Un Amor Diferente 💕 [ Citrus ]

Primer beso 👩‍❤️‍👩

Yuzu

- ... Sobre nosotras...

Ahora que lo he dicho en voz alta se siente extraño.

Nosotras... ¿Qué significa eso?

Es algo que no sé.
Estoy asustada, pero debo expresar mis dudas, porque esta situación ya se está saliendo de control y siento que no puedo más.

Necesito saber...

Mei me mira confundida aunque sé que entiende de lo que estoy hablando.
Ella intenta zafarse de mi agarre pero yo no sé lo permito.

- Yuzu, suéltame por favor...
- No Mei, tenemos que hablar.
- Yo no sé que es lo que estás insinuando... -Suena muy nerviosa.
- ¡Si lo sabes!
- ¡Suéltame!

Está tan asustada como yo, lo puedo percibir en su tono de voz y en su afán de soltarse para así poder huir, pero no puedo permitirselo.

Aflojo un poco el agarre en su muñeca para no lastimarla y a su vez tomo una bocanada de aire para armarme de valor y confrontarla con la verdad.
Si no lo hago ahora no sé cuándo podré tener el valor de nuevo.

- Mei... Hace unas semanas, cuando te regalé a Anthoniko... En la noche me besaste casi en la boca pensando que dormía...

- Eso no... Eso no es cierto... - Me da la espalda y respira con dificultad.

- No tiene caso que lo niegues... Sé que fue así. Yo no lo imaginé...
Estas noches también te has acercado a mi mientras duermo...
Yo me doy cuenta, no siempre, pero lo percibo... - Hago una pausa - No estoy enojada, yo solo quiero saber lo que está sucediendo porque estoy muy confundida y asustada. ¿Lo entiendes?
Necesito saber...
Si lo que está pasando contigo es lo que está pasando conmigo...

Se forma un silencio después de mis palabras.
Espero con paciencia a que Mei me diga algo, pero ella solo me sigue dando la espalda e ignorándome.
Cada segundo es una tortura, pero al final me contesta:

- Tú me gustas Yuzu. Eso es lo que sucede.

La confesión me sorprende, dejándome estática en mi lugar y sin poder reaccionar.

Ella aprovecha mi aturdimiento para al fin zafarse de mi agarre y pasarse la mano por la muñeca en forma distraída.

Pasados unos segundos se da la vuelta y se acerca a mi cara quedando a solo unos pocos centímetros la una de la otra.

El beso me toma por sorpresa.
Sus labios se sienten sumamente suaves sobre los míos, y me transmiten una corriente eléctrica por mi cuerpo junto a una sensación de calor que es demasiado reconfortante.

Ella tiene los ojos cerrados, al cabo de un momento; cuando comprendo lo que está pasando, la imito y cierro mis ojos también, correspondiendo a su beso y disfrutando del dulce contacto, que no hace más que intensificarse hasta robarse nuestro aliento.

Es ella la que se separa después de un momento.
Al abrir mis ojos, está mirándome muy fijamente, como esperando mi reacción por lo que acaba de suceder.

- Ése fue mi primer beso...

Es lo que se me ocurre decir. No puedo pensar en otra cosa que no sean los labios de Mei sobre los míos y las nuevas sensaciones que siento en mi cuerpo.
Desde esa noche solo había fantaseado en como sería besar de verdad a Mei.
Mi imaginación se ha quedado corta.

- El mío también...

Ambas reímos por lo bajo con evidente nerviosismo disipando el ambiente tenso que nos rodeaba.

- Quiero hacerlo otra vez - Le pido avergonzada.

Mei se vuelve a acercar a mí sin dudar y repetimos el proceso.
Esta vez ella toma mi cara entre sus manos y yo me atrevo a ponerlas en su cintura.
Permanecemos así por un largo instante.

Sinceramente no sé cuántas veces nos besamos, pero por más que estemos disfrutando, tenemos que respirar y eso nos obliga a separarnos por segunda vez.

Jamás había sentido nada igual...

- Mi corazón se me saldrá del pecho - Murmura Mei con voz agitada.

Yo no digo nada, solo tomo una de las manos de Mei y cerrando los ojos la pongo sobre mi pecho en el lado izquierdo.
Quiero que ella sienta que estoy igual. Que siento mi corazón salirse de mi pecho por este nuevo sentimiento que tengo hacia ella y por el momento que las dos acabamos de compartir.

Mei

El corazón de Yuzu late frenéticamente.
Es un sonido que me llena de alegría y de temor al mismo tiempo porque sé que ella se está sintiendo de la misma forma que yo.

Pero no sé que viene a continuación.
Nunca me imaginé que me atrevería a besarla y ahora tengo la mente en blanco.
Pienso en decir algo, cualquier cosa, pero Yuzu se me adelanta.

- Mei... Tú también me-me gustas.

La cara de Yuzu se ha enrojecido hasta las orejas.
Es una reacción muy dulce que me hace atreverme a acariciar sus mejillas.

- ¿Y... Ahora que hacemos?

Los ojos verdes de Yuzu me miran risueños.

-¿Besarnos otra vez?- Se ríe después de su proposición.

- Sé más seria por favor - No puedo evitar sonrojarme también mientras le doy un golpecito a Yuzu en el brazo.

Ella sigue riendo, tomando mis manos entre las suyas. Un suspiro repleto de alivio sale de entre sus labios.

-¿Porqué suspiras? - Me atrevo a preguntarle - Me quedo mirando nuestras manos unidas y como las dos jugamos con los dedos hasta que los terminamos entrelazando.

- Porque aunque estoy asustada, la verdad siento que me he quitado un gran peso de encima...
Me alegro de que hayamos "hablado" de esto por así decirlo.

- Yo también tengo miedo - Me escucho decir. - Esto es muy nuevo para mi.

- Para mí también.
Lo-Lo que tenemos que hacer es llevar las cosas con calma ¿Está bien?

Ella me está mirando con una expresión seria y decidida que no va para nada con su personalidad.
Se nota que está haciendo un enorme esfuerzo por mantenerse serena y enfocada.
Ese gesto, el que intente mantenerse tranquila apesar de que se le noten los nervios a la distancia, me parece algo muy dulce.

- ¿Desde cuándo eres la voz de la razón? - Pregunto en tono serio.

- Puedo ser bastante madura y responsable si me lo propongo Mei. Mamá y tú creen que no, pero si.

Se ríe nerviosa

- Eso lo dudo. Pero supongo que extrañamente estás en lo cierto...Tomemos esto con calma.

- ¿Cómo que lo dudas? Me hieres Mei - Hace un puchero y luego se ríe.

Definitivamente está muy nerviosa...

- Vamos a desayunar Yuzu... O la comida se enfriará.

- Espera... Mei, antes de comer... Las cosas no cambiarán entre nosotras... ¿Verdad? Yo no quiero que todo se vaya a poner incómodo...

- No lo harán - Le ayudo a ponerse en pie - Así como dijiste tú tomemos esto con calma, y sigamos siendo las mismas ¿De acuerdo?

- Está bien.

Nos miramos a los ojos y nos sonreímos la una a la otra.

No existe nada en esto mundo que me pueda arrebatar esta felicidad...

Continuará...