Capítulo 10: Recuerdos Desesperantes (Actualizado)

206 22 20
                                    

El agua caliente cae sobre mi cuerpo, relajando mis músculos tensos mientras dejo que mis pensamientos fluyan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El agua caliente cae sobre mi cuerpo, relajando mis músculos tensos mientras dejo que mis pensamientos fluyan. Me pongo a pensar en los eventos que han pasado últimamente. Primero, lo de mi venganza. Nunca pensé que yo podría tener tantas agallas para enfrentar personas. De incluso intentar seducir a Alfonso. Yo, que era tan tímida.

Mirando mi reflejo en el espejo empañado, veo a una versión de mí misma que nunca había imaginado. Me gusta mi nuevo yo.

Después me enteré de que siempre le he gustado a Alfonso. Tal vez otra chica diría:"No me voy a vengar de él porque le gusto." ¿Y qué? ¿Eso le daba derecho a maltratarme? Si no me lo pudo decir por cualquier razón, ¿Le daba derecho a decirme esas cosas horribles que me decía?

No. No le daba derecho.

Recuerdo a Alfonso pidiéndole permiso a mi padre como si fuéramos a casarnos. Esa conversación terminó con mi padre invitándole a irse de la casa porque, según él, ya era muy tarde y yo tenía que dormir. Eran como las seis o siete de la noche. Me río sola al recordar su expresión seria.

Por último mi primer beso, la forma en que Alfonso me miró, en cómo me sentí ardiendo por dentro.

Tal vez fue mi primer beso, pero me llevó a las nubes.

Cuando salgo de la ducha, tomo el albornoz y me lo pongo. Giro una toalla en mi cabeza para secarme el pelo y luego regreso a mi habitación. Me detengo frente al armario, buscando qué ponerme. Hoy es el día de llevar a mi familia al aeropuerto, así que no iré a la escuela. Elijo ropa cómoda para la ocasión: unos jeans ajustados y una camiseta suave.

Me suelto el pelo, tomo el secador y lo enciendo, pasando el calor por mi cabello para secarlo. Mi cabello es liso, así que se seca rápido y se ve bien peinado, aunque hay algunas secciones más rebeldes que siempre parecen tener vida propia. Pero, con el secador, logro que todo se vea bastante decente. Dejo el cabello suelto.

Como soy una persona cambiante y al final no me gusta como se me ve el cabello, tomo una goma y me hago una coleta baja, sencilla y práctica. No me pongo maquillaje, la verdad es que me da flojera a esta hora. Son las cinco de la mañana y apenas puedo mantener los ojos abiertos.

Me miro en el espejo una última vez, satisfecha con mi aspecto simple pero ordenado, y me preparo mentalmente para el largo día que me espera.

Después de varias horas esperando que el vuelo de mi familia llegue, finalmente lo hace. Mi familia se pone de pie y yo también, con mucha flojera, la verdad, tengo un sueño horrible. Me despido de ellos, les digo cuánto los quiero y que espero que regresen pronto.

—Ya te lo dije, nos verás aquí antes de lo que canta un gallo.—dice mi madre y me abraza con fuerza.

Al separarnos, se acerca papá.

𝘿𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧𝙤𝙪𝙨 𝙒𝙤𝙢𝙖𝙣 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora