podríamos hablar tranquilamente por favor?

-¡¿CÓMO... SE ATREVEN?!

-Abuelo... -Mei se ubica frente a mí.

-¡NO SOY TU ABUELO! -Su grito nos hace sobresaltar a las dos. Jalo a Mei del brazo poniendo una distancia considerable. Él se da la vuelta, y se aferra con fuerza al borde de su escritorio hablando en forma atropellada.-Estas conductas desviadas... debí haberlo sabido...que eras como esa zorra que te dió a luz. Sin decencia y sin valores. Tuvo que haberse deshecho de ti como se lo propuse...

-Señor Aihara...

-Señorita Okogi márchese de mi oficina. Tengo que hablar con mi nieta a solas.

-Lo siento pero yo...

-¡¡LARGO!! -De nuevo se vuelve a nosotras. -¡¡NO QUIERO VOLVER A VERLA EN MI CASA NI CERCA DE MI...

Algo de repente está muy mal.
El señor Aihara corta su frase, hace una mueca de dolor y se lleva su mano temblorosa al pecho.
Tiene un poco de tiempo de mirarnos a Mei, a mí y luego de una forma rápida y con una expresión de total incredulidad se desploma inconsciente en el suelo quedando boca abajo.

Mei y yo nos miramos, y no nos hacen falta palabras para saber lo que ha pasado.
Inmediatamente me agacho junto al hombre inconsciente tratando de auxiliarlo mientras Mei sale con rapidez de la habitación para buscar ayuda.

Definitivamente nada salió como lo planeamos.

Mei

-Toma.

La presencia de Yuzu me despierta de mi aturdimiento. Acepto cortésmente la bebida que me ofrece y me deslizo a un lado en la banca, dándole espacio para que se siente a mi lado.

-Gracias.-Le digo recostando mi cabeza en su hombro. Cierro los ojos un momento y suspiro.

-Sé que no eres mucho de bebidas energéticas, pero pensé que definitivamente la necesitarías. -No sé que responder a eso, así que me mantengo en silencio.
Quito la tapa de la botella y le doy un sorbo al líquido mientras observo todo tipo de personas ir y venir en la entrada del hospital. -Él estará bien Mei.

-Yuzu... ¿Puedes contestarme algo? -Ella asiente.-¿Cómo es que estoy preocupada por alguien que nos trató de esa forma?
Desde que me mudé si al caso intercambiamos dos palabras, y aún así... después de esa palabras repletas de odio que nos dijo, su actitud prepotente, su falta de sentimientos e interés hacia mi y después de escuchar como prácticamente es su culpa que creciera en un orfanato... ¿Cómo es que estoy considerando pasar la noche en un hospital para saber sobre su salud?
¿Cómo es que aún después de todo eso deseo su bienestar?

-Eso es porque tienes un gran corazón, aunque te empeñes en ocultarlo.

-Es absurdo... -Me muevo incómoda en mi lugar. Busco la mirada de Yuzu y cuando ella me ve noto en su mejilla como la huella del golpe dado por mi abuelo se empieza a notar sobre su piel.-Alguien de gran corazón no sentiría tanto odio como el que sentí cuando él te golpeó. -Acaricio suavemente esa piel amoratada mientras ella cierra sus ojos.

-Sentir odio por algo así no te hace una mala persona. Pienso que es una reacción normal. Después de todo viste como abofeteaban el hermoso rostro de tu novia.
Eso enfureceria a cualquiera.

Su comentario me hace sonreír un poco.

-Te agradezco lo que hiciste. Pero no vuelvas a hacer algo así. Sentí que perdí años de vida cuando vi como te golpeaba.

-Lo siento, actúe sin pensar. Pero es que no iba a permitir que te pegara a ti Mei. Además sé que hubieras hecho lo mismo por mí.

-Tienes razón. -Admito. Ella me sonríe y acaricia mi cabeza. -Y si ese hubiera sido el caso me habrías pedido exactamente lo mismo que yo a ti.

-Touché.

Sonreímos.

-Procuremos no ponernos en situaciones tan peligrosas de ahora en adelante.

-De acuerdo. -Nos tomamos de la mano y miramos al frente donde ha llegado una ambulancia.

-Sabes... jamás pensé que amarte traería problemas de esta magnitud. Supe que habrían problemas claro, pero estar sentadas fuera de un hospital esperando noticias de mi abuelo quién se estresó tanto por nuestra relación que terminó con un infarto, sobrepasa todo.
Es algo que no esperaba y... No puedo evitar sentirme culpable...

-Nadie nunca imagina éstas situaciones...al menos, dijimos lo que sentimos...¿No?-Suspira.-Pero sé a qué te refieres, yo también me siento culpable. Pienso que tal vez fuí muy irrespetuosa y demasiado directa. Quizás lo presioné demasiado y lo orillé a eso.

-No lo creo así... Fuiste respetuosa y no lo ofendiste. Así como dijiste... Nunca se esperan cosas así.

-¿Y qué va a pasar ahora?

-No lo sé.-Me vuelvo a recostar en su hombro.-Pero espero que todo termine bien.

Continuará...

Gracias por leer!! (・ัω・ั)

Un Amor Diferente 💕 [ Citrus ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora