CAPITULO 6

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Regresaba a casa con el abuelo, yo no podría vivir sin él, una pequeña , acogedora y humilde casa, a unos 500 Km de la playa, dónde puedo percibir la solas del mar y su sonido.

Tomé un taxi, donde está ubicado el hospital, la vida es más metropolitana, más alegre y acelerada por los turistas que llegan, llegué a la casa y tocó la puerta 

- ¡Abuelo! Abre- grite – Necesito dinero 

¡Mocoso Idiota! Me gritó abriendo la puerta - ¿Dónde rayos estabas? Idiota no es normal que llegues a estas horas, Vas a matarme

- Abuelo, el taxi espera, dame 5 dólares Por favor – le dije tranquilamente, a regañadientes él sacó un billete de cinco de su bolsillo y me los dio- Apúrate-

- ¡Ya Vengo! Tomé el dinero y pagué 

Regresé a la casa el abuelo estaba acostado en su vieja hamaca con su mirada típica de – Mocoso, moriré un día por tu culpa 

-Abuelo, te explicaré todo- dije recostándome en mi cama. – pero lo haré mañana ¿Está bien? 

Cerré los ojos y mágicamente me dormí al instante.

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