Dos días despuésYuzu
El señor Aihara, tan serio, tan intimidante e imponente, me hace latir el corazón con rapidez por el miedo y el nerviosismo; aún así no me echo para atrás y mantengo mi postura recta y la expresión más desafiante de la que soy capaz aunque perciba como las piernas me amenazan con fallar con cada segundo que paso en esta enorme oficina.
Respiro profundo y exhalo el aire muy lento, mientras espero que ese hombre de negocios que está firmando documento tras documento se digne a levantar la cabeza y mirarme de una vez por todas.
Apesar de mi aparente calma estoy sofocada.
Se siente extraño permanecer frente a alguien que te intimida de esa forma tan directa, pero entre Mei y yo decidimos que abordar éste tema lo más pronto posible era lo mejor y bueno, ya llegó el día.Puedo notar que hablar tranquilamente con este hombre será de verdad una tarea díficil como me advirtió Mei, pero estoy dispuesta a hacerlo a toda costa aunque deba intentarlo muchas veces más.
Nuestra felicidad está en juego y no la dejaré pasar por más asustada que me sienta en éste momento.—Señor Aihara... —Mi voz es baja pero firme. Es la tercera vez que llamo su intención y sé que me ha escuchado, pero aún continúa ignorándome lo que ya empieza a agotarme la paciencia.
Muerdo mi labio con duda, respiro profundo, y doy un paso adelante para acercarme más al escritorio donde están puestas las dos sillas para los invitados. Me dejo caer en una, y por fin el hombre me mira con cierto desdén e incredulidad desde su asiento, como si no pudiera dar crédito de que me haya atrevido a sentarme sin invitación.—Me sentaré aquí si no le molesta. Me estaban doliendo mucho los pies.
—¿En qué te puedo ayudar niña? —Pregunta el hombre volviendo a concentrarse en sus documentos. —Accedí a verte sólo por cortesía, pero como puede ver soy un hombre bastante ocupado. Mi tiempo es limitado como para distraerme con tonterías, así que hable de una buena vez para que pueda seguir con mi trabajo.
—Me llamo Yuzu. —Digo con una sonrisa e ignorando su tono altanero.
—¿Disculpe? —Alza su mirada hacia mí.
—Mi nombre es Yuzu, Yuzu Okogi, no "niña". Y creo que lo que tengo que decirle no es una pérdida de tiempo. A menos que crea que su nieta lo sea, lo cual sería algo bastante triste.
—¿Y qué asunto a tratar sería ese, señorita Okogi?
Aquí vamos...
—Es sobre la felicidad de Mei. —Respondo con firmeza.— Ese es el asunto a tratar señor Aihara. Hay algo que quiero decirle sobre ella y espero de todo corazón que me pueda escuchar atentamente.
—La felicidad de mi nieta... —Repite el hombre en tono grave y sin apartar su mirada de la mía. Deja a un lado sus documentos y me inspecciona minuciosamente. —Te me haces familiar... Tu madre fue quién la adoptó, ¿No es así?
—Si señor.
¡¿En serio no me conocía?!...
No...no puede ser... De seguro es otra táctica para intimidarme...—Ya veo. —El hombre se acomoda en su silla sin dejar de examinarme lo que me resulta bastante incómodo.—¿Sería tan amable señorita Okogi de explicarme lo que me está queriendo decir con eso de "felicidad"?
—Yo... quisiera hacerle una pregunta—Me aclaro la garganta—¿Usted realmente conoce a Mei señor Aihara? ¿Alguna vez le ha preguntado lo que en verdad desea para si misma? ¿Lo que la hace feliz? ¿Las cosas que la hacen sonreír?
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Un Amor Diferente 💕 [ Citrus ]
Fiksi PenggemarUn amor no tan fraternal 💫💕 Una versión un tanto diferente a la original 💕💫 Todos los personajes le pertenecen a Saburouta-sensei 🤗